Barcos contra Gobiernos, la batalla de los rescates en el Mediterr¨¢neo
Las ONG reclaman su derecho a salvar vidas mientras los Estados piden que respeten la legalidad
Sophie Rahal sabe lo que es tirar con todas sus fuerzas de la camiseta de una persona que se est¨¢ ahogando. "Uno entiende entonces que lo hacen porque su vida se volvi¨® demasiado insoportable", dice mezclando palabras en espa?ol y franc¨¦s. La portavoz de la ONG SOS M¨¦diterran¨¦e viaj¨® en el Aquarius a finales de 2017. Tras el desembarco de 630 inmigrantes en Valencia, previo choque con Matteo Salvini por negarse a abrir los puertos italianos, el barco fue cambiando de bandera conforme le imped¨ªan efectuar nuevas labores de rescate. Gibraltar, Panam¨¢ y Liberia suprimieron sucesivamente el permiso. Impotentes, SOS M¨¦diterran¨¦e y M¨¦dicos sin Fronteras se dieron por vencidos y lo devolvieron a su due?o en el puerto de C¨¢diz cuando termin¨® su contrato de alquiler el 31 de diciembre de 2018.
Durante m¨¢s de siete meses buscaron un sustituto. El anuncio lleg¨® el 21 de julio. Ten¨ªan nuevo barco, el Ocean Viking, un buque de bandera noruega construido hace 33 a?os. Ligeramente menos largo que el Aquarius pero m¨¢s ancho, 69 metros de eslora y 15 de manga. En el pasado se utiliz¨® para el suministro de gas y petr¨®leo en el mar del Norte. Este verano, una vez equipado de cuatro botes salvavidas de alta velocidad e instalada una cl¨ªnica a bordo, empez¨® su deambular por el Mediterr¨¢neo en busca de n¨¢ufragos. En la madrugada del viernes al s¨¢bado desembarc¨® en Malta a 356 inmigrantes tras dos semanas en altamar sin puerto disponible. Seis pa¨ªses se los repartir¨¢n.
La falta de una pol¨ªtica migratoria europea ha hecho que la estampa se vuelva familiar. El barco de una ONG rescata a un grupo de inmigrantes frente a las costas libias. Italia es el puerto seguro m¨¢s cercano. El ministro de Interior, Matteo Salvini, rechaza recibirlos. Pa¨ªses europeos que empiezan a hablar sobre cu¨¢ntos pueden recibir bajo la coordinaci¨®n de Bruselas. Precariedad creciente dentro del barco. Y finalmente, d¨ªas o semanas despu¨¦s, una soluci¨®n para su reparto.
Pese al ruido que genera todo el proceso. La estad¨ªstica dice que el problema migratorio pierde magnitud. Las llegadas desde el Mediterr¨¢neo central experimentaron un notable descenso el a?o pasado ¡ªItalia recibi¨® a 23.500 personas, un 80% menos¡ª. Y su descenso se ha prolongado en los primeros siete meses de 2019 ¡ªun 75% menos¡ª. La remisi¨®n del conflicto en Siria y las ayudas europeas a Libia han frenado un ¨¦xodo que en 2015 desencaden¨® la llegada de m¨¢s de un mill¨®n de personas a la UE. Espa?a es ahora la principal puerta de entrada a Europa con un crecimiento de las llegadas del 131% el a?o pasado. Y sin embargo, los exabruptos de Salvini y el desencuentro entre ONG y Gobiernos sobre las pol¨ªticas de rescate han mantenido la menguante ruta del Mediterr¨¢neo central en un primer plano. Eso s¨ª, aunque los fallecidos tambi¨¦n cayeron un 54%, la tasa de mortalidad no cesa de aumentar: el cruce de Libia a Europa pas¨® de una muerte cada 38 llegadas en 2017 a una cada 14 en 2018, seg¨²n datos de ACNUR.
En un contexto en que la operaci¨®n Sophia de la UE ya no utiliza barcos y se limita a hacer solo vigilancia a¨¦rea, las ONG reivindican su derecho a estar sobre el terreno. Alegan que el rescate es una obligaci¨®n para cualquier barco, sea recreativo de pescadores o humanitario. "No hay que pedir permiso para rescatar, es una idea falsa", dice tajante Rahal, de SOS M¨¦diterran¨¦e. Sin embargo, los expertos se?alan que no es lo mismo encontrarse casualmente con una embarcaci¨®n en problemas que dedicarse expresamente a esa labor. "Prestar auxilio a las personas en peligro en el mar es una obligaci¨®n del capit¨¢n de un buque seg¨²n el derecho internacional. Lo controvertido es el derecho que regula a las ONG y c¨®mo se producen esos salvamentos. Las ONG no son organizaciones internacionales, se regulan por los ordenamientos de los Estados", dice Carlos Esp¨®sito, catedr¨¢tico de Derecho Internacional P¨²blico en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Los Gobiernos y tribunales est¨¢n cada vez m¨¢s encima de las ONG, como constata la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. Su lista recoge siete barcos que operan en la zona y 17 que ya no lo hacen, la mayor¨ªa de ellos debido a la apertura de procedimientos judiciales en su contra. "Desde el verano de 2017, las autoridades italianas comenzaron a tomar medidas, incluyendo la incautaci¨®n de barcos y la apertura de investigaciones penales y administrativas para abordar las acciones de los buques desplegados por ONG que se considera que exceden sus actividades de rescate en el mar", afirma la agencia.
¡®Ocean Viking¡¯, el sustituto del ¡®Aquarius¡¯
A finales de julio, las ONG francesas SOS M¨¦diterran¨¦e y M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) presentaban el Ocean Viking, un barco de rescate que, bajo pabell¨®n noruego, part¨ªa hacia el Mediterr¨¢neo a salvar a los inmigrantes que intentan realizar la peligrosa traves¨ªa desde la costa libia hasta Europa. As¨ª, el barco retomaba el trabajo interrumpido siete meses antes del Aquarius, el barco que tuvo que echar amarras definitivas en diciembre de 2018, incapaz de afrontar el hostigamiento pol¨ªtico que sufri¨®.
El Ocean Viking ha aprendido de la experiencia del Aquarius. No solo en materia pol¨ªtica ¡ªnavega bajo bandera noruega, un pa¨ªs considerado m¨¢s fiable a la hora de afrontar presiones pol¨ªticas y cumplir los tratados internacionales¡ª sino tambi¨¦n en el plano pr¨¢ctico: el nuevo barco, un antiguo buque de rescate y emergencias para plataformas petrol¨ªferas construido en 1986, se ha dotado de un sistema de contenedores que le han permitido construir zonas de albergue, almacenamiento y hasta un hospital.
Las complicaciones internacionales no han cambiado sin embargo mucho. En sus primeros cuatro d¨ªas de patrullaje al norte de la costa libia, el buque rescat¨® a 356 personas. Aunque entre los salvados hab¨ªa mujeres y menores, el barco permaneci¨® varado 14 d¨ªas en el mar antes de que Malta aceptara el pasado viernes que desembarcaran en su puerto, y solo con la condici¨®n de su reparto inmediato entre media docena de pa¨ªses que han aceptado acogerlos. El Ocean Viking ha anunciado su intenci¨®n de volver a patrullar el Mediterr¨¢neo en cuanto haya repostado y cambiado su agotada tripulaci¨®n.
En esa pol¨ªtica de creciente control tambi¨¦n cita a Malta y Grecia. "La criminalizaci¨®n de las ONG se ha convertido en un fen¨®meno significativo en la UE que implica a tres de los cuatro Estados miembros afectados por la inmigraci¨®n irregular en el Mediterr¨¢neo", acusa excluyendo a Espa?a de esa lista. Las conclusiones llegaron, sin embargo, antes de que el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez abriera la puerta a multar al Open Arms con 901.000 euros por incumplir la prohibici¨®n de Fomento de realizar labores de b¨²squeda y salvamento.
El episodio ilustra el debate sobre hasta qu¨¦ punto se ha de permitir a las ONG asumir una tarea para la que no siempre cuentan con los medios adecuados. "Ante la inexistencia a¨²n de un enfoque sistem¨¢tico y coordinado dentro de la regi¨®n para el salvamento mar¨ªtimo y posterior desembarco, es probable que los rescates realizados por barcos de ONG sigan recibiendo respuesta caso por caso. Como consecuencia, habr¨¢ m¨¢s situaciones en las que se mantenga en el mar varios d¨ªas a las personas rescatadas, a menudo gravemente traumatizadas, mientras los gobiernos debaten d¨®nde pueden ser desembarcadas", se?ala ACNUR.?
Presentadas por la ultraderecha como aliadas de las mafias de tr¨¢fico de personas, y glorificados como h¨¦roes por personalidades como el actor Richard Gere o el jugador de baloncesto Marc Gasol, la Comisi¨®n Europea se queda a medio camino al hablar de su labor. "Las ONG han jugado un rol crucial salvando vidas en el Mediterr¨¢neo, algo de alabar. Dicho esto, todos los actores implicados en la b¨²squeda y rescate deben respetar las instrucciones de las autoridades", dice una portavoz comunitaria.
Eso no siempre ha sido as¨ª. El mejor ejemplo fue la entrada sin permiso en el puerto de Lampedusa de la capitana alemana Carola Rackete con 43 inmigrantes a bordo del Sea Watch, un gesto de insumisi¨®n muy aplaudido que puede costarle una alta pena de prisi¨®n.
Su caso puso de manifiesto que el modo en que se gestionan los rescates no son solo una cuesti¨®n pr¨¢ctica, sino un material pol¨ªtico explosivo con potencial para apuntalar y desbancar gobiernos. Uno de cada tres ciudadanos vot¨® en las elecciones europeas con la mirada puesta en la inmigraci¨®n. Y en esas aguas movedizas, Salvini ha buscado exaltar las bajas pasiones. Su dedo pulgar ha marcado la pol¨ªtica migratoria de la UE en el Mediterr¨¢neo Central. Cuando lo levanta, el barco puede abandonar su traves¨ªa sin rumbo para desembarcar en puerto italiano. Cuando apunta al suelo, en cambio, Europa sigue sin tener un plan para el momento que sigue al tir¨®n de la camiseta.
¡®Aita Mari¡¯, a la espera del permiso para poder rescatar
La ONG Salvamento Mar¨ªtimo Humanitario (SMH) a la que pertenece el barco Aita Mari, no cambia, de momento, sus planes. Quiere hacer rescate humanitario en el Mediterr¨¢neo central, en la misma zona en la que operan el Open Arms y el Ocean Viking, entre otros buques y mantiene su intenci¨®n de zarpar el martes 27 de agosto. Su presidente, ??igo Mijangos asegura que su trabajo se har¨¢ "dentro del marco de la ley".
A la espera del despacho de las autoridades mar¨ªtimas que les autorice a hacer operaciones de rescate, aunque pesimistas respecto de que se lo concedan, Mijangos no quiere avanzar qu¨¦ pasar¨¢ si la autorizaci¨®n contiene limitaciones como las que ten¨ªa el Open Arms, que no pod¨ªa hacer rescate. "Ya veremos", dice Mijangos, cuya ONG mantiene un proyecto humanitario en la isla griega de Qu¨ªos, en uno de los campamentos tutelados por la UE en los que viven centenares de refugiados. "El n¨²mero de personas que se hacinan en los campos de Lesbos o Samos crece a ritmos del 45%, y eso es un problema que hay que resolver", asegura.
A falta de un convenio
La ¨²ltima vez que se hicieron a la mar ten¨ªan una anotaci¨®n en su autorizaci¨®n que condicionaba las operaciones de rescate a disponer de un convenio con las autoridades mar¨ªtimas de la zona. "No puede depender de las embarcaciones un acuerdo que debiera gestionarse previamente entre el pa¨ªs y los barcos con su bandera. Alemania, Francia y Portugal ya llegan a estos pactos con sus buques. Mientras el Open Arms estaba a media milla del puerto de Lampedusa, entraban barcos con acuerdos de reparto de migrantes", critica.
Mijangos es consciente de que la multa al Open Arms podr¨ªa ir desde los 300.000 a los 901.000 euros, seg¨²n avis¨® la Marina Mercante ¡ªdependiente de Fomento¡ª a la ONG en una carta el pasado 27 de junio. "Son riesgos que el Open Arms ten¨ªa asumidos, tanto el capit¨¢n del barco como ?scar Camps (fundador) sab¨ªan que exist¨ªa esa exposici¨®n legal".
El Aita Mari tiene todo preparado para zarpar el martes y llegar al Mediterr¨¢neo en unos 10 d¨ªas. "Nos han pedido muchas veces actuar con desobediencia", pero para Salvamento Mar¨ªtimo Humanitario es "una obligaci¨®n cumplir la ley", dice Mijangos. Si al final no les permiten hacer rescate, los responsables del buque no podr¨¢n plantarse en esa ruta entre Libia y Malta y hacer rumbos err¨¢ticos en busca de migrantes. En el cumplimiento del permiso que les concedan (por ejemplo suministro de v¨ªveres) si se encuentran con n¨¢ufragos, los recoger¨¢n.
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