El PSOE se mueve hacia el centro para atraer a los descontentos de Ciudadanos
Los socialistas se centrar¨¢n en el mill¨®n de votantes m¨¢s progresistas del partido de Rivera
El PSOE ha llegado a la conclusi¨®n de que apenas le queda margen de crecimiento a costa de Unidas Podemos. Y que la victoria ¡°m¨¢s fuerte y clara¡± que Pedro S¨¢nchez reclam¨® tras el fracaso de la ¨²ltima ronda de consultas del Rey pasa por el electorado m¨¢s progresista de Ciudadanos. Una bolsa de un mill¨®n de votantes que, seg¨²n los estrategas socialistas, supone el mayor nicho de voto que el 10 de noviembre puede cambiar de bloque pol¨ªtico. Los cuadros m¨¢s esc¨¦pticos del PSOE creen que la mayor parte de ese sector de descontentos de Ciudadanos por su veto a los socialistas se ir¨¢ a la abstenci¨®n.
Los l¨ªderes de los grandes partidos entraron este mi¨¦rcoles en modo electoral, si es que no lo hab¨ªan estado en los cinco meses transcurridos desde las elecciones generales del 28 de abril. Pablo Casado sigue trabajando en su perfil moderado y apela al voto ¨²til para recuperar a los conservadores que optaron por Ciudadanos y Vox. Pablo Iglesias se debate entre cargar contra el PSOE o una campa?a cr¨ªtica pero sosegada en la que persistir¨¢ en el Gobierno de coalici¨®n. Y Albert Rivera tendr¨¢ que decidir qu¨¦ flanco de Ciudadanos prioriza para contener la fuga de votos.
Tras recuperar dos millones de votantes el 28-A, la mitad de Podemos y sus confluencias, S¨¢nchez se ha puesto como objetivo el 10-N ocupar el espacio de centro que Ciudadanos ha dejado libre tras su escoramiento hacia la derecha. Y si hay un lugar donde aspira a darle un buen bocado a Rivera es en Catalu?a, en sus or¨ªgenes. Con todo el impacto simb¨®lico que supondr¨ªa.
¡°Tenemos mucho votante fronterizo que una vez fue nuestro y que pensamos que podemos recuperar con la defensa del di¨¢logo dentro de la Constituci¨®n¡±, esgrimen en la direcci¨®n del PSC. Una f¨®rmula que, seg¨²n los socialistas, en Catalu?a gana enteros en la mitad de los 500.000 votantes de Ciudadanos como alternativa al refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n que defiende Unidas Podemos y la insistencia de Rivera en suspender la autonom¨ªa. ¡°La mirada de S¨¢nchez es m¨¢s amplia: el PSOE se ha fijado en el mill¨®n de votantes de centroizquierda de Ciudadanos repartidos por Espa?a, un voto urbano y liberal que piensa que deber¨ªa haberse facilitado un Gobierno del PSOE. No entiende que el veto fuera a los socialistas en vez de a Vox. Rivera no los ha cuidado estos meses y, aunque parece creer que no volver¨¢n al PSOE, s¨ª podr¨ªan desmovilizarse y quedarse en casa¡±, explica Juan Rodr¨ªguez Teruel, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia.
La respuesta del independentismo catal¨¢n a la sentencia del proc¨¦s lleva a los estrategas del PSOE a presagiar que la pr¨®xima campa?a electoral no girar¨¢ en torno al eje izquierda-derecha. El fallo del Tribunal Supremo est¨¢ previsto para mediados de octubre, por lo que la unidad de Espa?a frente al desaf¨ªo secesionista se convertir¨¢ en uno de los temas estrella de campa?a, la bandera que dio origen a Ciudadanos en 2006.
S¨¢nchez tambi¨¦n se siente c¨®modo en el centro, pese a que el giro estrat¨¦gico del PSOE puede provocar cierto revuelo interno entre los segmentos m¨¢s ideologizados del partido. Si se produce ser¨¢ entre los sectores m¨¢s puristas, como las bases, que rechazan el m¨ªnimo acercamiento a las posiciones de Ciudadanos y prefieren un acuerdo con Podemos. ¡°?Con Rivera, no!¡±, le recordaron miles de simpatizantes a S¨¢nchez la noche del 28-A en Ferraz.
Un anticipo de por d¨®nde ir¨¢ la estrategia de S¨¢nchez en las siete semanas hasta el 10-N se vio en la sesi¨®n de control al Gobierno en el Congreso. Su contundencia con Gabriel Rufi¨¢n, diputado de Esquerra, sorprendi¨® hasta en la bancada socialista. S¨¢nchez transmiti¨® en un tono muy duro que no dudar¨¢ en aplicar el art¨ªculo 155 ante ¡°cualquier intento¡± de la Generalitat de ¡°violentar¡± como en 2017 la Constituci¨®n. S¨¢nchez lleg¨® a cuestionar que ¡°un partido que se dice de izquierdas como ERC defienda la independencia de un territorio rico entre otras cuestiones porque dice que paga mucho a los territorios m¨¢s pobres de Espa?a¡±.
Unas palabras con las que S¨¢nchez marc¨® distancias con uno de los partidos que m¨¢s han mediado para que el PSOE y Unidas Podemos llegaran a un acuerdo que hiciera posible la investidura y evitara las cuartas elecciones generales en cuatro a?os. ¡°En el peor escenario para el PSOE, en otra investidura despu¨¦s del 10-N podr¨ªan necesitar el voto afirmativo de ERC y que no les valiese con la abstenci¨®n. Es decir, que los independentistas tuvieran que ser mayor¨ªa activa¡±, advierte Pablo Sim¨®n, polit¨®logo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid.
Los socialistas explotar¨¢n su firmeza con el independentismo para mejorar sus resultados de abril pescando en el caladero revuelto en que Ciudadanos se ha convertido tras la renuncia de los cr¨ªticos de la ejecutiva por el bloqueo al PSOE hasta el pasado lunes. Un bandazo que solo dur¨® un d¨ªa. Lo justo para que en todos los niveles del PSOE calara la impresi¨®n de que Ciudadanos teme un importante retroceso el 10-N. ¡°Huele a sangre¡±, resum¨ªa un ministro.
El PSOE cree que le sobran argumentos para captar a ese votante de Ciudadanos desubicado por los pactos de gobierno con el PP en Andaluc¨ªa, Madrid y Murcia con el benepl¨¢cito de Vox. Para explotar ese fil¨®n S¨¢nchez insistir¨¢ en la ¡°coherencia¡± frente a ERC y PDeCAT. El presidente en funciones recordar¨¢ que el rechazo de los independentistas a los Presupuestos Generales en febrero junto a PP y Ciudadanos provoc¨® el adelanto electoral del 28-A. Otra muestra de la falta de sinton¨ªa es que los secesionistas impidieron que Miquel Iceta, primer secretario del PSC, fuese presidente del Senado al boicotear en el Parlament su elecci¨®n por designaci¨®n auton¨®mica.
Adem¨¢s de la firmeza en la crisis territorial, el PSOE apelar¨¢ a la necesidad de un Gobierno estable y con la capacidad de maniobra necesaria ante la amenaza de un Brexit salvaje y la ralentizaci¨®n de la econom¨ªa. Unas consignas con las que los socialistas conf¨ªan en situar a Rivera m¨¢s a la derecha.
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