El asesor del ala oeste de La Moncloa
Iv¨¢n Redondo, especialista en t¨¢ctica electoral, es jefe de gabinete de S¨¢nchez. Algunos le atribuyen una gran influencia sobre el presidente. Otros, no tanta.
En la sala de reuniones del despacho en Moncloa de Iv¨¢n Redondo, el jefe de gabinete de Pedro S¨¢nchez, hab¨ªa este viernes cuatro palabras escritas en el caballete que usa para las explicaciones. Eran: ¡°Anticipaci¨®n. Talento. Metodolog¨ªa. Arte¡±. ?l habla as¨ª, a saber si ten¨ªa que ver con la campa?a o con la corbata de S¨¢nchez. Redondo se cree poeta en un mundo prosaico, pero al mismo tiempo solo cree en la prosa, en el resultado. Su pel¨ªcula pol¨ªtica favorita, le dijo a Pablo Iglesias en una entrevista en La Tuerka, es El club de los poetas muertos. Ha citado en alguna ocasi¨®n unas l¨ªneas de Whitman que le describen quiz¨¢ mejor de lo que cree: ¡°Prosigue el poderoso drama y t¨² puedes contribuir con un verso¡±.
Ser parte del gran juego pol¨ªtico es la pasi¨®n de este donostiarra de 38 a?os, formado en la Universidad de Deusto y luego en Estados Unidos, tras crecer viendo series como El ala oeste de la Casa Blanca e imagin¨¢ndose dentro, o en Moncloa, que es donde est¨¢. Y todos sabemos que contribuye al poderoso drama, al nuestro de aqu¨ª, porque su nombre ha trascendido. No es an¨®nimo, como eran en el pasado los directores de gabinete. Jos¨¦ Enrique Serrano, que ocup¨® el cargo con Gonz¨¢lez y Rodr¨ªguez Zapatero, reflexiona: ¡°Es un papel que depende de lo que pide el presidente del Gobierno, cada uno ha sido distinto. Como S¨¢nchez ha llegado al Gobierno con una moci¨®n de censura, entra en la l¨®gica que haya buscado un director m¨¢s volcado en perspectivas electorales. Pero hasta ahora no ten¨ªan proyecci¨®n p¨²blica¡±. Aunque en teor¨ªa Redondo es un hombre en la sombra, hasta la oposici¨®n le ataca: ¡°?Les va a ir much¨ªsimo peor de lo que sus Redondos les susurran!¡±, advirti¨® esta semana la portavoz del PP, Cayetana ?lvarez de Toledo.
¡°No es Rasput¨ªn, solo es un asesor¡±, dice alguien de su entorno, que atribuye el revuelo al choque de un simple cambio generacional y de estilo. Rechaza la idea que se ha ido imponiendo de que es el gur¨² t¨¢ctico que toma todas las decisiones de S¨¢nchez. Ahora bien, es dif¨ªcil distinguir la importancia que le dan de la que tiene realmente, y de la que ¨¦l se atribuye, porque llama mucho a periodistas y siempre lo ten¨ªa todo previsto, las buenas jugadas eran cosa suya. Ha contribuido con sus versos al personaje, pero oficialmente es discreto y su entorno limita su influencia: ¡°Lo m¨¢ximo que puede aspirar un asesor es a hacer recomendaciones, no tomamos decisiones, es algo colectivo, todo el edificio de Moncloa se dedica a formar el criterio presidencial¡±. Hay otros nombres m¨¢s desconocidos ah¨ª dentro que influyen, como F¨¦lix Bola?os, secretario general de Presidencia; el sevillano Paco Salazar, que fue director de An¨¢lisis y Estudios y ahora es diputado, y Jos¨¦ Manuel Albares, en temas internacionales.
Pero Redondo se describe incluso como amigo de S¨¢nchez, un grado m¨¢s ¨ªntimo de complicidad. Desde luego le escucha. Le ayud¨® en las primarias y el l¨ªder del PSOE le fich¨® tras ganarlas, aunque es ajeno al partido, o por eso mismo. Dentro del PSOE muchos no le tragan, y hay marejada interna para culparle de ir a las elecciones. El jueves sali¨® a defenderle Jos¨¦ Luis ?balos con un tuit, porque volv¨ªa a salir su nombre en jaleos internos: ¡°Iv¨¢n Redondo forma parte del equipo electoral y tendr¨¦ el privilegio de seguir contando con su colaboraci¨®n [¡]. Lo siento por los inventores de historias, pero nuestra amistad y sinton¨ªa es total y contrastada". Es normal, es un marciano en el PSOE. ¡°Ya le pasaba en el PP¡±, dice un colaborador.
Porque Redondo creci¨® en campa?as imposibles del PP, que no es mala escuela, desde los 25 a?os. Empez¨® con la rompedora de Garc¨ªa Albiol en 2007 y 2011 en Badalona, atacando la inmigraci¨®n ilegal; la de Antonio Basagoiti al Gobierno vasco en 2009; la de Jos¨¦ Antonio Monago a la presidencia de Extremadura en 2011, que obtuvo. Incluso trabaj¨® para Mariano Rajoy, entre 2008 y 2011, un dato desconocido hasta ahora. Luego se tom¨® dos a?os sab¨¢ticos, de analista pop en Espejo P¨²blico, poniendo emoticonos a los pol¨ªticos, hasta que le llam¨® S¨¢nchez.
En su despacho ten¨ªa el viernes tres televisores puestos con TVE, La Sexta y Antena 3. En la mesa, un papel con los picos de audiencias de la entrevista de S¨¢nchez de la noche anterior. Los peri¨®dicos del d¨ªa, tambi¨¦n de provincias. Insiste a su equipo para que lean la prensa de papel, porque para ¨¦l a¨²n significa la influencia. En realidad, viene de lo que era la antigua Filosof¨ªa y Letras, un t¨ªtulo de Humanidades y Comunicaci¨®n, y no es experto en marketing.
Redondo no ha querido hablar para este art¨ªculo. No da entrevistas. En el encuentro personal es un tipo amable, cercano, no da ninguna impresi¨®n de ser maquiav¨¦lico. Listo y r¨¢pido, buen comunicador, con razonamientos siempre preparados -aunque a veces repite las mismas consignas desde hace a?os- y una curiosa preocupaci¨®n por que crean que es buena gente: le tortura que hablen de ¨¦l sin saber, le gustar¨ªa que le conocieran m¨¢s, una contraindicaci¨®n con su trabajo. Vive en esa tensi¨®n. Adem¨¢s de trabajar de siete de la ma?ana a 11 de la noche, con el reloj 10 minutos adelantado. Casado, sin hijos, al llegar a casa pasea a su perro, Currillo.
No quiere hablar, pero es que ya ha hablado mucho, tal vez demasiado. Sus v¨ªdeos del pasado son un material muy ameno, quiz¨¢ pec¨® de inexperiencia o exceso de entusiasmo. Ahora se esconde, pero sigue queriendo que se sepa que est¨¢ ah¨ª. Su etapa de Extremadura es reveladora: tras una carrera oculta de asesor en el PP, por fin pudo salir a la superficie en 2011 y ocup¨® un cargo como consejero. All¨ª pudo desmelenarse para que el mundo supiera qui¨¦n era, cuan fascinante era su labor, en comparecencias tipo Paulo Coelho, llenas de citas y m¨¢ximas vitales: ¡°El club de los poetas vivos somos hoy nosotros¡±. Ya ha cambiado eso. Tuvo una ¨²nica comparecencia en el Congreso el a?o pasado y solo hizo una cita, y encima de Wittgenstein.
El pol¨ªtico para ¨¦l es ¡°el cliente¡± y suele decir que su trabajo solo consiste en ¡°tirarse por el barranco por ¨¦l¡±. Cree y siente lo que le pida el cliente. En Extremadura dijo en 2012: ¡°Lo digo de coraz¨®n, porque solo hablo de esta manera, soy una persona muy transparente: yo me siento extreme?o¡±. Extreme?o, del PP de Albiol o de Rajoy, o ahora del PSOE de S¨¢nchez, o de tertuliano en La 13 con Abascal. Es un profesional. Ve la pol¨ªtica con pasi¨®n, pero m¨¢s que nada por su sentido l¨²dico. Habla de ella como un deporte, un juego, una partida, un desaf¨ªo acad¨¦mico o una serie televisiva. Con ganadores y perdedores, no hay m¨¢s. La compara siempre con el ajedrez. Suele repetir que es un profesional m¨¢s de ideas que de ideolog¨ªas, m¨¢s de personas que de partidos. Esto, claro, es muy nuevo en la pol¨ªtica espa?ola, y muy mal visto. Para quienes critican a Pedro S¨¢nchez y su presunta falta de escr¨²pulos, es su alma gemela en versi¨®n consultor.
Pero quien ha trabajado con ¨¦l le aprecia. ¡°Era una persona con una visi¨®n novedosa de la acci¨®n pol¨ªtica¡±, recuerda Garc¨ªa Albiol. ¡°Me ayud¨® mucho a situar mi marca personal, no solo a nivel local, sino nacional. Creo que es uno de los mayores estrategas en comunicaci¨®n pol¨ªtica¡±. Ahora bien, fuentes del PP catal¨¢n de la ¨¦poca apuntan: ¡°Quien le busque para montar una m¨¢quina de ganar elecciones, es uno de los mejores, pero quien busque un hombre de Estado, se equivoca¡±.
En el PP vasco tambi¨¦n dej¨® buen recuerdo. ¡°Era m¨¢s joven que nosotros, ten¨ªa mucho ¨ªmpetu, era un generador de ideas, las tra¨ªa de Estados Unidos¡±, recuerda uno de sus dirigentes. ¡°Trataba siempre de arriesgar, con golpes de efecto¡±. Un dirigente del PSOE admite: ¡°Te pueden no gustar sus m¨¦todos, pero me dio en enero los resultados de abril. El t¨ªo tiene intuici¨®n¡±. Y en febrero de 2018 ya buscaba la ocasi¨®n de presentar la moci¨®n de censura, que fue en junio. Es para preguntarse qu¨¦ ocurrir¨¢ si deja de acertar, sobre todo el 10 de noviembre.
En la entrevista que le hizo Pablo Iglesias dej¨® perlas maravillosas. Como que para ganar unas elecciones vale todo, hablando de Trump: ¡°Utilizar el populismo como t¨¦cnica electoral no es criticable; como ideolog¨ªa, s¨ª¡±. O esta otra sobre la izquierda: ¡°El coche rojo es la leche en este pa¨ªs, Pablo. Ganes o pierdas siempre puedes gobernar, pero en este momento la partida la est¨¢is ganando vosotros (¡) Construir relato sab¨¦is, pero construir un Gobierno est¨¢ por ver¡±. Al final regal¨® al l¨ªder de Podemos un pe¨®n de ajedrez y le explic¨® su profunda simbolog¨ªa: ¡°Es ese asesor, esa persona que est¨¢ detr¨¢s, y que siempre hay que destacar, y recuerdo que cuando llega a la casilla ocho se puede transformar en cualquier pieza, que es lo bonito del pe¨®n¡±. Eso dijo, lo bonito del pe¨®n. Iglesias flipaba.
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