Uno de los fugitivos m¨¢s buscados de Europa, detenido mientras celebraba su cumplea?os en Puerto Ban¨²s

El belga Cihan Guzel cumpli¨® 35 a?os el pasado s¨¢bado. Lo quiso festejar a lo grande. As¨ª que se march¨® a Marbella (M¨¢laga) con varios amigos para celebrarlo. La guinda del pastel era una fiesta nocturna en un lujoso club de Puerto Ban¨²s, la zona m¨¢s exclusiva de la Costa del Sol. Lo que Guzel no se pod¨ªa imaginar era que la mayor sorpresa de la noche no iba a ser precisamente un regalo. A las dos y media de la madrugada, varios agentes de Polic¨ªa Nacional se sumaron a la celebraci¨®n. El alcohol dej¨® de correr. La m¨²sica se silenci¨®. Y, entre el desconcierto, los polic¨ªas se lo llevaron detenido por una condena pendiente de 22 a?os en Luxemburgo. El cumplea?os acab¨® en la comisar¨ªa marbell¨ª, con el arrestado ¡ªque portaba documentaci¨®n falsa y vest¨ªa pantal¨®n vaquero y sudadera oscura¡ª manch¨¢ndose los dedos de tinta para dejar sus huellas dactilares.

Guzel era, hasta este fin de semana, el fugitivo m¨¢s buscado de Luxemburgo, cuya justicia le hab¨ªa sentenciado a una pena de 22 a?os de prisi¨®n. De 182 cent¨ªmetros de altura, se le consideraba ¡°peligroso¡± y las autoridades policiales avisaban de que podr¨ªa estar armado. Su cara y su nombre han formado parte hasta su detenci¨®n de las 66 personas m¨¢s buscadas de Europa. En su perfil en la web Europe¡¯s Most Wanted, perteneciente a Europol (agencia de la Uni¨®n Europea en materia policial), se le acusa de tentativa de asesinato, robo organizado con violencia, pertenencia a organizaci¨®n criminal y tr¨¢fico il¨ªcito de armas, municiones y explosivos. Sobre ¨¦l reca¨ªa una Orden Europea de Detenci¨®n y Entrega (OEDE) interpuesta por las autoridades luxemburguesas.

Su historia criminal arranc¨® otra madrugada, en este caso la del 3 abril de 2013. Con 29 a?os,?Guzel particip¨® en un espectacular atraco en las oficinas centrales de G4S, una empresa de seguridad y transporte de dinero ubicada en el distrito de Gasperich, al sur de Ciudad de Luxemburgo, capital del pa¨ªs. Para acceder al edificio, los atracadores ¡ªentre cinco y siete¡ª que participaron en el asalto detonaron cargas explosivas en las puertas de acceso. Posteriormente, dispararon a las diferentes medidas de seguridad con armas autom¨¢ticas. Pero, a pesar de los esfuerzos, no pudieron entrar al b¨²nker donde se guardaba el dinero.

Minutos m¨¢s tarde, alertados por los equipos de seguridad de la empresa, llegaron al lugar tres patrullas de polic¨ªa. Fueron recibidos por r¨¢fagas de armas autom¨¢ticas cuando se encontraban a menos de cien metros de distancia del edificio. Las balas no impactaron en los veh¨ªculos policiales, pero s¨ª en los bloques de viviendas cercanos. Posteriormente, los agentes contabilizaron 38 disparos. En ese momentos, los autores escaparon a la carrera y huyeron en dos veh¨ªculos de gran cilindrada en direcci¨®n a B¨¦lgica.

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Cuando una patrulla se cruz¨® con ellos, los atracadores actuaron ¡°como un comando militar¡±, seg¨²n explic¨® la polic¨ªa: les tendieron una emboscada en un bosque y les dispararon ¡°una docenas de veces¡± con armas autom¨¢ticas. Cuando los refuerzos llegaron, los delincuentes hab¨ªan huido, dejando uno de sus coches en llamas. A pesar de los esfuerzos policiales posteriores a un lado y otro de la frontera entre Luxemburgo y B¨¦lgica, los atracadores consiguieron esfumarse.

Cihan Guzel estaba entre los huidos desde entonces. Finalmente, fue detenido junto a dos compa?eros y en enero de 2018, ¡°tras un largo juicio¡±, seg¨²n Europol, fue sentenciado a 22 a?os de prisi¨®n. Pero antes de cumplir su condena, desapareci¨® y, desde entonces, encabezaba la lista de fugitivos m¨¢s buscados en Luxemburgo. Y as¨ª fue hasta el s¨¢bado pasado. Ese d¨ªa la Polic¨ªa Nacional malague?a recibi¨® el aviso de que el criminal se encontraba en la Costa del Sol. Las primeras investigaciones sirvieron para averiguar que aquel d¨ªa era su cumplea?os y que lo podr¨ªa estar celebrando en Marbella. As¨ª fue, aquella misma madrugada fue detenido. Quiz¨¢s nunca lleg¨® a soplar las velas. Tiempo tendr¨¢ en los 22 a?os de prisi¨®n que le solicita la justicia luxemburguesa.