Pablo Iglesias, el improbable ganador de la repetici¨®n electoral

Parec¨ªa una frase hecha, un eslogan de mitin. "Las cosas nunca salen a la primera", repitieron Pablo Iglesias e Irene Montero en campa?a. Pero si el ya dimitido Albert Rivera fue el gran perdedor de la repetici¨®n electoral, el l¨ªder de Unidas Podemos se ve de entrada como el gran vencedor. No lo parec¨ªa la noche del domingo, cuando sali¨® a valorar unos resultados que lo dejaban con 35 diputados, siete menos que en abril. El peor resultado de Unidas Podemos desde que concurrieron a las elecciones generales por primera vez en 2015 ha colocado a su l¨ªder a las puertas de su mejor momento. Iglesias est¨¢ ahora m¨¢s cerca de lograr lo que hace seis meses era un imposible: ser vicepresidente de un Gobierno de Pedro S¨¢nchez.

Unidas Podemos atraviesa esta semana un momento dulce. Sus l¨ªderes creen que, esta vez, la negociaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n con el PSOE va en serio y saldr¨¢ bien. Que lo que se enquist¨® durante meses por un nulo entendimiento entre los dos l¨ªderes se solucionar¨¢ antes de Navidades con un Ejecutivo conjunto. Reivindican que ellos son los ¨²nicos que nunca han cambiado de estrategia: Iglesias daba por hecho en privado que iba a perder esca?os pero que aun as¨ª iba a ser m¨¢s necesario que nunca. Desde que comenz¨® la primera negociaci¨®n tras las elecciones del 28-A, la posici¨®n del partido ha sido una apuesta inamovible por el Gobierno de coalici¨®n, al que S¨¢nchez se hab¨ªa negado de forma rotunda desde la investidura fallida del pasado julio.

Ni siquiera entonces, y aunque la investidura hubiera salido adelante, Iglesias habr¨ªa salido tan beneficiado como ahora. Tras el 28-A, S¨¢nchez puso como condici¨®n para la coalici¨®n que el l¨ªder de Unidas Podemos diera un paso atr¨¢s. Y este lo hizo, con la intenci¨®n de dejar la vicepresidencia en manos de Irene Montero. El acuerdo tampoco lleg¨® as¨ª.

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Iglesias ya lo hab¨ªa advertido durante la campa?a: no habr¨ªa segunda vez. Esta vez no aceptar¨ªa ning¨²n veto. Aunque todav¨ªa quedan semanas para negociar el reparto de poder dentro del Gobierno, en la formaci¨®n que naci¨® del movimiento indignado del 15-M no se prev¨¦ una oferta menor a la del pasado julio: una vicepresidencia y tres ministerios. Con Iglesias dentro.

El preacuerdo anunciado por sorpresa este martes, cuando la percepci¨®n era que la herida abierta entre Iglesias y S¨¢nchez era m¨¢s profunda que nunca, se impone ahora a los aires de cambio de liderazgo que tantas veces rodearon a Unidas Podemos en los ¨²ltimos tiempos. Atr¨¢s queda la crisis que rompi¨® en dos al partido, con la marcha de ??igo Errej¨®n a M¨¢s Madrid. Otra batalla menor ganada por Iglesias el pasado domingo en las urnas. La irrupci¨®n en las elecciones del que fue fundador y amigo del l¨ªder de Unidas Podemos se qued¨® en mera an¨¦cdota de la noche electoral. La plataforma M¨¢s Pa¨ªs no cumpli¨® con las expectativas que gener¨® con su candidatura y apenas logr¨® tres esca?os. Iglesias a¨²n no sab¨ªa que estaba a unas horas de protagonizar el abrazo m¨¢s imposible del a?o con S¨¢nchez, pero la noche del domingo envi¨® un "abrazo solidario" a Errej¨®n que dej¨® un ligero sabor a victoria en Unidas Podemos.

Si el preacuerdo de Gobierno sale adelante en una investidura, para lo que este mi¨¦rcoles la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, ha abierto una ronda de contactos con los partidos, Iglesias sabe que su presencia en minor¨ªa le llevar¨¢ a renunciar a parte de su programa. De entrada compartir¨¢ segunda l¨ªnea de poder con Nadia Calvi?o, que ser¨¢ vicepresidenta econ¨®mica tal y como anunci¨® S¨¢nchez en campa?a. La actual ministra de Econom¨ªa simboliza la imagen del PSOE m¨¢s alejada de Unidas Podemos en materia econ¨®mica. El propio Iglesias lo ha se?alado en m¨¢s de una ocasi¨®n. ¡°Que Calvi?o nos trate de convencer a nosotros de hacer pol¨ªticas de derechas, pues ya le digo que es complicado¡±, dijo en entrevista con este diario.

Otro de los focos es Catalu?a. La crisis desatada por la sentencia condenatoria del proc¨¦s centr¨® parte de la pasada campa?a electoral. Catalu?a, tal y como se?al¨® el propio S¨¢nchez en el debate de candidatos, era uno de los puntos de mayor fricci¨®n entre los dos l¨ªderes. ¡°Hay discrepancias de fondo, se?or Iglesias", le espet¨® entonces el l¨ªder socialista. El martes ambos firmaron una posici¨®n com¨²n al respecto, el punto nueve de los 10 que tiene el documento: "El Gobierno de Espa?a tendr¨¢ como prioridad garantizar la convivencia en Catalu?a y la normalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica. Con ese fin, se fomentar¨¢ el di¨¢logo en Catalu?a, buscando f¨®rmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constituci¨®n". Unidas Podemos, que siempre se ha mostrado favorable a un refer¨¦ndum pactado, descarta imponer al Gobierno su agenda sobre Catalu?a. Su prioridad pasa por abrir cuanto antes una mesa de di¨¢logo entre todas las partes para acercar posturas.

Pero todo esto vendr¨¢ despu¨¦s. Ahora el PSOE busca cerrar con rapidez los apoyos de los partidos minoritarios para lograr una investidura a mediados de diciembre, que en principio necesita de la abstenci¨®n de alguna fuerza independentista. Iglesias saborea el momento de un triunfo que lleva un sello que acu?¨® Mariano Rajoy: esperar y ver qu¨¦ pasa.?Hace 48 horas, pocos confiaban en la posibilidad de verle en el Gobierno. Hoy, el l¨ªder de Unidas Podemos, que lleg¨® a tener 71 esca?os en 2016, est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca. Con 35 diputados. Siete menos que en abril.