Un misterioso dibujo reabre el caso del ¡®ni?o pintor¡¯ de M¨¢laga
Una compa?era de clase de David Guerrero, desaparecido en 1987, recibe en su buz¨®n una caricatura dibujada por ¨¦l
Gema Calder¨®n cree que David Guerrero ser¨ªa hoy tan conocido como Antonio Banderas o Pablo Picasso. ¡°Era incre¨ªble c¨®mo pintaba, le sal¨ªa natural¡±, recuerda. Con solo 13 a?os, a David ya se le conoc¨ªa como el ni?o pintor por sus cualidades art¨ªsticas. Gema se sentaba a su lado en las clases extraescolares de dibujo del colegio Divino Pastor para verle en acci¨®n. Un d¨ªa, ¨¦l le hizo un regalo: la caricatura de un hombre mayor. ¡°Vaya cosa m¨¢s fea que me has hecho¡±, le dijo la entonces ni?a de 12 a?os, que lo colg¨® en la pared de su habitaci¨®n. Semanas despu¨¦s, el 6 de abril de 1987 David desapareci¨®. La ni?a entreg¨® aquel dibujo a la polic¨ªa. Se convirti¨® en una de las principales pistas del caso.
32 a?os despu¨¦s, alguien le ha devuelto la caricatura a Gema. La dej¨® en su buz¨®n, que no tiene ning¨²n nombre escrito. ¡°Me qued¨¦ de piedra¡±, recuerda la mujer. Asegura que es original: su letra sigue en el anverso, como el agujero de la chincheta con la que lo clav¨® en la pared de su habitaci¨®n. ¡°No hay duda¡±, insiste. La desaparici¨®n de David Guerrero es un misterio sin resolver. El hallazgo del dibujo ha engrasado la maquinaria de un caso que nunca se cerr¨®, pero que estaba en punto muerto. Los agentes realizan ahora un peritaje al papel en busca de huellas y han tomado declaraci¨®n a Gema Calder¨®n. La familia pide cautela. Ya recibi¨® llamadas en el pasado de personas que se hac¨ªan pasar por el desaparecido. ¡°Hay gente dispuesta a hacer mucho da?o¡±, dice Jorge Guerrero, hermano mayor de David, que acumula nuevas preguntas a las que se hace desde los ochenta. ¡°?C¨®mo ha llegado el documento al buz¨®n? ?Qui¨¦n lo ha sacado de dependencias policiales?¡±, cuestiona. La polic¨ªa no las responde, pero muchos dan por muerto al ni?o. Sobre el papel, tambi¨¦n lo hace su familia: pidi¨® la declaraci¨®n de su fallecimiento para aclarar una herencia. El Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 8 de M¨¢laga lo hizo en oto?o de 2016. ¡°A¨²n lo sentimos vivo¡±, dijo entonces su madre, Antonia Guevara.
¡°Es una gran espina que a¨²n tenemos clavada¡±, afirma Emilio Palacios. Hoy est¨¢ jubilado, pero en 1987 se encarg¨® del caso como inspector jefe del entonces Cuerpo Superior de Polic¨ªa en M¨¢laga. Viaj¨® a Lisboa para seguir la pista de un ni?o al que varios testigos confundieron con David; removi¨® cielo y tierra; hizo multitud de llamadas; investig¨® en Barcelona y M¨¦xico... ¡°Pero siempre nos estrellamos¡±, comenta Palacios, que subraya que entonces no hab¨ªa ordenadores ni Internet para trabajar. ¡°No s¨¦ si fue una desaparici¨®n voluntaria o involuntaria, solo que se esfum¨®¡±, expone el agente que ha dedicado casi 30 a?os al caso. Cree que la caricatura de marras la ha podido dejar cualquiera: ¡°Los documentos han pasado por muchas manos en tanto tiempo¡±.
Una de las pistas que sigui¨® le llev¨® a Suiza en 1990. Ese a?o, una empleada del hotel Los Naranjos, cerca de la playa de La Malagueta, dijo que tres a?os antes hab¨ªa encontrado un papel donde estaba escrito ¡°David Guerrero, Huelin [zona de M¨¢laga]¡± en la habitaci¨®n donde se hab¨ªa alojado un turista suizo, de nombre Rudolf. En tierras helv¨¦ticas comprobaron que el hombre ya hab¨ªa fallecido. Su viuda permiti¨® el acceso a un extenso archivo fotogr¨¢fico. Hab¨ªa multitud de retratos art¨ªsticos, pero ninguno de David. ¡°Nunca se le consider¨® sospechoso¡±, aclara Palacios.
Escepticismo
La familia Guerrero es esc¨¦ptica con esta pista. Reconoce que hay una fotograf¨ªa de Rudolf que se parece mucho al dibujo hecho por David. En las dem¨¢s, ¡°no tiene nada que ver¡±. ¡°La caricatura no es de esa persona¡±, asegura Ra¨²l Guerrero, hermano menor de David y tambi¨¦n artista. Cuenta que la ilustraci¨®n se parece a otros ¡°personajes malvados imaginados¡± hechos por el ni?o, que se pudieron ver en 2018 en una exposici¨®n en M¨¢laga. ¡°Su aparici¨®n es algo anecd¨®tico, es una v¨ªa equivocada¡±, a?ade Jorge Guerrero. ¡°Solo ha servido para rellenar minutos de televisi¨®n y p¨¢ginas de peri¨®dicos desde los a?os noventa¡±, insiste el periodista Daniel Carretero. Los tres preparan un libro para obtener las respuestas que la polic¨ªa nunca les dio.
El a?o pasado, la familia encontr¨®, tambi¨¦n en el buz¨®n, una carta an¨®nima. ¡°Olv¨ªdense de la pista suiza, de Portugal, de Marruecos, de todo lo dem¨¢s¡±, dec¨ªa la misiva, que ped¨ªa a la polic¨ªa poner ¡°la lupa¡± en la pe?a El Cenachero, ubicada en el centro de M¨¢laga y en cuya segunda planta David acud¨ªa a clases de pintura. ¡°Fue planeado, Antonia. Lo estaban esperando y ¨¦l los conoc¨ªa¡±, a?ad¨ªa el texto, que apuntaba un nombre sin apellidos: Gervasio. La pe?a era un centro sociocultural con cientos de socios, la mayor¨ªa de la alta sociedad malague?a: empresarios, polic¨ªas, pol¨ªticos. Varias personas recuerdan a un tal Gervasio que se evapor¨® a finales de los ochenta. ¡°Seg¨²n el sumario, la polic¨ªa estudi¨® el entorno de la academia, pero no la pe?a¡±, dice Carretero.
La versi¨®n oficial relata que el ni?o sali¨® de su casa en la barriada 25 A?os de Paz, en Huelin, sobre las 18.40 del 6 de abril de 1987. Y que ah¨ª se le perdi¨® el rastro. La investigaci¨®n familiar ha arrojado datos diferentes. Una nota del Gobierno Civil dice que al ni?o se le vio en una parada de autob¨²s, confirmado por dos vecinos. Iba camino de la galer¨ªa La Maison, donde expon¨ªa un cuadro del Cristo de la Buena Muerte. All¨ª ten¨ªa una cita con Francisco Fad¨®n, director de Radio Popular, quien declar¨® que el chico nunca lleg¨®. Sin embargo, el pintor Rafael Jaime dice haber visto al ni?o en la sala aquella tarde. ¡°Quiz¨¢ se retras¨®. Ese d¨ªa la reina Sof¨ªa inauguraba el Teatro Cervantes y hab¨ªa atascos¡±, argumenta Carretero, a quien dos testigos han relatado que lo vieron despu¨¦s en la academia de dibujo.
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