Vivas a Franco en el primer 20-N sin su mausoleo
Los nost¨¢lgicos conmemoran con resignaci¨®n el aniversario de la muerte del dictador
Una cola de medio centenar de personas para ir a la iglesia no es lo m¨¢s habitual un mi¨¦rcoles por la ma?ana en la sierra de Madrid. Y menos si hace tres grados y amenaza con nevar. Pero, para algunos, un 20-N bien vale una misa. Sobre todo si la eucarist¨ªa se celebra en el Valle de los Ca¨ªdos.?
¡ªPasa, que vamos a disfrutar.
La conmemoraci¨®n del 44? aniversario de la muerte de Francisco Franco, que se recuerda estos d¨ªas con m¨¢s de 20 oficios religiosos en diferentes puntos del pa¨ªs, desata la pasi¨®n de dos ancianos que matan la espera hablando de algunos de los grandes personajes de la historia de Espa?a. Dentro ya no est¨¢ enterrado su preferido, al que califican de ¡°libertador¡± frente al comunismo. En su lugar, unas flores con la bandera nacional recuerdan que, hasta hace un mes, los restos de Franco a¨²n descansaban en el mausoleo.
El primer 20-N desde la exhumaci¨®n del dictador se celebr¨® este mi¨¦rcoles sin ning¨²n incidente y con la resignaci¨®n de los nost¨¢lgicos del r¨¦gimen, que se tuvieron que conformar con gritarle ¡°Viva Franco¡± a un ramo solitario tras el final de la misa. La ley de memoria hist¨®rica proh¨ªbe la exaltaci¨®n del franquismo en el Valle de los Ca¨ªdos. Dio igual.
La eucarist¨ªa llen¨® la bas¨ªlica con m¨¢s de 300 personas. En la homil¨ªa, el sacerdote, miembro de la comunidad benedictina, pas¨® de puntillas por los discursos pol¨ªticos, pero dej¨® un mensaje entre l¨ªneas: ¡°No se puede impedir que recemos por los difuntos¡±. El presidente de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, Emilio Silva, tambi¨¦n respeta el derecho a orar por los seres queridos, pero aclara: ¡°Que lo hagan en 25 iglesias es una campa?a pol¨ªtica¡±.
Tras acordarse hasta cinco veces de las almas de Franco, Jos¨¦ Antonio [Primo de Rivera] y los ca¨ªdos ¡°de ambos bandos¡± en la guerra ¡°por el bien de Espa?a¡±, los feligreses abandonaron la bas¨ªlica hasta el a?o que viene. Muchos de ellos se dirigieron despu¨¦s al cementerio de Mingorrubio, emulando el traslado de los restos del dictador, que yace en el pante¨®n familiar desde el 24 de octubre. Justo antes del breve homenaje privado que se celebr¨® en el interior, Emilio de Miguel, secretario del Patronato de la Fundaci¨®n Francisco Franco, se quejaba de que el dictador ya no est¨¢ en el Valle: ¡°Qu¨¦ le vamos a hacer¡±. ¡°Hay que llevarlo con resignaci¨®n cristiana¡±, se lamentaba.
Entre los franquistas no todos son tan benevolentes. Mientras una se?ora rezaba arrodillada en las escaleras que dan acceso al modesto templo, Miguel, de 71 a?os, miraba fijamente el improvisado altar de la fachada, colmado de banderas de Espa?a y mensajes de ¨¢nimo. ¡°Esto es una guerra que ha empezado el rojer¨ªo y que no va a terminar bien¡±, protestaba. Para esa contienda, en Mingorrubio solo se contaban dos decenas de combatientes, la mayor¨ªa muertos de fr¨ªo y entrados en a?os.
A unos metros de all¨ª, en la parroquia del Pardo, el d¨ªa terminaba con otra misa, en esta ocasi¨®n sufragada por la familia. A la salida, ocurri¨® lo que todos saben que ten¨ªa que ocurrir. Lo que pasa cada 20-N: los asistentes cantaron el Cara al Sol a voz en grito. A su lado, dos hombres ofrec¨ªan art¨ªculos y banderas preconstitucionales.
¡ªNo importa d¨®nde sea la misa. Este d¨ªa siempre vendo mucho.
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