El acusado por el crimen de los Sala se niega a declarar por encontrarse ¡°psicol¨®gicamente fr¨¢gil¡±

El juicio por el crimen de los Sala, que desde ayer se celebra en Alicante, no va a contar con las declaraciones ni del ¨²nico acusado, Miguel L¨®pez, ni de su familia m¨¢s directa, su mujer y sus dos hijos. L¨®pez, que se enfrenta a la petici¨®n de 24 a?os de c¨¢rcel por haber asesinado, presuntamente, a su suegra, Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez, ha declinado responder a las preguntas de cualquiera de las partes, incluso de su abogado, por verse ¡°an¨ªmicamente¡± incapaz.

Con un hilo de voz que sali¨® a borbotones tras la primera pregunta de la magistrada que preside el tribunal del jurado, L¨®pez apenas pudo manifestar que no iba a declarar. ¡°An¨ªmicamente...¡±, comenz¨®, sin poder continuar. La magistrada pregunt¨® si se trataba de alguna afecci¨®n que pudiera demostrarse con un certificado m¨¦dico o si bien se acog¨ªa a su derecho de no declarar ante el jurado, formado por nueve integrantes. Fue el abogado el que sali¨® al paso para responder. E indic¨® que el estado de su cliente es ¡°psicol¨®gicamente fr¨¢gil¡±. Y que, por tanto, no iba a dar su versi¨®n ante el jurado ni iba a responder a pregunta alguna, viniera de donde viniera.

Tampoco se escuchar¨¢ la voz durante el juicio ni de la mujer de L¨®pez, Eva Fuensanta Sala, conocida como Fanny, ni de sus hijos. As¨ª lo hab¨ªa solicitado previamente el abogado defensor, justo antes de que comenzaran los interrogatorios de un proceso que se alargar¨¢ 18 d¨ªas. Se ha acogido para ello a la dispensa legal que da derecho a los familiares de primer grado de un acusado a no declarar. La defensa ha presentado un documento con la petici¨®n que han aceptado tanto el ministerio fiscal como la acusaci¨®n particular, que representa al hijo de la v¨ªctima, Vicente Jes¨²s Sala. No obstante, la magistrada ha se?alado que esta solicitud deb¨ªa formalizarse ante un secretario judicial, en la Audiencia Provincial de Alicante. Es decir, lejos del revuelo medi¨¢tico al que aludi¨® el abogado defensor.

Era el interrogatorio m¨¢s esperado de un juicio en el que los protagonistas forman parte de la aristocracia alicantina. La v¨ªctima era la viuda de uno de los expresidentes de Caja Mediterr¨¢neo (CAM), Vicente Sala, propietario adem¨¢s de todo un conglomerado de empresas de distintos ramos. En diciembre de 2016, Mart¨ªnez fue tiroteada en el lavadero de un concesionario propiedad de la familia Sala. Dos meses despu¨¦s, en febrero de 2017, su yerno fue detenido. Sali¨® de prisi¨®n tras pagar una fianza de 150.000 euros. Tres a?os despu¨¦s, Miguel L¨®pez sigue siendo el ¨²nico acusado. Se le juzga por los supuestos delitos de asesinato y tenencia il¨ªcita de armas. Para su defensor, no existen pruebas concluyentes de que ¨¦l fuera quien apret¨® el gatillo.

Mart¨ªnez recibi¨® dos disparos en la cabeza y pudo estar hasta 25 minutos agonizando por un m¨®vil econ¨®mico. La investigaci¨®n apunta a una fuerte disputa entre Vicente Jes¨²s Sala, el hijo mayor, y sus hermanas, Mar, Antonia y Fanny, por el control de las empresas legadas por su padre. La madre se hab¨ªa decantado por su ¨²nico hijo var¨®n y estaba dispuesta a concederle el poder. Ese habr¨ªa sido el motivo, seg¨²n la instrucci¨®n previa al juicio, que habr¨ªa llevado a L¨®pez a citar a su suegra un viernes festivo, en el puente de la Inmaculada, llevarla a un sitio apartado en el concesionario del que era gerente y acribillarla. Junto a la v¨ªctima solo aparecieron dos casquillos de bala y su bolso, intacto.