El PSOE andaluz alerta: ¡°?Otra vez elecciones?¡±
La federaci¨®n alerta de la posible desmovilizaci¨®n de los votantes y recuerda que as¨ª se desencaden¨® la sorprendente derrota de Susana D¨ªaz
¡°?Nos vais a hacer ir a votar de nuevo?¡±, ¡°?Qu¨¦ disparate es esto?¡±. Estas preguntas, cargadas de reproche, las reciben a diario los dirigentes socialistas andaluces ante el bloqueo pol¨ªtico tras las elecciones generales del pasado 28 de abril. Las plantean militantes, votantes, vecinos, amigos o conocidos que no trabajan en ning¨²n laboratorio electoral, ni hacen promedios de sondeos ni saben de tendencias demosc¨®picas. A pie de playa o en las fiestas de los pueblos o camino de la peluquer¨ªa la pregunta a¨²n sin respuesta ¡ª ¡°?otra vez elecciones?¡±¡ª la han o¨ªdo todo el verano muchos responsables socialistas.
En Andaluc¨ªa, la comunidad m¨¢s poblada de Espa?a con 8,4 millones de habitantes y un censo electoral de 6,3 millones, ha habido tres convocatorias electorales en los ¨²ltimos nueve meses. Y est¨¢ muy presente lo que ocurri¨® en las andaluzas del 2 de diciembre, en las que el PSOE perdi¨® la Junta de Andaluc¨ªa, tras 36 a?os y 8 meses en el poder, al sacar el peor resultado de su historia. Y no solo eso: por primera vez desde 1982 las formaciones de derechas sumaron m¨¢s que las de la izquierda. El resultado fue que desde enero la Junta la preside el popular Juan Manuel Moreno con un Gobierno de coalici¨®n de Partido Popular y Ciudadanos, sostenido en el Parlamento por los votos de la ultraderecha de Vox.
Ese es el temor, el ¡°p¨¢nico¡±, reconoce un diputado, que se palpa en el PSOE andaluz en el caso de una repetici¨®n electoral en Espa?a, despu¨¦s de la investidura fallida de Pedro S¨¢nchez y la persistente falta de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. ¡°Las encuestas para el PSOE no son malas, pero nadie en el partido quiere elecciones. Hay muchas inc¨®gnitas y, aunque el PSOE ganar¨ªa, lo importante es que no sumen las derechas¡±, advierte Jos¨¦ Fiscal, nuevo portavoz del grupo socialista en el Parlamento andaluz. ¡°Lo primero es que haya Gobierno porque la inestabilidad tiene una incidencia muy negativa, sobre todo en la econom¨ªa¡±, a?ade.
La inquietud por lo que pudiera ocurrir en el socialismo andaluz est¨¢ anclada en la propia experiencia. Ninguna encuesta ¡ªni propia ni ajena¡ª ning¨²n an¨¢lisis, ning¨²n asesor advirti¨® al PSOE de lo que acab¨® pasando la noche del 2 de diciembre de 2018. ¡°En el mejor de los escenarios contempl¨¢bamos la repetici¨®n de los resultados [45 de 109 esca?os] y en el peor cre¨ªamos que tendr¨ªamos que pactar con Adelante Andaluc¨ªa [la coalici¨®n de Podemos e Izquierda Unida]. No vimos venir ni el ascenso de Vox ni la abstenci¨®n al PSOE. La izquierda no fue a votar¡±, recuerda un miembro del equipo de la expresidenta andaluza Susana D¨ªaz, sin entrar en los motivos de esa abstenci¨®n.
¡°Las encuestas las carga el diablo, ya nos pas¨® a nosotros en Andaluc¨ªa¡±, asegura un exconsejero, quien advierte de que el electorado m¨¢s abstencionista es el del PSOE. ¡°M¨¢s vale p¨¢jaro en mano. La gente est¨¢ harta, cansada, y nuestro electorado es muy sensible a la desafecci¨®n¡±, reflexiona.
A la incertidumbre propia de toda convocatoria electoral, otros dirigentes suman dos cuestiones previstas para este oto?o en el calendario. ¡°?C¨®mo pueden pesar la sentencia del proc¨¦s o la del caso de los ERE en unas elecciones?¡±, pregunta una parlamentaria en el supuesto de que el 10 de noviembre vuelvan a abrirse las urnas. Ambos fallos judiciales se esperan a partir de octubre. El del caso de los ERE impactar¨¢ de lleno en el PSOE, porque decidir¨¢ la situaci¨®n de dos expresidentes andaluces y antiguos l¨ªderes federales del partido (Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n), seis exconsejeros socialistas y 13 ex altos cargos de la Junta.
¡°No soy maga, pero cualquier acontecimiento, cualquier incidente puede afectar al resultado electoral¡±, explica Carmen Ortega, profesora de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Granada, quien percibe que el ¡°electorado tambi¨¦n est¨¢ cansado de que las izquierdas no se pongan de acuerdo¡± y eso lleva a la desmovilizaci¨®n. En su opini¨®n, el electorado empieza a ver ¡°el multipartidismo como un problema¡± y el ¡°riesgo¡± de que las derechas puedan sumar es una realidad. ¡°Por ese motivo, el tablero de la negociaci¨®n para que haya Gobierno est¨¢ abierto y apurar¨¢n hasta el ¨²ltimo momento¡±, sostiene la profesora.
Aunque nadie en el PSOE dice querer una reedici¨®n electoral, todo el partido est¨¢ preparado por si se produce. Los dirigentes socialistas perge?an ya argumentarios para hacer responsable a la formaci¨®n que lidera Pablo Iglesias del fracaso de la negociaci¨®n y de la nueva convocatoria. ¡°Es peor para el PSOE y para la marca Espa?a que haya un Gobierno con un Salvini dentro¡±, adelanta un veterano dirigente la argumentaci¨®n que ofrecer¨¢ a los conocidos y vecinos que este verano, a pie de playa, le preguntaban: ¡°?Otra vez elecciones?¡±.
Armisticio con Ferraz
La victoria de Pedro S¨¢nchez en las elecciones del pasado mes de abril supuso tambi¨¦n el fin de las hostilidades entre el PSOE de Andaluc¨ªa, que comanda Susana D¨ªaz, y la direcci¨®n federal. ¡°Estamos en un nuevo tiempo¡±, concluye el portavoz socialista en el Parlamento andaluz, Jos¨¦ Fiscal, quien asegura que D¨ªaz ha transmitido a S¨¢nchez ¡°su total apoyo¡±. Si hay repetici¨®n electoral, no volver¨¢ a producirse el pulso planteado con la elaboraci¨®n de las candidaturas para el pasado 28-A, cuando los ministros fueron relegados de las cabezas de lista en cuatro provincias. Ferraz las cambi¨® para imponer su criterio, y el PSOE andaluz decidi¨® no participar en la votaci¨®n del comit¨¦ federal que ratific¨® las listas. ¡°Tomo nota¡±, coment¨® entonces D¨ªaz.
¡°La responsabilidad es de Madrid y lo que Madrid decida se har¨¢¡±, declara una fuente de la direcci¨®n regional. ¡°No hay desencuentro. Ninguna discusi¨®n. Estamos a todo lo que diga don Pedro S¨¢nchez¡±, afirma otro dirigente del equipo de D¨ªaz. A finales de julio pasado, la l¨ªder andaluza prescindi¨® de Mario Jim¨¦nez como portavoz. Esta decisi¨®n y otros cambios en el grupo han generado malestar.
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