La Costa del Sol ya no es lugar para fugitivos
La presi¨®n policial, la cooperaci¨®n y la presencia de enemigos reduce los criminales huidos en M¨¢laga
Entre Estepona y Fuengirola, al oeste de la provincia de M¨¢laga, hay decenas de urbanizaciones desperdigadas por la monta?a. Muchas formadas por viviendas de lujo con grandes medidas de seguridad. Otras, por peque?os bloques ocupados por apenas unos cuantos vecinos de diferentes nacionalidades. Nadie camina en unas barriadas cuyo ¨²nico trasiego es el de veh¨ªculos con lunas tintadas. La tranquilidad y el anonimato son parte de su esencia. Como el sol, que brilla m¨¢s de 300 d¨ªas al a?o.
Para disfrutar esa calidad de vida, el marroqu¨ª Said B. S., de 37 a?os, se mud¨® desde B¨¦lgica hasta Mijas. All¨ª viv¨ªa hasta que una investigaci¨®n del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) de la Costa del Sol dio con un BMW modelo X5 y matr¨ªcula alemana de su propiedad. Dos semanas de paciente vigilancia concluyeron con su detenci¨®n cerca del Tennis Royal Club de Marbella. Sobre ¨¦l pesaba una Orden Europea de Detenci¨®n por estar involucrado en la introducci¨®n de 26 kilos de coca¨ªna en el Puerto de Amberes.
Said B. fue uno de los 108 fugitivos detenidos en la Costa del Sol durante 2017 por la Polic¨ªa Nacional, seg¨²n sus datos. En 2019 la cifra ha ca¨ªdo hasta los 31. La tendencia a la baja es constante durante la ¨²ltima d¨¦cada, como confirman en el Ministerio del Interior. De acuerdo con sus guarismos, que incluyen arrestos de Guardia Civil y polic¨ªas locales, de los 129 detenidos en M¨¢laga en 2012 se pas¨® a 76 en 2018, ¨²ltimo a?o con datos disponibles.
Mientras en Barcelona las cifras crecen de 57 a 95 en esos mismos a?os y en Madrid la media ronda las 150 detenciones anuales, la Costa del Sol pierde peso como refugio de pr¨®fugos. ¡°Aqu¨ª todos tenemos las orejas tiesas y ellos lo saben¡±, explica un experimentado investigador del GRECO Costa del Sol, perteneciente a la Brigada Central de Crimen Organizado de la Polic¨ªa Nacional. El destino de moda entre pr¨®fugos es ahora Dubai. All¨ª se esconden las mafias irlandesas asentadas en M¨¢laga. Tampoco se olvidan de Latinoam¨¦rica. En Espa?a, Alicante, la Costa Brava y las Baleares son sus escondites favoritos.
Las nacionalidades de quienes buscan evaporarse en M¨¢laga son variadas: marroqu¨ªs, brit¨¢nicos, escandinavos, latinoamericanos¡ No var¨ªa tanto el delito cometido: el 90% est¨¢n relacionados con el narcotr¨¢fico y sus actividades lindantes. Muchos eligen la Costa del Sol para continuar, rehacer o empezar negocios con la coca¨ªna como protagonista. La mayor¨ªa son hombres. Hay sicarios, atracadores, l¨ªderes de bandas moteras. Y casos excepcionales como la mujer que produc¨ªa v¨ªdeos de car¨¢cter sexual con sus hijas peque?as detenida en agosto de 2018 reclamada por Suecia. Trabajaba en Benalm¨¢dena en una empresa que buscaba viviendas a sus compatriotas. La Costa del Sol facilita a los delincuentes pasar desapercibidos. En Marbella residen personas de 143 nacionalidades, de 120.
Hay quien lleva a sus hijos al colegio o participa de la vida social. ¡°Otros muchos se esconden como ratas¡±, cuenta el agente. Como H. M. A., autor de un asesinato en 2014 en Ceuta, que viv¨ªa entre enormes medidas de seguridad en Casares e incluso llevaba puestos unos vaqueros antibalas. ¡°Jam¨¢s hab¨ªamos visto algo similar¡±, dice otra investigadora del GRECO. Lo portaba por miedo a la polic¨ªa, pero sobre todo a organizaciones rivales. Es otro de los motivos por el que fugitivos, especialmente de los Balcanes, evitan ahora la Costa del Sol: es un avispero donde es f¨¢cil cruzarse con enemigos. Ellos buscan ahora zonas mediterr¨¢neas en Grecia e Italia. Desde el Grupo de Fugitivos de la Polic¨ªa Nacional aseguran de forma tajante: ¡°La Costa del Sol ya no es un lugar seguro para quienes huyen de la Ley¡±.
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