El fracaso de la legislatura trunca los prop¨®sitos territoriales del PSOE en el Senado
Los socialistas preparaban la C¨¢mara alta como el centro de debate y armonizaci¨®n auton¨®mica
El Senado cierra este martes una breve legislatura en la que el PSOE arrebat¨® la hegemon¨ªa al PP y se dej¨® en el tintero prop¨®sitos de la nueva mayor¨ªa para convertir la C¨¢mara alta en el escenario de los debates territoriales de Espa?a. Desde mayo, cuando se constituy¨®, la instituci¨®n ha generado m¨¢s pol¨¦micas que actividad, llegando a celebrar un solo pleno en el que la financiaci¨®n auton¨®mica y el debate catal¨¢n sacudieron el hemiciclo presagiando una prol¨ªfica legislatura que ha sido cercenada por la falta de acuerdo de los partidos.
Despu¨¦s de 30 a?os, el pasado 28 de abril el PSOE hab¨ªa recuperado la mayor¨ªa absoluta del Senado, con 139 esca?os (123 electos y 16 designados) de los 266 que conforman la C¨¢mara. Con estos resultados, los socialistas quer¨ªan llevar a cabo una estrategia para convertir la instituci¨®n en el que fue su objetivo fundacional y nunca se materializ¨®: una C¨¢mara territorial de debate y armonizaci¨®n auton¨®mica. El primer problema que surgi¨® fue que el candidato para dirigirla, el l¨ªder del PSC, Miquel Iceta, no pudo ser elegido como senador de designaci¨®n territorial en sustituci¨®n de Jos¨¦ Montilla por el veto del independentismo, que impidi¨® su designaci¨®n por 25 votos a favor, 65 en contra y 39 abstenciones.
La alternativa fue impulsar al tambi¨¦n socialista catal¨¢n Manuel Cruz a la presidencia del Senado. Era importante para el PSOE que un catal¨¢n con un perfecto conocimiento de los factores y los actores de la crisis de Catalu?a, tomara las riendas del Senado para atraer el debate a la plaza de la Marina Espa?ola. Cruz hilvan¨® intenciones en su discurso de toma de posesi¨®n del cargo y explicit¨® lo que quer¨ªa: ¡°Una C¨¢mara centrada en el di¨¢logo de las distintas Administraciones del pa¨ªs y en la atenci¨®n y el impulso de la cohesi¨®n territorial de Espa?a, capaz de incidir en el funcionamiento de un Estado altamente descentralizado como el nuestro¡±.
El presidente advirti¨® que no iba a esperar a que llegaran las reformas de la Constituci¨®n para ¡°hacer del Senado una aut¨¦ntica C¨¢mara territorial influyente¡±. Lo consideraba ¡°una cuesti¨®n esencial e insoslayable para debatir y construir el futuro inmediato de Espa?a y de sus nacionalidades y regiones¡±. El Senado, sobre esas gu¨ªas, deb¨ªa centrar sus esfuerzos en buscar soluciones al reto demogr¨¢fico, a la despoblaci¨®n, reunir la Conferencia de Presidentes y ser el marco en la que se debatiera y dise?ara ¡°un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica y local que garantice la prestaci¨®n de unos servicios p¨²blicos dignos¡±. Se trataba, seg¨²n el Cruz, de ¡°convertir el Senado en parte de la soluci¨®n a los desaf¨ªos que enfrenta nuestro modelo territorial¡±.
La C¨¢mara alta, tras una etapa en la que hab¨ªa sido un foro de aclamaci¨®n de los Gobiernos del PP y, en ¨²ltima instancia, una trinchera de los populares contra el Gobierno socialista surgido de la moci¨®n de censura contra Mariano Rajoy, apuntaba un nuevo rumbo y un sentido mucho m¨¢s all¨¢ de la funci¨®n punitiva del art¨ªculo 155 que reclaman con insistencia el PP y Ciudadanos. Ahora, con la legislatura estrellada, todo queda donde estaba.
Como en 2016, la disoluci¨®n de las Cortes por parte del Rey llega cinco meses despu¨¦s de la constituci¨®n del Senado, sin embargo, la de 2019, atravesada por las vacaciones de verano, ha sido la legislatura m¨¢s improductiva del Senado. Frente a los cuatro plenos celebrados en 2016, la C¨¢mara alta solo ha llevado a cabo uno, el del pasado 10 de septiembre. Con todo, en esa sesi¨®n de control al Gobierno se abordaron asuntos cruciales: el problema de asfixia financiera que atraviesan las autonom¨ªas y el estado de las relaciones entre el Gobierno y la Generalitat de Catalu?a respecto al conflicto territorial que ha marcado el pulso de la pol¨ªtica espa?ola en los ¨²ltimos a?os. El debate empezaba a encauzarse en el marco apropiado cuando descarril¨® la legislatura.
Pero en este breve per¨ªodo, la instituci¨®n ha generado, sobre todo, m¨¢s ecos al margen que por la actividad de la instituci¨®n. Tras la pol¨¦mica por el boicot independentista a la designaci¨®n de Iceta, que fue llevado por los socialistas al Tribunal Constitucional, acapar¨® el foco el dirigente de ERC Ra¨¹l Romeva, que cumple prisi¨®n preventiva por su implicaci¨®n en el proc¨¦s. Romeva, que acudi¨® al Senado custodiado por la polic¨ªa a tomar posesi¨®n del cargo prometiendo por ¡°la rep¨²blica catalana¡±, estaba pendiente de que el Senado abordara la suspensi¨®n de sus funciones por su condici¨®n de preso, despu¨¦s de que el Tribunal Supremo remitiera un oficio a la C¨¢mara. Una semana despu¨¦s, la Mesa del Senado suspendi¨® sus derechos y deberes como senador en medio de las protestas de su grupo.
El fracaso de Javier Maroto en las listas del PP al Congreso de los Diputados por ?lava abri¨® otro curioso episodio en el Senado de hondas resonancias. El vicesecretario general del PP, siendo vasco, se empadron¨® en Sotosalbos (Segovia), donde alquil¨® una casa con ese fin, para que su partido lo designara senador auton¨®mico por Castilla y Le¨®n en sustituci¨®n de Ignacio Cosid¨®, salpicado por el caso Kitchen.
La convocatoria de nuevas elecciones reabre la puerta al PSOE para situar a Iceta en las listas al Senado, evitanto posibles futuros vetos, y, si los resultados acompa?an, tratar de retomar sus prop¨®sitos territoriales en la pr¨®xima legislatura como los concibi¨® para esta.
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