La inteligencia militar de Rusia y sus c¨¦lulas de ¨¦lite con tent¨¢culos en el exterior

Las agencias de inteligencia occidentales le atribuyen operaciones sospechosas en todo el mundo. La lista de actividades asociadas a la conocida como GRU, la agencia de inteligencia militar de Rusia, es larga: desde el pirateo de los servidores de correo electr¨®nico del comit¨¦ dem¨®crata de Estados Unidos y su candidata a la presidencia en 2016, Hillary Clinton, a hackeos en organismos p¨²blicos de Holanda o intervenciones militares especiales en Ucrania. Tambi¨¦n el intento de asesinato en suelo brit¨¢nico del exesp¨ªa ruso Sergu¨¦i Skripal.

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El Departamento Central de Inteligencia (GU oficialmente, aunque se le sigue conociendo como GRU, sus siglas antiguas), con miles de funcionarios, unidades de fuerzas especiales y esp¨ªas se est¨¢ convirtiendo en una de las herramientas m¨¢s poderosas de la guerra h¨ªbrida de Rusia, se?alan informes de inteligencia occidentales. Entre sus tareas se cuentan desde ataques cibern¨¦ticos y operaciones de desinformaci¨®n y propaganda a la recolecci¨®n de informaci¨®n; tambi¨¦n operaciones m¨¢s sensibles, como la eliminaci¨®n de personas consideradas da?inas o enemigas. Son los responsables m¨¢s ¡°atrevidos y brutales¡± de las agencias de inteligencia rusas, ha dicho en ocasiones Gennadi Gudkov, hoy opositor al Kremlin y exdiputado, que sirvi¨® en el Servicio Federal de Seguridad (FSB) y antes en su antecesora, el KGB.

El Kremlin siempre ha rechazado las acusaciones que vinculan a su inteligencia militar con operaciones de injerencia o desestabilizaci¨®n. El Gobierno ruso asegura que esos informes y evidencias forman parte de una campa?a de desprestigio occidental. Hace un a?o, en su fiesta por el centenario de su fundaci¨®n y pese al esc¨¢ndalo internacional reciente derivado del caso Skripal, el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, solo tuvo palabras de elogio hacia el GRU. Porque si hay algo que el l¨ªder ruso ¡ªque fue esp¨ªa y director de otro de los servicios de inteligencia ruso, el FSB¡ª no tolera es la traici¨®n: ¡°Los traidores deber¨ªan ser castigados¡±, ha dicho en entrevistas a varios medios. Y para el Kremlin, Skripal lo es.

El exesp¨ªa ruso y agente doble Sergu¨¦i Skripal y su hija, Yulia, fueron envenenados en 2018 con novichok, un veneno que ataca al sistema nervioso. Detr¨¢s de ese intento de asesinato est¨¢, seg¨²n los servicios secretos brit¨¢nicos, el GRU. Las identidades de los supuestos responsables del ataque qu¨ªmico contra Skripal (como consecuencia del cual muri¨® una mujer que tuvo contacto con el agente t¨®xico) fueron destapadas por el medio de investigaci¨®n Bellingcat. Primero dos de ellos, Anatoli Chepiga y Alexander Mishkin, que salieron despu¨¦s en la televisi¨®n rusa asegurando que son civiles y que estaban en el Reino Unido haciendo turismo. Hace unos meses se destap¨® la identidad de un tercer sospechoso. Su nombre real es?Den¨ªs Sergu¨¦yev (alias Sergey Fedotov) y seg¨²n Bellingcat estuvo en Barcelona en al menos dos ocasiones. La Audiencia Nacional investiga ahora su paso por Espa?a dentro de un caso sobre la unidad conocida como GRU-29155 (su nombre militar) y sus supuestas actividades ligadas al proc¨¦s, seg¨²n ha revelado este diario. Las pesquisas sobre el grupo se mantienen reservadas.

El ataque a Skripal destap¨® m¨¢s claramente la actividad del GRU a ojos de los servicios secretos occidentales. Y en particular las acciones de una de sus unidades especiales, la llamada 29155, reconoce un diplom¨¢tico occidental que habla sobre informaci¨®n clasificada con la condici¨®n de mantener oculta su identidad. Este grupo se ocupa de operaciones particularmente sensibles, que requieren intervenciones frecuentes en el extranjero e involucran medios inform¨¢ticos, se?ala otro funcionario occidental.

Algunos de sus agentes han estado involucrados en incidentes de muy alto nivel, apunta el periodista de Bellingcat Aric Toler. Sin embargo, algunos han sido bastante descuidados con sus datos personales, a?ade el reportero de Bellingcat, un medio que tiene 18 periodistas y que ha estudiado muy a fondo la labor del GRU.

Al menos cuatro pa¨ªses(y ahora Espa?a) investigan la unidad GRU-29155. Hay pistas de este grupo, por ejemplo, en el supuesto intento de golpe de Estado en Montenegro en 2016. La justicia del pa¨ªs balc¨¢nico, miembro de la OTAN, conden¨® en ausencia el a?o pasado a dos ciudadanos rusos que las agencias de inteligencia e investigaciones period¨ªsticas vinculan al GRU. Seg¨²n su veredicto, formaban parte de un grupo que pretend¨ªa tomar el Parlamento el d¨ªa de las elecciones, en octubre de 2016, asesinar al entonces primer ministro, Milo Dukanovic, e instalar un liderazgo pro-Kremlin.

La unidad aparece tambi¨¦n en la investigaci¨®n sobre el intento de asesinato del traficante de armas b¨²lgaro Emilian Gebrev en 2015, apunta el diario The New York Times en una extensa investigaci¨®n sobre esta divisi¨®n del GRU, que revela que el grupo descrito en otros documentos de inteligencia y reportes de investigaci¨®n es la unidad 29155, que ya hab¨ªa aparecido en informes period¨ªsticos. Seg¨²n las investigaciones de Bellingcat, el grupo al que pertenecen los autores del ataque a Skripal es de hecho una subunidad de ¨¦lite estructural dentro de la 29155.

Retazos de investigaciones de las agencias de inteligencia occidentales, comentarios de funcionarios y exfuncionarios o las declaraciones de algunos ¨Cpocos¨C exmiembros, como Viktor Suvorov, que ha publicado un libro sobre las interioridades de la agencia, conocida como El Acuario, permiten reconstruir parte de la arquitectura del GRU. Dirigida de forma interina por Igor Kostiukov ¨Cen la lista de sanciones de EE UU junto a otros funcionarios rusos, por la injerencia en las elecciones presidenciales de 2016¨C, depende directamente del jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov, y del ministro de Defensa, Sergu¨¦i Shoigu, uno de los hombres m¨¢s cercanos al presidente Putin.

Sus huellas est¨¢n en destacadas operaciones sospechosas en todo el mundo. Actividades que los servicios de inteligencia occidental y los analistas atribuyen a ¨®rdenes del Kremlin. Aunque hay informes que se?alan que operativos del GRU han actuado ¨Caunque bajo una serie de par¨¢metros¨C en ocasiones con autonom¨ªa y sin seguir ¨®rdenes concretas.

En uno de los primeros niveles de esa arquitectura del GRU, estar¨ªan sus agentes encubiertos con protecci¨®n diplom¨¢tica, infiltrados en embajadas, consulados, organismos de representaci¨®n comercial; se les conoce como ¡°trajes de chaqueta¡±, seg¨²n investigaciones de los medios en ruso. En un segundo nivel est¨¢n los agregados militares destinados o enviados al exterior que son en realidad esp¨ªas.

En el tercer nivel est¨¢n los agentes entrenados para liderar operaciones en el extranjero. Dentro de este escal¨®n, cree un exfuncionario de uno de los servicios de seguridad occidentales, est¨¢n sus ¡°institutos¡± o ¡°divisiones¡± o unidades como la 29155, ahora en el foco. Tambi¨¦n otras, como las 74455 y la 26165, que vinculan a los ataques cibern¨¦ticos al Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata de EE UU, y que aparecen en el informe del fiscal especial Robert S. Mueller sobre la llamada trama rusa. O la unidad 99450, que distintos informes involucran en la operaci¨®n rusa para anexionarse la pen¨ªnsula ucrania de Crimea en 2014. Son, dice el exfuncionario, algo as¨ª como la ¡°¨¦lite del ej¨¦rcito ruso¡±.