El PP convierte el Senado en trinchera contra el Gobierno

El PP ha vuelto la vista hacia el Senado tras ser desalojado de La Moncloa y constatar su insuficiente mayor¨ªa parlamentaria en el Congreso. Ahora el Senado se ha convertido no solo en el dique de contenci¨®n del Gobierno de Pedro S¨¢nchez sino tambi¨¦n en una importante fuerza de asalto para los populares. La mayor¨ªa absoluta en la C¨¢mara alta ofrece al PP un propicio campo de batalla en el que amplificar su capacidad como oposici¨®n, bloquear o frenar iniciativas del Congreso, someter a un control implacable al Gobierno, reprobar ministros (como ha hecho con Dolores Delgado) y forzar comparecencias del presidente.

El PP est¨¢ dispuesto a sacar todo el rendimiento del Senado para someter a S¨¢nchez a la m¨¢xima erosi¨®n en sus momentos de desaliento y anticipar la convocatoria de elecciones. Con ese fin acaba de pedir la comparecencia del presidente para que d¨¦ cuenta de las supuestas sospechas de plagio de su tesis doctoral, una iniciativa desechada por el Congreso y que se a?ade, entre otras, a un pleno extraordinario para que S¨¢nchez explique la crisis de la llegada de migrantes a las costas.

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La incorporaci¨®n de Ignacio Cosid¨® como portavoz del Grupo Popular en el Senado, tras el congreso del PP, ha supuesto un replanteamiento respecto a las prestaciones que ofrece en el nuevo escenario pol¨ªtico esta instituci¨®n considerada de segunda lectura. Cosid¨®, con un perfil m¨¢s afilado que su predecesor, Jos¨¦ Manuel Barreiro, se encerr¨® hace unos d¨ªas con sus senadores en un convento de Palencia para preparar una estrategia acorde con la posici¨®n de fuerza de sus 147 esca?os que contribuya a paliar la p¨¦rdida de hegemon¨ªa del partido tras el desalojo de Mariano Rajoy del Gobierno. Y sobre todo, para desgastar al Gobierno en sus flancos m¨¢s vulnerables.

Cosid¨® ha trazado una l¨ªnea de ataque cuyo eje es ¡°garantizar la unidad de Espa?a¡± a partir del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. La aprobaci¨®n de este precepto, siempre a requerimiento del Gobierno, corresponde al Senado y por la mayor¨ªa absoluta de que el PP dispone. El conflicto catal¨¢n ha amplificado la importancia de la C¨¢mara alta por tener en sus manos la intervenci¨®n de la Generalitat. Cosid¨® dispone del bot¨®n rojo, considera que ¡°las causas que motivaron la intervenci¨®n siguen vigentes¡± y urge al Gobierno de forma insistente para volver a aplicar de nuevo la medida. Con ello, rechaza la utilidad de la v¨ªa de di¨¢logo abierta por el Gobierno con la Generalitat y sacude el fr¨¢gil equilibrio con sus socios de moci¨®n de censura catalanes.

La cuesti¨®n catalana, por ser uno de los puntos m¨¢s delicados de S¨¢nchez, ocupar¨¢ buena parte del trabajo del grupo de Cosid¨®. Y para intensificar la artiller¨ªa sobre el Gobierno, el PP ha solicitado en la Junta de Portavoces del Senado, un ¨®rgano que controla, aumentar el n¨²mero de preguntas que le corresponde plantear a los ministros en las sesiones de control. El Grupo Popular del Senado ya no es el del partido del Gobierno sino el del principal partido de la oposici¨®n. Considera que debe aumentar el cupo de siete preguntas de que ahora dispone, las mismas que tiene el PSOE, que ha sido el principal partido de la oposici¨®n hasta junio, con 61 senadores. El PP, como oposici¨®n, reclama un incremento proporcional a sus 147 esca?os.

Adem¨¢s, ha ampliado el plan de trabajo de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n sobre la Financiaci¨®n de los Partidos Pol¨ªticos, considerada por la mayor¨ªa de grupos, que no participan en ella, como una r¨¦plica de la que investiga la financiaci¨®n del PP en el Congreso. Los populares, que ya han perturbado a los socialistas durante un a?o con un supuesto caso de financiaci¨®n irregular surgido en Valencia, van a solicitar las comparecencias del expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero por la presunta implicaci¨®n de varios de sus ministerios. Esta misma comisi¨®n, por la que ya han pasado el ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos y el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, tambi¨¦n llamar¨¢ al presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig.

La comisi¨®n, asimismo, tiene bajo la lupa el caso de los ERE de Andaluc¨ªa, para el que lleg¨® a registrar las comparecencias de la presidenta de la Junta, Susana D¨ªaz, y de sus antecesores Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n. Los populares quieren subir la temperatura al m¨¢ximo contra el Gobierno. Y contra los partidos que lo sostienen. Ese ¨®rgano, que durante el primer a?o ha gastado 5.736 euros, va a meter la garra tambi¨¦n en Catalu?a. El expresidente catal¨¢n Artur Mas ser¨¢ requerido por la financiaci¨®n de su formaci¨®n en calidad de m¨¢ximo responsable de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (entre 2012 y 2016) y del PDeCAT (desde 2016 a 2018).

Con los ojos en la actual coyuntura, pero sin perder de vista un futuro en el que la instituci¨®n fuera la trinchera para el PP, Cosid¨® quiere impulsar una resignificaci¨®n del Senado que lo convierta en una C¨¢mara de primera lectura para las leyes que ata?an a las competencias auton¨®micas, lo que aumentar¨ªa la posibilidad de intervenci¨®n de los populares. Pero manteniendo la ¨²ltima palabra en asuntos cruciales como la capacidad de veto en la Ley de Estabilidad Presupuestaria que le otorg¨® el Gobierno de Mariano Rajoy y que el de S¨¢nchez trata de sortear en un pulso sin precedentes entre La Moncloa y el Senado.