El DNI de Franco que ya es de todos
Una exposici¨®n recorre la evoluci¨®n y las curiosidades de los 75 a?os que lleva la polic¨ªa expidiendo el documento que impuso el dictador
Se cumplen 75 a?os del decreto de 2 de marzo de 1944 que recog¨ªa ¡ªen su art¨ªculo sexto¡ª en qu¨¦ orden hab¨ªa que expedir el documento nacional de identidad (DNI). Primero se empezar¨ªa por ¡°los que est¨¦n en prisi¨®n o libertad vigilada¡±, luego por ¡°el personal masculino que por su profesi¨®n, oficio o negocio cambie de residencia¡±; despu¨¦s les seguir¨ªan ¡°los hombres residentes en poblaciones de m¨¢s de cien mil habitantes¡±, y a continuaci¨®n ¡°los que tengan domicilio en poblaciones de m¨¢s de veinticinco mil y menos de cien mil almas¡±; por ¨²ltimo, las mujeres, en ese mismo orden. Finalmente,? ¡°el resto de los espa?oles¡±. Lo firmaba Francisco Franco.
La idea de crear un documento que identificara a cada espa?ol de manera oficial y homologada nace de la necesidad de ¡°controlarlos¡±, en un contexto de posguerra en Espa?a y de guerra en Europa, seg¨²n Mar¨ªa Dolores Herrero, comisaria de la exposici¨®n El DNI y los espa?oles. 75 a?os de historia com¨²n (1944-2019) en el Museo Casa de la Moneda. La muestra es un curioso recorrido por la historia reciente a trav¨¦s de los 67 millones de identidades expedidas hasta la fecha.
El recorrido hace caer dos leyendas urbanas. ¡°La primera persona a la que se le expidi¨® un carn¨¦ de identidad no fue a Franco, aunque tenga el n¨²mero uno, sino a una mujer de Valencia, la esposa de un fot¨®grafo. Fue en 1951, ella quiso hac¨¦rselo voluntariamente, pese a los grandes recelos de la sociedad espa?ola¡±, recuerda Francisco Herrero, jefe de la Divisi¨®n de Documentaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional e impulsor del proyecto. ¡°No es hasta 1951 cuando el Gobierno franquista tuvo dinero para comenzar a expedir documentos¡±, analiza Herrero. ¡°En 1944 hab¨ªa unos 300.000 presos en Espa?a y en 1951 quedaban ya solo 40.000¡±.
Se convoc¨® un concurso p¨²blico para dise?ar el documento, que gan¨® la empresa catalana de Aquilino Rieusset. Se cre¨® una sociedad limitada (Sutnai) para financiar su fabricaci¨®n. El dise?o ganador era de color verdoso, inclu¨ªa datos como la profesi¨®n y el cargo y emblemas franquistas como el ¨¢guila de san Juan. Pas¨® a ser de color azul en 1957. Ya en 1985 es la Real Casa de la Moneda y Timbre quien confecciona las tarjetas de identidad con la misma tecnolog¨ªa y sistemas de seguridad que los billetes. Se vuelve rojizo al informatizarse en 1991, y no incluye el estado civil ¡ªhab¨ªa entrado en vigor la ley del divorcio¡ª y s¨ª el nombre de los padres. Los datos que se mantienen constantes desde su origen son la huella dactilar, la firma y la foto.
La segunda leyenda urbana que cae al recorrer la muestra es que los DNI ¡°no se reciclan, son personales e intransferibles, nadie lleva un documento de un muerto, lo que ocurre es que se otorgan los n¨²meros por lotes. Por ejemplo, a Segovia le corresponden los que van del 3.252.001 al 3.544.000; a Madrid los n¨²meros que van del 1 al 2.918.000, y ahora ¡ªuna vez agotado ese lote¡ª ya tiene asignado uno nuevo que empieza en 50 millones¡±, explica Herrero.
Lo que no es una leyenda urbana es que Franco se reserv¨® el n¨²mero uno para ¨¦l y los siguientes para su familia. Que la Casa Real tiene reservados del diez al 100, quedando desierto el n¨²mero 13, ¡°por superstici¨®n¡±. Del 100 al 158, ¡°para unos pocos elegidos del c¨ªrculo de confianza del dictador¡±. Pero ¡°lo que es seguro es que todos los documentados tienen que ser renovados cuando les corresponde; el DNI nos iguala un poco a todos¡±, a?ade Herrero.
Desde que empezaron a expedirse documentos ¡ªya vamos por 322 millones expedidos, con las renovaciones¡ª, en oficinas de polic¨ªa o en comisar¨ªas ambulantes que llevaban los inspectores en burro hasta los ¨²ltimos rincones de Espa?a, el sistema se ha sofisticado mucho. Se ha pasado de escribir los datos a mano al documento electr¨®nico en 2006. ¡°Es uno de los m¨¢s avanzados del mundo. En Francia usan a¨²n papel plastificado, nosotros tarjetas de policarbonato¡±, presume Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, jefe del ¨¢rea del museo de la Casa de la Moneda.
El futuro es el DNI expr¨¦s, realizado en 15 minutos en una especie de fotomat¨®n con un funcionario capaz de atender a tres personas a la vez.
Las primeras d¨¦cadas en la expedici¨®n del documento estuvieron marcadas por la desconfianza de los espa?oles. Se ve¨ªa como un modo de control del r¨¦gimen franquista. Por eso en 1962 Franco lo hizo obligatorio. Eran a?os complicados para quienes no estaban del lado de la dictadura, como prueban los tres carn¨¦s que hay en la exposici¨®n de Santiago Carrillo, l¨ªder del Partido Comunista de Espa?a. ¡°Los hizo el mejor falsificador: Malag¨®n¡±, dice Herrero.
Con el tiempo, el DNI ha ganado popularidad, permite realizar gestiones administrativas y jur¨ªdicas, tambi¨¦n votar. ¡°Son tres funciones ¡ªnacionalidad, firma electr¨®nica y documento de viaje¡ª en un carn¨¦ por doce euros¡±, resume Herrero.
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