Roc¨ªo Monasterio hizo otra obra en 2004 sin ser arquitecta y sin licencia

La l¨ªder de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, firm¨® como arquitecta en la certificaci¨®n de una obra en Madrid en 2004, seg¨²n el documento al que ha tenido acceso EL PA?S, cuando a¨²n no ten¨ªa el t¨ªtulo, que obtuvo en 2009. Es una obra en un local, el cuarto de los cinco casos conocidos hasta ahora, pero hay m¨¢s: el expediente municipal revela que incluso hizo esos trabajos sin la licencia necesaria, no consta que se concediera ning¨²n permiso. Solo comunic¨® un ¡°acondicionamiento de local¡±, seg¨²n figura en el expediente, pero derrib¨® muros de carga e hizo otras operaciones de riesgo solo autorizadas a arquitectos.

La certificaci¨®n de obra de este proyecto en la calle San Marcos 24 de Madrid, un documento del que eldiario.es public¨® algunos detalles este lunes, indica que Monasterio asumi¨®, al firmar la direcci¨®n facultativa, la responsabilidad de operaciones complejas que solo puede autorizar un arquitecto. Por ejemplo, seg¨²n consta en las distintas p¨¢ginas, derribo de muros de carga, colocar cargaderos de acero, desmontaje y demolici¨®n de forjados de hormig¨®n e instalar una estructura met¨¢lica. Pero es que adem¨¢s ni siquiera tramit¨® la licencia de obra necesaria para una obra mayor de ese calibre. Simplemente comunic¨® actuaciones de trabajos de poca monta. De hecho, el Ayuntamiento de Madrid le exigi¨® m¨¢s informaci¨®n, que nunca llego a aportar. Mientras tanto, en tres meses acab¨® la obra.

Esta es la segunda ocasi¨®n en que Roc¨ªo Monasterio aparece como arquitecta en una obra cuando a¨²n no lo era, tras el primer caso en 2003 revelado por EL PA?S, los planos de tres lofts en la calle Villafranca 6 de Madrid. Su reacci¨®n al d¨ªa siguiente fue decir que no recordaba si en 2003 era arquitecto. La historia de este nuevo caso, en San Marcos 24, repite el m¨¦todo que se ha ido descubriendo en otros negocios inmobiliarios de Monasterio y su marido, el promotor Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso. El local era un espacio abandonado en el centro de Madrid que la compa?¨ªa Por Un D¨ªa SL pens¨® alquilar para organizar eventos de empresas con su firma Versatile. ¡°Hablamos con tres arquitectos que nos dijeron que no hab¨ªa nada que hacer, que nunca nos dar¨ªan una licencia de uso para eso, porque era una zona de saturaci¨®n de ruidos, con vecinos, y era dif¨ªcil. Pero dimos con Roc¨ªo Monasterio y ella nos dijo que no hab¨ªa problema, que ten¨ªa contactos en el Ayuntamiento y lo arreglar¨ªa¡±, relata Carolina D. P., una de las dos socias de la empresa. La acabaron denunciando para reclamar una indemnizaci¨®n, aunque perdieron el juicio en 2008.

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Roc¨ªo Monasterio firm¨® planos como arquitecta antes de tener el t¨ªtulo

Llegaron a Monasterio porque en aquella ¨¦poca aparec¨ªa en varias revistas de vivienda y decoraci¨®n, en las que se presentaba como arquitecta, aunque a¨²n no lo era, y mostraba sus proyectos de loft a la moda. Aunque la actual portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid no obtuvo el t¨ªtulo hasta 2009, ten¨ªa su propio estudio, a su nombre, desde 2000, Roc¨ªo Monasterio Asociados. En esa ¨¦poca fue entrevistada en Elle Deco, Nuevo Estilo, Habitania y otros medios como arquitecta, y as¨ª la conocieron. ¡°Se vend¨ªa muy bien, y te recib¨ªa en su estudio, que era tambi¨¦n su casa, un loft espectacular en el que t¨² pensabas que eso era exactamente lo que t¨² quer¨ªas¡±, explica Carolina. Finalmente hicieron la obra en el local, pero tuvieron muchos problemas y al cabo de un a?o y medio tuvieron que cerrar porque el permiso de actividad nunca lleg¨®. ¡°Todo el papeleo lo mandaba ella desde su oficina y no sab¨ªamos lo que hac¨ªa¡±, relata.

En la comunicaci¨®n de actuaciones al Ayuntamiento de Madrid la obra se describe as¨ª: ¡°Fontaner¨ªa de ba?os, electricidad, iluminaci¨®n, humedades en patio, varios patio soleras, alicatados actuales suprimirlos¡±. Es decir, hac¨ªa parecer lo que Monasterio est¨¢ defendiendo ahora, que sus trabajos eran de simple interiorismo, cuando en realidad estaba derribando muros de carga y colocando vigas. El Ayuntamiento consider¨® que la informaci¨®n de la solicitud era insuficiente y exigi¨®, entre otras cosas, ¡°aportar hoja de encargo y de la direcci¨®n facultativa de la ins?talaci¨®n de la actividad visada por el colegio oficial correspon?diente¡±. Pero as¨ª se qued¨® la cosa, y para entonces la obra ya estaba terminada.

Carolina D. P. y su socia denunciaron luego a Roc¨ªo Monasterio en 2006, para reclamarle una indemnizaci¨®n, pero perdieron el pleito. Esta empresaria describe la obra como ¡°una chapuza, era para tirarlo todo¡±. ¡°Hab¨ªa una escalera de caracol, prohibida desde hace a?os en una zona de evacuaci¨®n, y puso el aire acondicionado en el patio vecinal, hac¨ªa much¨ªsimo ruido y ven¨ªa la polic¨ªa cada dos por tres. Fue una pesadilla, nos destroz¨® la vida, esta mujer es un peligro p¨²blico¡±, lamenta.

Pero el pleito sac¨® a la luz aspectos interesantes. ¡°Al ir a juicio descubrimos que no era arquitecta y ah¨ª se nos cay¨® el mundo. Ella misma lo reconoci¨® ante el juez. Dijo que ten¨ªa la carrera pero a¨²n no hab¨ªa presentado el proyecto final¡±, asegura Carolina. Entonces apareci¨® en escena Antonio Monasterio, el hermano. Era ingeniero industrial y quien firmaba el proyecto, ¡°como proyectista y director de la obra¡±, dice la sentencia. ¡°Pero es que la primera vez que le vimos fue en el juicio. Es m¨¢s, el juez le pregunt¨® si hab¨ªa ido alguna vez a la obra y dijo que no. Quien estuvo en la obra siempre fue Roc¨ªo, pero resulta que sobre el papel no era ella la proyectista, es que ni siquiera era arquitecto¡±, relata. Aun as¨ª firm¨® el certificado de obra como direcci¨®n facultativa.

Los cinco casos de irregularidades urban¨ªsticas de Espinosa de los Monteros y Monasterio destapados hasta ahora en Madrid son: en su propio chal¨¦ en el barrio de Chamart¨ªn; en un bloque de ocho lofts en calle Pedro Heredia 6; en tres lofts en calle Villafranca 6; en el local en San Marcos 24 y en un loft en Amalia 19. El matrimonio ha respondido a trav¨¦s de un portavoz que ellos nunca prometieron permisos de habitabilidad en sus lofts, como sostienen algunos de sus compradores, y que fueron vendidos como locales, tal como consta en los contratos. No han desmentido el resto de irregularidades.