Droga, tr¨¢fico de animales ex¨®ticos y sicarios: ¡°Luc¨ªa sab¨ªa mucho¡±
El caso del asesinato de Luc¨ªa Garrido en 2008 dio un giro seis a?os despu¨¦s cuando Asuntos Internos de la Guardia Civil asumi¨® la investigaci¨®n
El crimen de Luc¨ªa Garrido, la mujer de 35 a?os cuyo cad¨¢ver fue hallado flotando en la piscina de su finca Los Naranjos en Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga) en 2008, fue archivado por falta de pruebas y, m¨¢s tarde, reabierto en 2012. Pero en 2014 dio un giro trascendental. Entonces, el juzgado de Violencia de G¨¦nero que llevaba hasta entonces el caso pidi¨® a Asuntos Internos de la Guardia Civil una investigaci¨®n tras haber recibido un an¨®nimo en el que se manifestaba una supuesta relaci¨®n de connivencia entre la expareja de la v¨ªctima, Manuel Alonso, y varios guardias civiles del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona). Se sospechaba de tr¨¢fico de animales ex¨®ticos, pero las pesquisas derivaron en un entramado de agentes, sicarios, narcotraficantes y asesinatos que ten¨ªan un hilo en com¨²n: la muerte de Garrido por saber demasiado, seg¨²n confirm¨® este jueves el coronel jefe de Asuntos Internos ante el jurado popular que juzga estos d¨ªas a los cuatro acusados del asesinato, cuyo autor intelectual se cree que fue Alonso. Este viernes se han reanudado las declaraciones con tres miembros de Asuntos Internos.
El testigo dijo este jueves que el m¨®vil del crimen fue que la mujer ten¨ªa informaci¨®n que pod¨ªa perjudicar a mucha gente. ¡°Luc¨ªa sab¨ªa mucho. Sab¨ªa que el lugar donde habitaba era una guarder¨ªa de droga. Conoc¨ªa a las personas que guardaban la droga, a las personas de las organizaciones criminales a las que pertenec¨ªa esa droga. Era un peligro para ellas¡±, afirmo, al tiempo que subray¨® que hace d¨ªas escribi¨® al juzgado un informe en el que reflejaba haber detectado que guardias civiles en activo hab¨ªan usado la base de datos del cuerpo de seguridad para averiguar el nombre de los instructores del caso. ¡°Como consecuencia se han instruido 12 expedientes disciplinarios¡±, asegur¨®. Los cuatro acusados declararon el pasado mi¨¦rcoles ser v¨ªctimas de un complot por parte de Asuntos Internos, a cuyos investigadores culpan de manipular pruebas y hacer todo lo posible por inculparlos. ¡°Soy un cabeza de turco¡±, afirm¨® entonces el supuesto autor material de los hechos, un sicario que pertenec¨ªa a una banda criminal cuando ocurrieron los hechos.
El trabajo de Asuntos Internos desde 2014 consisti¨® en rehacer todo lo hecho hasta entonces. ¡°Empezamos de cero con todo, con todas las investigaciones¡±, declar¨® el coronel. A principios de 2015, una amiga de Garrido les dijo algo nuevo: que el m¨®vil podr¨ªa ser que la v¨ªctima ¡°sab¨ªa mucho de cuestiones il¨ªcitas¡±. ¡°Ah¨ª var¨ªa la percepci¨®n del crimen¡±, dijo el testigo, cuyo equipo se interes¨® entonces por un suceso ocurrido en 2009 tambi¨¦n en Los Naranjos: Alonso mat¨® en abril de aquel a?o a dos personas de origen colombiano que hab¨ªan asaltado su terreno. Aleg¨® leg¨ªtima defensa y el caso se archiv¨®. Pero cuando Asuntos Internos lo retom¨®, la investigaci¨®n se orient¨® hacia una banda denominada Ni?os de Fuengirola, con la que, seg¨²n este agente, estaban relacionados los dos guardias civiles acusados en el proceso y el sicario, al que ahora se le imputa ser el autor material del asesinato. En 2015 era solo un miembro m¨¢s de la organizaci¨®n. Los restos biol¨®gicos de una llave encontrada en el lugar del crimen coincidieron con los suyos cuando el laboratorio realiz¨® una nueva prueba en enero de 2016. Entonces fue detenido e ingres¨® en prisi¨®n.
En ese tiempo, uno de los investigados por formar parte de la banda fue asesinado sin que hubiera dado tiempo a tomarle declaraci¨®n. Y a mediados de 2016, un testigo protegido les comunic¨® que hab¨ªa una persona que ten¨ªa informaci¨®n del asesinato de Garrido. Estaba en Colombia y le interrogaron en la Embajada de Espa?a en Bogot¨¢. Relacion¨® con el caso a dos agentes, ¡°uno canoso y otro con tatuajes¡± y posteriormente los reconoci¨® en una fotograf¨ªa. A cambio de su colaboraci¨®n, a este testigo se le facilit¨® el permiso de residencia en Espa?a, donde poco despu¨¦s denunci¨® amenazas por parte del supuesto autor material y uno de los guardias civiles procesados. La Polic¨ªa Nacional de Torremolinos inform¨® tambi¨¦n de que alguien estaba buscando al otro testigo protegido para matarle. Y as¨ª fue. Este ¨²ltimo fue asesinado el pasado marzo en Colombia mientras que el que declar¨® en la embajada, al que se le hab¨ªa dado una nueva identidad para evitar el mismo final, desapareci¨® d¨ªas despu¨¦s. ¡°L¨®gico por lo que hab¨ªa sucedido¡±, dijo el coronel. Estaba previsto que testificara en el juicio, pero no ha sido localizado.
¡°Este est¨¢ tramando algo muy gordo¡±
Quienes s¨ª pudieron declarar fueron los hermanos de Garrido y su madre. Tambi¨¦n su hija, que asegur¨® haber escuchado una conversaci¨®n telef¨®nica en la que su padre le dec¨ªa a su madre que o abandonaba la casa o sal¨ªa ¡°en una bolsa de basura¡±, dijo la joven, que en 2008 ten¨ªa 13 a?os. La mujer explic¨® la situaci¨®n que viv¨ªa entonces su madre: ¡°Estaba siempre inquieta, lo pasaba muy mal. Adelgaz¨® tanto [25 kilos, seg¨²n la hermana de Garrido] que la gente no la reconoc¨ªa. Estaba temerosa por todo¡±, afirm¨® detr¨¢s de un biombo que solicit¨® para no tener que ver a su padre, Manuel Alonso, con el que tiene una mala relaci¨®n. ¡°Yo no estaba c¨®moda¡±, asegur¨®. Su padre, dijo, la dejaba sola, con gente extra?a, o ten¨ªa que quedarse en una habitaci¨®n mientras aquel manten¨ªa relaciones sexuales en la habitaci¨®n de al lado. No pudo m¨¢s y escribi¨® al juez: ¡°Le ped¨ª no tener m¨¢s visitas con ¨¦l¡±. Alonso, seg¨²n su relato, tom¨® represalias: la encerr¨® en una caseta de herramientas y la oblig¨® a dirigirse de nuevo al magistrado para desdecirse. ¡°Estaba muy nerviosa, no dorm¨ªa bien, lo pasaba mal. Tuvieron que darme ayuda psicol¨®gica¡±, dijo la hija de Luc¨ªa mientras su padre se echaba las manos a la cara en la sala de la Ciudad de la Justicia de M¨¢laga.
La joven record¨® una conversaci¨®n d¨ªas antes del asesinato: ¡°Mi madre me dijo que me preparase, que pod¨ªa pasar cualquier cosa¡±, rememor¨®, para denunciar que la justicia ¡°no hac¨ªa nada¡± por su madre en relaci¨®n con las constantes denuncias por maltrato psicol¨®gico del que fue testigo, subray¨®. Record¨® c¨®mo su padre le cortaba la luz y el agua mientras manten¨ªa el servicio a los animales ex¨®ticos que ten¨ªa en la finca. Y c¨®mo los dej¨® varios d¨ªas sin comer. Los leones rug¨ªan toda la noche y no les dejaban dormir. ¡°Yo nunca les hab¨ªa tenido miedo, pero entonces s¨ª. Mi madre miraba todas las ma?anas para ver si no hab¨ªa dejado alguna jaula abierta¡±, afirm¨®.
¡°No ventilaba las ventanas por miedo a que le echara una serpiente. Cada d¨ªa se aseguraba de que no hubiera ning¨²n animal suelto, miraba los bajos del coche como una v¨ªctima de ETA¡±, a?adi¨® Rosa Garrido, hermana de Luc¨ªa, que declar¨® desafiante y a la que incluso la jueza que lleva el caso tuvo que llamar la atenci¨®n para que se calmara. Seg¨²n dijo a las preguntas del ministerio fiscal, d¨ªas antes de su muerte su hermana le subray¨®: ¡°Este est¨¢ tramando algo muy gordo¡±. Por eso nunca se separaba del m¨®vil. Tampoco de una carpeta que consideraba ¡°su seguro de vida¡± con informaci¨®n ¡°que implica a mucha gente¡±. Algo que, seg¨²n Rosa ¡ªcoincidiendo con el responsable de Asuntos Internos y como defienden las acusaciones populares y el ministerio fiscal¡ª fue el detonante del asesinato. Informaci¨®n que, para ella, fue el m¨®vil del crimen. En su testimonio, eso s¨ª, dej¨® claro que nunca vio droga en la finca y su hermana nunca le dijo que el terreno fuese una guarder¨ªa. S¨ª habl¨®, en cambio, de ¡°cacer¨ªas ilegales¡± y tr¨¢fico de animales ex¨®ticos.
La madre de la v¨ªctima, Rosa Palomino, tambi¨¦n fue llamada a testificar. Fiscal¨ªa y acusaciones particulares no hicieron preguntas y las defensas renunciaron pronto, tras intentar hacer alguna pregunta y ver c¨®mo la mujer se derrumbaba.
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