La desmemoria hist¨®rica de un pueblo que se llam¨® Aza?a

El 18 de octubre de 1936, las tropas franquistas entraron en la localidad toledana de Aza?a, a 40 kil¨®metros de Madrid. No tuvieron que pegar un solo tiro, pero los pegaron. Dejaron como un colador el cartel con el nombre del pueblo, que coincid¨ªa con el apellido del presidente de la Rep¨²blica. Al d¨ªa siguiente, el comandante Jes¨²s Velasco reuni¨® en el ayuntamiento a ocho vecinos, en sustituci¨®n de los concejales leg¨ªtimos que se hab¨ªan dado a la fuga, y puso la pistola sobre la mesa. ¡°Recogiendo el sentir del pueblo¡±, seg¨²n el acta del pleno, acordaron por unanimidad ¡°solicitar de su Excelencia el Jefe del Estado [Franco] que en lo sucesivo esta villa lleve el nombre de Numancia de la Sagra [comarca esta ¨²ltima donde est¨¢ ubicada], por el hecho trascendental de haber sido reconquistada por los gloriosos escuadrones del Regimiento de Numancia¡±.

No consta que nadie tuviera el ¨¢nimo de explicar al victorioso comandante que el pueblo no deb¨ªa su nombre a don Manuel. Su etimolog¨ªa se remontaba al ¨¢rabe al-saniya, en alusi¨®n a la ace?a o molino de agua que a¨²n figura en el escudo municipal. De un plumazo, ignorando la historia y las instrucciones de sus superiores, el militar franquista elimin¨® un top¨®nimo de 800 a?os, que aparece por vez primera en un documento del rey Sancho III de 1158 y figura en escritos de Lope de Vega sobre la hija m¨¢s ilustre de la localidad, sor Juana de la Cruz.

El 19 de octubre, coincidiendo con el 83 aniversario del cambio de nombre, se celebr¨® en la antigua casa consistorial el D¨ªa de Aza?a, que reuni¨® a muchos de los m¨¢s de 40 aza?eros, los vecinos nacidos antes de la Guerra Civil, que todav¨ªa viven.

Clemente Serrano, de 94 a?os, a¨²n recuerda la copla que se cantaba cuando ¨¦l era ni?o: ¡°Nuestro pueblo no quiere llamarse como El Verrugas, que se llame Numancia nos honra y nos orgulla¡±. Manuel Aza?a nunca visit¨® el pueblo, pero s¨ª conoc¨ªa su existencia. Serrano cuenta que quien ser¨ªa luego presidente de la II? Rep¨²blica asisti¨® en 1925, como notario, a la legalizaci¨®n de la herencia de su padre, muerto cuatro meses antes de que ¨¦l naciera.

Farmac¨¦utico de profesi¨®n, el menor de siete hermanos, Clemente Serrano fue alcalde de la localidad durante 11 a?os, en la d¨¦cada de los noventa y principios del siglo XXI, por el PP, y se propuso recuperar el nombre tradicional porque ¡°la historia¡±, repite a¨²n hoy, ¡°merece justicia¡±.

Sus compa?eros de partido le dieron la espalda. Le dec¨ªan que no conven¨ªa meterse en ese embrollo y que el cambio costar¨ªa mucho dinero porque habr¨ªa que modificar desde las escrituras hasta los DNI, lo que no era cierto. ¡°Yo le he elegido alcalde de Numancia, no de Aza?a¡±, le espet¨® una vecina. Ya con Zapatero en La Moncloa, acudi¨® a la Direcci¨®n General de la Memoria Hist¨®rica, donde se lavaron las manos alegando que la decisi¨®n depend¨ªa del consistorio.

Tampoco los alcaldes socialistas que le sucedieron se atrevieron a dar el paso, aunque limpiaron el callejero de la nomenclatura franquista. ¡°Yo propuse incluir el cambio de nombre en nuestro programa electoral¡±, recuerda I?aki Gauna, veterinario y exmilitante del PSOE. ¡°Si hacemos eso no ganamos', me respondieron. Y ?para qu¨¦ queremos ganar si tenemos que renunciar a nuestro programa?¡±

El actual alcalde, Juan Carlos S¨¢nchez Trujillo, del PP, alega que el pueblo ¡°tiene otras prioridades¡±, como la ocupaci¨®n ilegal de casas vac¨ªas, el desempleo o el transporte (el tren pasa de largo por la estaci¨®n y los vecinos deben desplazarse a Illescas, a cinco kil¨®metros, para tomarlo). Cuando se le insiste, alega que el tema genera ¡°crispaci¨®n¡± entre los vecinos y que quien lo intente ¡°se meter¨¢ en un l¨ªo¡±.

Incluso los defensores de Aza?a reconocen que, si el cambio se sometiera a refer¨¦ndum, se perder¨ªa. La localidad ha multiplicado por cinco su poblaci¨®n en los ¨²ltimos 25 a?os, se ha convertido en un pueblo dormitorio de Madrid y el 90% de sus habitantes no ha conocido otro nombre que Numancia de la Sagra.

La celebraci¨®n del D¨ªa de Aza?a es ¡°un acto de reconocimiento a nuestros mayores¡±, en palabras del alcalde, la oportunidad para que se encuentren aza?eros que viven fuera con los que a¨²n siguen en el pueblo.

Para Andr¨¦s Cenamor, coordinador local de IU, es mucho m¨¢s. La moci¨®n que su grupo consigui¨® aprobar en 2012 ped¨ªa tambi¨¦n que se explicaran ¡°en los colegios e institutos los motivos¡± del cambio de denominaci¨®n del municipio y que se recurriera a historiadores para que el desprecio al pasado no sea consecuencia de la ignorancia.

Hasta ahora se ha hecho muy poco, seg¨²n Cenamor: una placa en la sede del antiguo ayuntamiento y una exposici¨®n de fotos del pueblo antes de la guerra. Demasiado tarde y demasiado lento para In¨¦s, la t¨ªa de Andr¨¦s, veterana de los aza?eros a sus 96 a?os. ¡°Naci¨® en Aza?a y tiene derecho a morir en Aza?a¡±, alega su sobrino.