¡°1.200 euros por echarnos la puerta abajo y darnos una paliza: ?qu¨¦ justicia es esta?¡±
La familia de Puente Genil v¨ªctima de un error judicial recurre la indemnizaci¨®n que le ofrece el ministerio
Los tres miembros de la familia Barcos Berral, de Puente Genil (C¨®rdoba), est¨¢n indignados. Dos a?os despu¨¦s de que agentes de la Guardia Civil se equivocaran de casa en una operaci¨®n antidroga e irrumpieran a mazazos en la vivienda que poseen en la calle Bail¨¦n 33, de esta localidad andaluza, el Ministerio de Justicia solo les ofrece como indemnizaci¨®n 1.228,15 euros. El error fue grave: destrozaron la puerta con una maza y, seg¨²n explica la familia, les pegaron y les "tiraron al suelo en el sal¨®n".
"Estaba reci¨¦n operada de una hernia umbilical, y me rompieron la malla que llevaba en el abdomen. Al caer se me reabri¨® la herida", dice la mujer
"Nos preguntaban por drogas y en mi casa nunca ha habido drogas", se?ala Mar¨ªa Berral, la madre, de 55 a?os, que sufri¨® lesiones durante el err¨¢tico registro. La puerta que derribaron los agentes est¨¢ a¨²n sin arreglar "porque no tenemos dinero para arreglarla", indica Mar¨ªa.
La familia se ha puesto en manos de la asociaci¨®n de Abogados Sin Fronteras Mundi, que preside Francisco de As¨ªs Vargas, y va a presentar un recurso ante los tribunales de lo contencioso-administrativo. "?Qu¨¦ justicia es esta? Entran a mazazos por error en nuestra casa, a las cinco de la madrugada, un mont¨®n de polic¨ªas armados, nos tiran al suelo, nos dan patadas, y yo reci¨¦n operada... ?Usted cree que es justo que todo eso se salde con 1.200 euros?", pregunta Mar¨ªa. El registro se hizo el 15 de marzo de 2017.
"Estaba reci¨¦n operada de una hernia umbilical, y me rompieron la malla que llevaba en el abdomen de la operaci¨®n. Al caer se me reabri¨® la herida, tuve una hemorragia interna y de nuevo tuve que pasar por el quir¨®fano", reitera Mar¨ªa Berral. No fue la ¨²nica afectada. A su marido, Miguel Barcos, de 62 a?os, entonces convaleciente de dos recientes infartos, un agente le puso la rodilla encima del cuello, sobre el suelo del sal¨®n, justo en el sitio donde instantes antes se hab¨ªa orinado el perro de la familia. Este huy¨® despavorido de la casa entre las piernas de los agentes y pasaron muchas horas hasta que Miguel Barcos (el hijo, de 31 a?os) le encontr¨® deambulando por el municipio.
"Aparte de tirarnos al suelo y esposarles, dieron patadas a mi marido y a mi hijo", cuenta Mar¨ªa. "A m¨ª me dejaron ir al servicio a tomarme una pastilla, porque al caer al suelo se me reabri¨® la herida de la operaci¨®n", a?ade.
El Ministerio de Justicia justifica el pago de solo 1.200 euros en que esta cantidad es suficiente para arreglar la puerta: dos a?os despu¨¦s sigue igual de destrozada que qued¨® la madrugada del registro: "No tenemos para arreglarla", dice Mar¨ªa. Justicia tambi¨¦n se?ala que las lesiones que la familia asegura que sufri¨® "no est¨¢n acreditadas". Mar¨ªa tiene partes m¨¦dicos que adveran que estaba reci¨¦n operada el d¨ªa del registro policial y que tuvo que pasar nuevamente por el quir¨®fano tras la irrupci¨®n de los agentes en su casa.
Hasta ahora, la familia ha estado en manos de un abogado de oficio. El juzgado que dict¨® la orden de registro y que se equivoc¨® de domicilio, el n¨²mero 1 de Puente Genil, archiv¨® la denuncia que interpusieron los afectados por el error y los consiguientes da?os padecidos, al entender que estos no estaban acreditados. "?C¨®mo que no est¨¢n acreditados? ?Y qu¨¦ pasa con los partes m¨¦dicos que aportamos...? Nosotros no tenemos dinero para pagar un abogado que ponga las cosas en su sitio. Y se tapan unos a otros", subraya. El ¨²nico ingreso de la familia son los 607 euros de pensi¨®n por enfermedad que percibe Miguel padre.
El registro dur¨® m¨¢s de una hora. Hasta que lleg¨® la letrada de la Administraci¨®n de Justicia del juzgado y pidi¨® disculpas. "Nos dijo que se hab¨ªan equivocado de domicilio, que disculp¨¢semos el error¡ ?Todo era incre¨ªble, despu¨¦s de tirarnos la puerta abajo y pegarnos, nos dicen que lo sienten! ?Y ya est¨¢...? ?Acudimos tambi¨¦n a Madrid y aqu¨ª no ha pasado nada...? ?A mi madre tuvieron que operarla otra vez al tirarla al suelo!", explic¨® Miguel hijo a este peri¨®dico.
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