Los invisibles en busca de patria
Decenas de vecinos nacidos en Ceuta y Melilla viven en un limbo, sin pasaporte ni documento nacional de identidad de Espa?a o Marruecos
Youssef Mohamed Mohamed no tiene patria. Este vecino de 56 a?os del barrio de El Pr¨ªncipe no posee pasaporte ni documento de identidad de ning¨²n pa¨ªs. Es invisible. ¡°Pero yo soy espa?ol. Me siento espa?ol¡±, explica enfadado en un aula del centro cultural Al Ambar, una asociaci¨®n que ayuda a vecinos desfavorecidos. Youssef es menudo, tiene el rostro chupado y la mirada agotada. ¡°Nac¨ª en Ceuta, mi padre tambi¨¦n era de Ceuta, formaba parte de los Regulares de Franco. Mi padre era muy patriota. Y aun as¨ª no tengo DNI, no tengo nacionalidad¡±, se queja. ¡°Yo quiero a Espa?a, pero Espa?a no me quiere a m¨ª¡±.
Al lado de Youssef est¨¢ Laarbi Mohamed Mohamed, de 45 a?os. Tambi¨¦n vive en un limbo. Otro espa?ol sin DNI. ¡°Nac¨ª aqu¨ª, soy de Ceuta. Tengo dos hijos, de 10 y 14 a?os, y ambos son espa?oles. Yo solo tengo una tarjeta de residencia que, adem¨¢s, me proh¨ªbe trabajar¡±, explica indignado. ¡°Cuando arreglaron lo del DNI yo me qued¨¦ colgado. Y mira ahora¡±.
¡°Lo del DNI¡± ocurri¨® en 1985, cuando el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez aprob¨® la Ley de Extranjer¨ªa. ¡°Su entrada en vigor dejaba a las puertas de la expulsi¨®n a los vecinos musulmanes de Ceuta y Melilla, hasta ese a?o registrados solo con la llamada tarjeta estad¨ªstica, un documento policial de control de poblaci¨®n¡±, explica Jos¨¦ Antonio Alarc¨®n, director del Instituto de Estudios Ceut¨ªes. ¡°Los colectivos musulmanes de ambas ciudades se movilizaron en manifestaciones y lograron que se creara una oficina de nacionalidad. Acudieron a ella y, acreditando que eran espa?oles, recibieron su DNI y pasaporte¡±. Lo hicieron, por cierto, obligados a cambiar el nombre. En sus nuevos documentos los vecinos fueron rebautizados con su nombre de pila, el nombre del padre como primer apellido y el del abuelo como segundo. Youssef Mohamed Mohamed, el nombre que aparece en la tarjeta de residencia, se llama, en realidad, Youssef Mazigh.
Hubo, sin embargo, una peque?a parte que no logr¨® documentarse. ¡°Algunos vecinos no estaban inscritos en ning¨²n registro, otros no fueron conscientes de la importancia de hacerlo y lo dejaron pasar, otros estaban fuera o cumpliendo condena¡¡±, explica Alarc¨®n. ¡°Muchos de ellos recurrieron a la legislaci¨®n marroqu¨ª, que establece que los musulmanes ceut¨ªes y melillenses tienen derecho a la nacionalidad si la piden, aunque hayan nacido en las ciudades espa?olas y sean hijos de espa?oles. Otros no quisieron o no pudieron¡±. Fueron los que se quedaron en el limbo. Ap¨¢tridas. Algunos siguen as¨ª hoy.
Yousef y Laarbi estaban cumpliendo condena y, cuando a mediados de los a?os 90 salieron y reclamaron su documentaci¨®n, se la denegaron por tener antecedentes. Laarbi se niega a recurrir a Marruecos. ¡°?Por qu¨¦ voy a solicitarla? Yo soy espa?ol, no marroqu¨ª. Aunque sea musulm¨¢n¡±. Youssef tiene miedo de que eso le pudiera perjudicar. ¡°Yo quiero mi pasaporte espa?ol. Si saco el marroqu¨ª ya seguro que no me lo dan¡±. La doble nacionalidad est¨¢ prohibida entre ambos pa¨ªses. ¡°Estos hombres son ap¨¢tridas. Y como ellos calculamos que hay unos 200 entre Ceuta y Melilla. Unos 200 espa?oles sin DNI ni pasaporte de ning¨²n lugar. Invisibles. Algo intolerable en un pa¨ªs europeo¡±. Lo explica Uzman Mousam, miembro de Al Ambar.
Matiza el asunto un miembro de la Oficina de Extranjer¨ªa de Melilla: ¡°Estos casos son muy pocos ya, no creo que lleguen al centenar. Y se dan cuando no pueden probar su origen ceut¨ª o melillense. Es verdad que a veces no existen documentos, pero sin ellos no podemos tramitarlo. Adem¨¢s, siempre pueden pedir el pasaporte marroqu¨ª. No tienen por qu¨¦ ser ap¨¢tridas¡±. Aquellos vecinos a los que se les neg¨® la nacionalidad y que s¨ª recurrieron al pasaporte marroqu¨ª no son ap¨¢tridas, pero s¨ª espa?oles con documentaci¨®n de un pa¨ªs que, en muchos casos, no sienten como suyo.
F¨¢tima, nombre ficticio, naci¨® en 1960 en Melilla, de donde tambi¨¦n era su padre. Trabaja en una farmacia de la ciudad y cuando se le pregunta por su identidad es contundente: ¡°Yo siempre me he sentido espa?ola. Tengo mi identidad rife?a, como un gallego o un andaluz la suya, pero me siento espa?ola, musulmana y rife?a. Que no es incompatible¡±. Despu¨¦s completa: ¡°Pero el sistema no me acept¨® hasta hace poco¡±.
No la acept¨® porque su padre, a ella y a su hermana, no las inscribi¨® en el registro al nacer. S¨ª lo hizo con sus hermanos. ¡°A los 18 a?os ped¨ª la nacionalidad, pero como no ten¨ªa registro, no me la dieron. ?Y eso que fui a un colegio de monjas! Me dijeron que, si me convert¨ªa al cristianismo, me daban el pasaporte. Yo me negu¨¦ y al final ped¨ª la nacionalidad marroqu¨ª para poder ir a la Universidad de Granada como estudiante extranjera. Estudi¨¦ becada por otro pa¨ªs en mi propio pa¨ªs¡±.
¡°Nadie nos ve¡±
Antonio Zapata fue el abogado melillense, experto en extranjer¨ªa, que la ayud¨®. ¡°Hay cientos de casos como los de F¨¢tima. Personas nacidas aqu¨ª, que crecen y viven aqu¨ª, que tienen hermanos y familiares espa?oles, pero a los que les deniegan la nacionalidad¡±, explica. ¡°Es algo que en la Pen¨ªnsula no pasa. En circunstancias tan claras de arraigo se concede la nacionalidad, excepto en Ceuta y Melilla, donde la aplicaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa es exhaustiva¡±.
¡°El problema ¡ªreplica un portavoz de la Oficina de Extranjer¨ªa de Melilla¡ª es que muchos no tienen registro, son administrativamente invisibles, y no se puede tramitar su solicitud. Aunque admito que aqu¨ª se es m¨¢s riguroso. Por ejemplo, hace tres meses que desde el Ministerio de Justicia no nos piden un solo expediente para valorar una nacionalizaci¨®n. Eso es que las est¨¢n descartando sin miramientos¡±, afirma.
A Amira, vecina de Melilla de nuevo con nombre ficticio, se le aguan los ojos cuando se oye a s¨ª misma hablando de su situaci¨®n ¡°Yo soy totalmente espa?ola. Ni siquiera hablo dariya [¨¢rabe dialectal usado en Marruecos]. Y me manejo mejor en espa?ol que en tamazight [lengua hablada en la regi¨®n donde se ubica Melilla]. Nac¨ª, crec¨ª y vivo en Melilla. Y no me dejan estar ni en el padr¨®n de mi ciudad¡±, cuenta. Despu¨¦s se seca las l¨¢grimas con un pa?uelo.
Izmah es un joven melillense hincha del Real Madrid que sue?a con ser Polic¨ªa Nacional. En su caso, no tiene ni tarjeta de residencia. Mientras atardece en Melilla, nos ense?a una vista panor¨¢mica de su barrio, a las afueras de la ciudad. ¡°Ah¨ª ¡ªse?ala con la cabeza¡ª hay muchos casos como estos. Lo que pasa que nadie los ve¡±. Son los invisibles de Ceuta y Melilla.
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