La expectante oposici¨®n a Rivera

A la tercera va la vencida. Javier Nart ha conseguido el extra?o r¨¦cord en pol¨ªtica de irse tres veces de un mismo partido en menos de tres meses. La tercera y ¨²ltima, esta misma semana, cuando acept¨® a rega?adientes salir de la delegaci¨®n europea de Ciudadanos, despu¨¦s de que el secretario general le pidiera formalmente por carta que dejara su esca?o. En julio anunci¨® su dimisi¨®n como miembro de la ejecutiva de Cs, y hace diez d¨ªas que abandonaba la militancia. El acta de eurodiputado no la ha dejado ninguna de las tres ocasiones. El abogado, coinciden distintas fuentes del partido, se ha ido por una mezcla de discrepancia estrat¨¦gica, d¨¦ficit de protagonismo en el grupo europeo y falta de atenci¨®n de Albert Rivera, quien dej¨® de atenderle las llamadas.

El pulso de Nart ha sido el ¨²ltimo coletazo de la crisis interna que en julio fractur¨® la ejecutiva de Cs por la negativa a pactar con el PSOE y que ha agotado la paciencia de Rivera. El l¨ªder de Ciudadanos ha actuado de manera implacable este septiembre con los estertores de divisi¨®n interna. "No todo vale en pol¨ªtica". "Ha utilizado la muerte de su padre para atacar a Ciudadanos". "Se han sobrepasado las l¨ªneas rojas". Rivera estall¨® contra el fiscalista Paco de la Torre -por un encontronazo a cuenta de si le hab¨ªa dado o no el p¨¦same por la muerte de su padre- y contra Nart, a quien llam¨® "tr¨¢nsfuga".

Los ecos de la fractura por el giro estrat¨¦gico a la derecha son de momento solo eso, ecos: la oposici¨®n interna a Rivera ha quedado jibarizada con las dimisiones y sin ¨¢nimo de emprender ninguna nueva acometida. Aunque de puertas afuera del partido, los cr¨ªticos est¨¢n en contacto: algunos, como Manuel Valls, critican los pasos del l¨ªder de Ciudadanos. El ex primer ministro franc¨¦s es quien podr¨ªa suponer la mayor amenaza para Rivera si decide emprender un nuevo proyecto pol¨ªtico, como se teoriza en c¨ªrculos catalanes.

Hacia dentro Rivera no tiene quien le mueva la silla. Los rebeldes est¨¢n en franca minor¨ªa. La dimisi¨®n en diferido de Nart ha demostrado la renovada lealtad al l¨ªder de Luis Garicano, jefe de filas en Europa, el principal dirigente que cuestion¨® la estrategia del no al PSOE. Nart fue su partenaire en la rebeli¨®n de corto alcance para intentar que Ciudadanos pactara con los socialistas la investidura. Juntos forzaron una votaci¨®n en la ejecutiva para reconsiderar la negativa a Pedro S¨¢nchez, y juntos la perdieron, con solo cuatro votos a favor de su tesis por 24 en contra y tres cautelosas abstenciones.

Para evitar cualquier suspicacia, Garicano se ha apartado y ha dejado toda la gesti¨®n de la crisis de Nart a Jos¨¦ Manuel Villegas, secretario general y mano derecha de Rivera. No fue un desaf¨ªo suyo el primer comunicado del partido que dec¨ªa que el abogado podr¨ªa continuar trabajando con Cs aun como independiente, sino que la primera intenci¨®n de la c¨²pula era la de dejarlo pasar para no seguir alimentando el conflicto en p¨²blico. Varias fuentes coinciden en que Rivera cambi¨® de criterio con el enfado por la salida de pata de banco de De la Torre. Y Nart pag¨® el pato.

Garicano, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al eurodiputado, est¨¢ decidido a mantenerse plenamente alineado con la tesis de la direcci¨®n. Internamente, los favorables al acuerdo con el PSOE no ven posibilidades de pacto. "S¨¢nchez se lo ha puesto f¨¢cil a Rivera. Podr¨ªa hab¨¦rnoslo puesto m¨¢s dif¨ªcil proponiendo una negociaci¨®n para la investidura. Que solo negociara con Podemos, que hiciera ese pacto de Navarra¡­ Se lo ha puesto f¨¢cil a los convencidos en el no", lamenta un dirigente del sector del partido pr¨®ximo al acuerdo con el PSOE.

Rivera ha decidido ya que si hay nueva convocatoria electoral volver¨¢ a examinar la misma tesis que le abri¨® la grieta interna pero le permiti¨® crecer de 32 a 57 esca?os: el choque frontal con S¨¢nchez y el cierre a todo acuerdo que no sea con la derecha. De momento nadie en el partido se atreve a anticipar escenarios: qu¨¦ ocurrir¨¢ si hay un mal resultado en noviembre y el PSOE vuelve a necesitar a Cs para gobernar. Solo el militante Juan Carlos Bermejo, que se enfrent¨® a Ignacio Aguado en las primarias de Madrid y ha llevado al partido a los tribunales por presuntas irregularidades en el proceso, ha puesto sobre la mesa una nueva asamblea si llegan mal dadas. "Bien Albert. Echaste un ¨®rdago. Suerte. Ahora bien, si fracasas y el partido pierde representaci¨®n, deber¨¢s asumir responsabilidades, dimitir, y convocar una Asamblea para que elijamos una nueva direcci¨®n. Una quinta candidatura ya no ser¨ªa aceptable", ha escrito en su cuenta de Twitter.

Fuera de los muros de Ciudadanos, la masa cr¨ªtica que sali¨® no se ha quedado quieta. El que fue su candidato en Barcelona, Manuel Valls, trata de presentarse como una alternativa a Rivera. El catal¨¢n ha criticado la propuesta que ha vuelto a lanzar Rivera para que S¨¢nchez active ya el art¨ªculo 155 en Catalu?a. "Proponer hoy la aplicaci¨®n del 155 no tiene sentido. Sabemos todos en qu¨¦ circunstancias tendr¨ªa que aplicarse. No jugamos con eso", ha manifestado en contraposici¨®n al l¨ªder de Cs.

Este verano, el edil se ha puesto en contacto con varios de los dimisionarios, como Toni Rold¨¢n, exsecretario de programas ¡ª y mano derecha de Garicano¡ª, y Francesc de Carreras, uno de los intelectuales fundadores del partido que dej¨® la militancia tras pedir p¨²blicamente a Rivera que reconsiderara su negativa a un acuerdo de estabilidad con los socialistas. Ninguno de los cr¨ªticos ha perdido, adem¨¢s, perfil p¨²blico, y opinan sobre el partido: Rold¨¢n lo hace en Twitter mientras estudia varias ofertas acad¨¦micas y colaboraciones en prensa, y De Carreras ha participado esta pasada semana en un acto junto a otro de los intelectuales org¨¢nicos de Cs, Fernando Savater, sobre violencia en Catalu?a. Otro de los dimisionarios, Paco De la Torre, ha cuestionado algunas ideas del nuevo responsable de Econom¨ªa del partido, Marcos de Quinto. La oposici¨®n a Rivera se mantiene conectada y a la expectativa.