La derecha gana la batalla del saludo a la delegaci¨®n iran¨ª en el Congreso
Vox, Ciudadanos y PP se apropian del incidente diplom¨¢tico y de protocolo
Una visita protocolaria de una delegaci¨®n extranjera de pol¨ªticos, habituales en el Congreso y que suelen pasar inadvertidas, provoc¨® el martes un incidente diplom¨¢tico. La naci¨®n era Ir¨¢n. El asunto deriv¨® en una agria disputa nacional, ya casi en plena precampa?a electoral en Espa?a, sobre c¨®mo abordar la relaci¨®n de ese pa¨ªs con las mujeres.
Vox capitaliz¨® el frente de la derecha parlamentaria contra el pragmatismo de acudir a la cita tras alertar desde el servicio de protocolo del Congreso que la Embajada de Ir¨¢n hab¨ªa avisado de que sus delegados no consentir¨ªan en el saludo informal ning¨²n contacto f¨ªsico, ni siquiera con la mano, con las pol¨ªticas espa?olas. Ciudadanos se sum¨® inmediatamente al boicot y el PP lo respald¨® este mi¨¦rcoles. La izquierda opt¨® por acudir a la reuni¨®n y expresar en la misma sus quejas contra la falta de derechos e igualdad de la mujer en Ir¨¢n. El embajador iran¨ª en Madrid, Hasan Qashqavi, explic¨® molesto, al final del encuentro, que esa costumbre forma parte de su cultura y pidi¨® "respeto".
La cita era este pasado martes, a las seis de la tarde, en una sala del Congreso con los componentes de la comisi¨®n de Exteriores. Acud¨ªa una delegaci¨®n con un alto representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ir¨¢n, Mahmoud Barimanique, otros asesores y el embajador en Madrid. Apenas tres horas antes un mensaje a la prensa de Vox revent¨® la reuni¨®n y desat¨® una carrera contra el reloj para situarse pol¨ªticamente o evitar un incidente diplom¨¢tico con un pa¨ªs con el que las relaciones son siempre delicadas.
Vox revel¨® que hab¨ªa recibido instrucciones, primero orales y luego por escrito, de servicios de la C¨¢mara baja para que las mujeres pol¨ªticas espa?olas que acudieran a la sesi¨®n de trabajo "evitaran en el saludo inicial ning¨²n contacto f¨ªsico con los invitados e incluso que tampoco les miraran demasiado de cerca, aunque no precisaron cuanto". Esos detalles los facilit¨® el portavoz de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, que era el pol¨ªtico de su formaci¨®n que hab¨ªa confirmado su asistencia. Luego decidi¨® no presentarse y formalizar as¨ª un boicot.
Este mi¨¦rcoles, tras trasladar su queja por esas demandas de los pol¨ªticos de Ir¨¢n en la Junta de Portavoces del Congreso a la presidenta, la socialista Meritxell Batet, el propio Espinosa de los Monteros construy¨® un discurso reivindicativo sobre la lucha a favor de los derechos de la mujer: "Es inaceptable, no deber¨ªamos acceder a esas visitas y protestamos porque la delegaci¨®n iran¨ª pretendiera imponer su protocolo a los usos y costumbres de nuestra civilizaci¨®n. No puede ser que vengan de fuera sin el m¨ªnimo respeto a los derechos de las mujeres que tanto ha costado conseguir". Vox reclam¨® oficialmente que no se vuelvan a permitir visitas de ese signo.
La presidenta del Congreso argument¨®, seg¨²n Vox, que no conoc¨ªa los pormenores del incidente pero s¨ª subray¨®, como hicieron otros representantes de otros partidos, que estos contactos no inusuales con pol¨ªticos de naciones con problemas de discriminaci¨®n son buenos para mostrar un camino a seguir. La portavoz en la comisi¨®n de Ciudadanos, Melisa Rodr¨ªguez, tambi¨¦n recibi¨® las mismas instrucciones que Vox de los servicios t¨¦cnicos del Congreso y declin¨® presentarse en se?al de protesta. Pero Ciudadanos s¨ª dej¨® en la sala a otra representante, en este caso de la Mesa de esa comisi¨®n. El PP el martes no dijo nada y se person¨®, pero este mi¨¦rcoles su portavoz, Cayetana ?lvarez de Toledo, respald¨® totalmente el comportamiento de Vox como hizo el portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, que lament¨® que Podemos y PSOE no secundaran el plante.
El problema para el PSOE fue que su m¨¢ximo representante en la comisi¨®n, el presidente, Sergio Guti¨¦rrez, no fue localizado por los t¨¦cnicos del Congreso cuando estos recibieron la llamada de aviso de la Embajada de Ir¨¢n. Y los t¨¦cnicos, tras intentar llamarle sin ¨¦xito, empezaron a localizar por su cuenta a los dem¨¢s miembros de la comisi¨®n. No lo lograron con todos, porque desde Podemos se asegur¨® que nunca fueron contactados, algo que les pas¨® a otros partidos. S¨ª lo hicieron con Vox, que con su protesta levant¨® la polvareda.
Cuando el presidente de la comisi¨®n de Exteriores fue finalmente informado, la pol¨¦mica sobre la visita y el saludo informal (no protocolario) ya hab¨ªa saltado a los medios de comunicaci¨®n, varios partidos se hab¨ªan expresado en contra y apenas faltaba una hora para la llegada al Congreso de la delegaci¨®n iran¨ª. La soluci¨®n salom¨®nica que encontr¨® Ram¨ªrez fue continuar con la sesi¨®n pero evitar el saludo informal a la entrada para eliminar la posibilidad del contacto f¨ªsico y m¨¢s problemas.
Los delegados iran¨ªes acudieron a la hora programada, el encuentro se llev¨® a cabo, los portavoces de todos los partidos espa?oles expresaron dentro de la sala sus reparos por el trato a la mujer en Ir¨¢n y por la falta de igualdad. Tras dos horas de discursos, la cita parec¨ªa haber acabado cuando el embajador de Ir¨¢n en Madrid, Hasan Qashqavi, pidi¨® la palabra. Y subray¨® que entend¨ªa que a los pol¨ªticos espa?oles no les gustase ni comprendiesen las normas culturales por las que se rigen en su pa¨ªs (la shar¨ªa o c¨®digo de conducta del Cor¨¢n no permite ese contacto f¨ªsico con las mujeres entre desconocidos) y acab¨®: "No les pido que lo compartan, pero s¨ª que lo respeten".
El presidente de la comisi¨®n de Exteriores, Sergio Guti¨¦rrez, ha concluido de todo este episodio que tendr¨¢ que hablar con la presidenta del Congreso para fijar unas normas objetivas sobre c¨®mo actuar ante este tipo de visitas. Y tambi¨¦n que, para evitar interpretaciones partidarias en el futuro, los servicios t¨¦cnicos del Congreso no deber¨ªan de ponerse en contacto con los representantes de los distintos partidos ni tomar decisiones antes de que ¨¦l fije las instrucciones pol¨ªticas.
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