Intolerancia a la r¨¦plica
El hecho de no tener machos alfa en competici¨®n propici¨® un tono general m¨¢s tranquilo, no hab¨ªa nadie supervitaminado
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El debate de la ¨²ltima oportunidad, as¨ª lo llam¨® La Sexta, fue la primera ocasi¨®n de ver uno m¨¢s civilizado. El hecho de no tener machos alfa en competici¨®n propici¨® un tono general m¨¢s tranquilo, no hab¨ªa nadie supervitaminado, como Super Rat¨®n. In¨¦s Arrimadas, la m¨¢s propensa al desparpajo, estuvo menos faltona; sin Rufi¨¢n al lado est¨¢ menos motivada. Fue realmente incre¨ªble que pasara casi media hora y nadie se hubiera interrumpido todav¨ªa. Por un momento parec¨ªa un pa¨ªs normal, suponiendo que exista uno. Ayud¨®, puede suponerse, el hecho de que no tuvieran mal rollo acumulado entre ellas, incluso se not¨® deferencia de colegas de esca?o entre Ana Pastor (la expresidenta del Congreso, no la presentadora) y Montero (las dos, tambi¨¦n hab¨ªa dos). Por no hablar del respeto entre Pastor y Arrimadas, a a?os luz de las peleas de sus jefes de filas, Casado y Rivera. Pareci¨® que, si dependiera de mujeres, tendr¨ªamos Gobierno.
En un rato se oyeron m¨¢s propuestas que en tres horas del debate masculino del lunes, que fue una sucesi¨®n de cargas de la caballer¨ªa. Apenas se habl¨® de Catalu?a, algo inimaginable. Se redujeron a lo rutinario las cr¨ªticas al PSOE, s¨ªntoma de que hab¨ªa algo mucho m¨¢s personal contra el candidato en s¨ª, Pedro S¨¢nchez. No fue un todas contra Montero, que habr¨ªa sido un entretenimiento discreto. Tambi¨¦n era la ¨²ltima oportunidad, a diferencia del debate del lunes, de replicar a los argumentos de Vox, pero ah¨ª no cambiaron tanto las cosas; solo hubo conatos.
La representante del PSOE, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, lo ten¨ªa apuntado, porque a los cinco minutos ya lanz¨® una pulla a Vox. Se gir¨® hacia Roc¨ªo Monasterio para reprocharle que su partido vete a periodistas. Por cierto, que se qued¨® bastante sola en esto. Pas¨® el rato, y la ministra en funciones volvi¨® a la carga. Inquiri¨® a PP y Ciudadanos que ten¨ªan qu¨¦ decir a la propuesta de Vox de eliminar las autonom¨ªas, y a Monasterio le exigi¨® que pidiera perd¨®n por un numerito ante un centro de menores inmigrantes. No era tan dif¨ªcil hacer algo as¨ª, pero el lunes a nadie se le ocurri¨®. Y este jueves PP y Ciudadanos tampoco contestaron.
Lo mejor vino con la respuesta de la l¨ªder de Vox en Madrid. Monasterio le exigi¨® a Montero que pidiera ella perd¨®n por el Falcon [el avi¨®n oficial del presidente] y ¡°por dirigir los medios progres de la izquierda" contra ellos. "Ustedes dictan a los medios de comunicaci¨®n¡±, dijo. Al margen de que subestima la dificultad de dirigir un peri¨®dico y el caos de una redacci¨®n, infravalora la mayor eficacia del m¨¦todo Vox de vetar a algunos periodistas en sus actos p¨²blicos. Si se hubiera quedado ah¨ª, solo habr¨ªa sido risible, pero sigui¨®: ¡°Esos editoriales provocan que a una coordinadora nuestra le den una paliza¡±. Ser¨ªa para morirse de risa si no mediara la intolerable agresi¨®n a un ser humano, pero retrata a su partido tanto como a los matones.
Es que a Vox no le gusta que le repliquen. Ya lo dijo luego la propia Monasterio: ¡°Vox es el partido que predica actuar, no hablar¡±. Pero es asombroso c¨®mo casi todos los partidos le hacen caso; hay temor a ponerles en su sitio.
Tras Montero, hubo algunos intentos, por verg¨¹enza torera, y al final se anim¨® Ana Pastor, que por su bagaje institucional como presidenta del Congreso pod¨ªa haberse metido antes. Pero se lo dijo de pasada, acabando la frase: ¡°Hay que tener un poquito de idea de gesti¨®n, conocer la Constituci¨®n¡±. Irene Montero s¨ª se enfrent¨® con Monasterio sobre la violencia de g¨¦nero y le dijo que Vox ten¨ªa posiciones ¡°desalmadas¡±. Arrimadas, calladita, con lo parlanchina que es. Pero es que PP y Ciudadanos tratan a Vox como el friki de la pandilla, al que no hay que hacer demasiado caso, sin temor de que les digan dime con qui¨¦n andas y te dir¨¦ qui¨¦n eres. Porque es como si no fuera con ellos. Gobiernan juntos, pero en los debates hacen como si no se conocieran; dan ganas de presentarles. Arrimadas ni se hab¨ªa enterado de que su partido hab¨ªa apoyado horas antes en la Asamblea de Madrid una petici¨®n para ilegalizar a partidos separatistas. ¡°?Pero si es una buena noticia!¡±, le dio ¨¢nimos Monasterio.
El debate fue tambi¨¦n la oportunidad de descubrir a la propia Monasterio, que en el aspecto econ¨®mico tiene un sue?o, como Luther King, pero de otro palo. Explic¨® lo maravillosa que ser¨ªa la vida si uno pudiera saltarse las normas y hacer dinero sin obst¨¢culos, como construir lofts sin licencia en suelo industrial, por ejemplo: ¡°Hay que dejar de estorbar a las empresas, de hiperregular, a quien se lance a ser emprendedor¡±. Para ella, pero tambi¨¦n para Arrimadas, cualquier menci¨®n que hac¨ªa Irene Montero de regular algo era comunismo, aunque fuera el aire acondicionado. Vox es capaz de defender a la vez a los millonarios y el tractor di¨¦sel del amigo agricultor. En el minuto de oro final desafi¨® las neuronas: ¡°Somos la alternativa de la sensatez, del sentido com¨²n¡±. Probablemente, ya no faltar¨¢n oportunidades a partir de ahora para responderle.
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