Una generaci¨®n aleccionada contra el ¡®Estado opresor¡¯

Espa?a es un Estado antidemocr¨¢tico y no hay m¨¢s remedio que desobedecer a sus instituciones. Estos son los dos mensajes que han martilleado a la sociedad catalana desde 2012. Han sido siete a?os prometiendo machaconamente el advenimiento de una rep¨²blica pr¨®spera y libre de la ¡°opresi¨®n espa?ola¡±. Lo que fue bautizado como ¡°la revoluci¨®n de las sonrisas¡± ha terminado con fuego en las calles y choques con la polic¨ªa protagonizados por j¨®venes que han crecido escuchando que viven bajo la represi¨®n de una fuerza invasora. ¡°Espa?a es peor que Corea o Turqu¨ªa. Nos quer¨ªan de rodillas y nos han encontrado en pie¡±. Sentencias como esta han sido habituales por parte de l¨ªderes pol¨ªticos y de sus ide¨®logos; esta en concreto, expresada en 2017, es del actual consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch.

Los medios de comunicaci¨®n han recogido en las ¨²ltimas semanas los testimonios de los j¨®venes que se encaran con los agentes antidisturbios. Un com¨²n denominador es que sus a?os de formaci¨®n han coincidido con un contexto de movilizaci¨®n permanente, de una quimera prometida que no se cumple y de discursos en los que el nexo ha sido la llamada a desobedecer a un ¡°Estado autoritario¡±, como lo ha descrito el entrenador de f¨²tbol Pep Guardiola, la ¨²nica persona que hasta hoy ha hablado en nombre de Tsunami Democr¨¤tic.

Este colectivo an¨®nimo es el responsable del asedio al aeropuerto del Prat del pasado 14 de octubre, del reciente corte de la autopista AP-7 durante tres d¨ªas y del cierre de la frontera entre Espa?a y Francia en La Jonquera. Tsunami Democr¨¤tic est¨¢ siendo investigado por la Audiencia Nacional. El grupo surgi¨® el pasado septiembre y las m¨¢ximas autoridades de Catalu?a ¡ªel presidente de la Generalitat, Quim Torra; su vicepresidente, Pere Aragon¨¨s, y el presidente del Parlament, Roger Torrent¡ª pidieron a la ciudadan¨ªa que le dieran apoyo. Tsunami Democr¨¤tic tambi¨¦n ha realizado acciones de boicot a bancos y grandes compa?¨ªas que consideran que han actuado contra la independencia. Al mismo tiempo, Josep Llu¨ªs Alay y Aleix Sarri, asesores del expresident Carles Puigdemont y de Torra, respectivamente, o el editor Vicent Partal, ped¨ªan que el independentismo emulara las protestas en Hong Kong contra el r¨¦gimen chino.

Mas, la ANC y la CUP

El mito de la desobediencia empez¨® en mayo de 2012. El por entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunci¨® que si el presidente del Gobierno Mariano Rajoy no aceptaba negociar sus condiciones para mejorar el autogobierno de Catalu?a, dar¨ªa inicio a una nueva era. ¡°Catalu?a entra en territorio desconocido¡±, dijo Mas. Un a?o m¨¢s tarde, en el Parlament, Mas confirmaba que ya se hab¨ªa entrado ¡°en una dimensi¨®n desconocida¡±. ¡°Y sabemos que no hay marcha atr¨¢s posible¡±, a?ad¨ªa. Mientras Mas pronunciaba estos augurios, crec¨ªan como actores pol¨ªticos la ANC y los anticapitalistas de la CUP. Carme Forcadell, como presidenta de la ANC, ya recorr¨ªa pueblos y ciudades en 2012 repitiendo ideas como esta, expresada en un acto en Sant Carles de la R¨¤pita: ¡°Los procesos de independencia son siempre fruto de la injusticia, de la humillaci¨®n y del menosprecio. Y Espa?a hace muchos a?os que nos menosprecia, desde la Edad Media, y lo continuar¨¢ haciendo. ?Qu¨¦ clase de pueblo ser¨ªamos si en vez de la libertad prefiri¨¦ramos continuar siendo esclavos?¡±.

La CUP irrumpi¨® aquel a?o en el Parlamento catal¨¢n con un programa que dec¨ªa en su primer p¨¢rrafo: ¡°Forzaremos la ruptura con los Estados ocupantes [Espa?a y Francia] a trav¨¦s del ejercicio del derecho de autodeterminaci¨®n del pueblo catal¨¢n¡±. En 2015, cuando su peso parlamentario pas¨® de tres a 10 diputados, el programa de la CUP se ampliaba con un concepto que acabar¨ªa por ser determinante, la independencia unilateral: ¡°Es necesaria la ruptura inmediata con el marco jur¨ªdico y pol¨ªtico del Estado espa?ol mediante una Declaraci¨®n Unilateral de Independencia¡±.

En agosto de 2014, con la primera consulta ilegal en el horizonte, la del 9-N, Forcadell constataba en Catalunya R¨¤dio lo que repet¨ªan otros ide¨®logos del independentismo, la necesidad de saltarse el marco legal vigente: ¡°En cualquier opci¨®n habr¨¢ que romper la legalidad espa?ola. Mucha gente ya ha dicho que en alg¨²n momento deber¨¢ romperse la legalidad espa?ola¡±. El a?o 2014 fue intenso en cuanto a propaganda: se celebraron los fastos del tricentenario del final de la Guerra de Sucesi¨®n, una fecha ic¨®nica para el nacionalismo catal¨¢n. El lema del tricentenario en Barcelona era ¡°Vivir libre¡±. Entre los muchos actos que se organizaron fue especialmente pol¨¦mico un seminario titulado Espa?a contra Catalu?a. Su director, el historiador Jaume Sobrequ¨¦s, escribi¨® el pasado septiembre en el diario El Punt Avui la justificaci¨®n de una ¡°violencia resistencial¡± para alcanzar la independencia: ¡°Sin una determinada acci¨®n violenta, en la versi¨®n a la que me he referido, Catalu?a nunca conseguir¨¢ su liberaci¨®n. Corresponde a los pol¨ªticos definir el marco y los l¨ªmites de la violencia con el Estado; de las formas de resistencia tambi¨¦n violenta que ser¨¢ necesario ejercer¡±.

La deslegitimaci¨®n de las instituciones del Estado subi¨® de intensidad con las elecciones auton¨®micas de 2015, las que Mas convoc¨® como un plebiscito: si la lista de Junts pel S¨ª ganaba, promet¨ªan proclamar la independencia en 18 meses. Para ello, el propio Mas ped¨ªa en enero subir las revoluciones: ¡°Tenemos que poner el turbo de la ilusi¨®n hasta arriba. El motor de la ilusi¨®n nos llevar¨¢ hasta la victoria final. El motor de la ilusi¨®n es el viento de popa que nos lleva a ?taca. Llega la consulta definitiva para la libertad de Catalu?a. Estamos acerc¨¢ndonos al momento m¨¢s trascendente en 300 a?os¡±.

Aquel 2015 fue prol¨ªfico en mensajes dirigidos al sentimiento nacional, como el de Mas, en un mitin de Tarragona, donde pidi¨® a la gente plantar cara: ¡°Hay una cosa que no pueden detener, las ansias de democracia y de libertad del pueblo de Catalu?a. No caigamos en la trampa del miedo. No somos gente sometida, no somos s¨²bditos que simplemente bajan la cabeza. Somos gente libre y lo demostraremos¡±.

Promesa de emociones

2016 y 2017 son los a?os en los que el turbo se apret¨® al m¨¢ximo. ¡°Quien quiera emociones, las tendr¨¢¡±, dijo el exdiputado de ERC Joan Tard¨¤ en una mesa redonda de 2016: ¡°El momento cr¨ªtico ser¨¢ el d¨ªa en el que el Parlament vote la ley de transitoriedad jur¨ªdica. ?Y qu¨¦ har¨¢n? ?Chapar el Parlament? Quiz¨¢ ser¨¢ el momento en el que millones de personas tengan que ocupar las calles de forma pac¨ªfica¡±. La expresidenta de la Asociaci¨®n de Municipios por la Independencia Neus Lloveras asegur¨® en una manifestaci¨®n de noviembre de aquel a?o: ¡°A los catalanes y catalanas, despu¨¦s de 300 a?os, se nos ha acabado la paciencia¡±. Jordi Cuixart, presidente de ?mnium, afirm¨® en el mismo acto: ¡°El pueblo de Catalu?a no falla nunca. Si os atacan a vosotros [a los pol¨ªticos], atacan a todo un pueblo¡±.

¡°Llega el momento de la desobediencia grande, total¡±, a?adi¨® Lloveras en otro mitin, de 2017, para concienciar a los asistentes de las acciones inconstitucionales que se producir¨ªan en septiembre y octubre. El mantra era defender en la calle lo aprobado en el Parlament. ¡°Llega un momento de m¨¢xima tensi¨®n¡±, dijo Cuixart en junio en una conferencia organizada por El Punt Avui, ¡°ser¨¢ necesario un esfuerzo excepcional. La gente no ha fallado nunca. No ser¨¢ un camino de rosas. Deberemos sacar fuerzas de donde no las tengamos. La independencia se gana en las urnas, pero se defiende en la calle¡±.

El 1-O supuso el momento culminante de la normalizaci¨®n de la desobediencia, con m¨¢s de dos millones de personas votando en un refer¨¦ndum ilegal. Mas incid¨ªa p¨²blicamente en estrategias de enfrentamiento con la justicia y la polic¨ªa: ¡°Debemos tener un esquema de movilizaci¨®n organizada que ponga muy dif¨ªcil al Estado impedir el refer¨¦ndum o que sea enorme el coste que tenga que pagar para impedirlo¡±. El dirigente de la CUP Quim Arrufat hab¨ªa expresado en septiembre de 2016 que su partido buscaba con el 1-O ¡°hacer entrar en contradicci¨®n antidemocr¨¢tica al Estado espa?ol y que tenga que recurrir a alg¨²n tipo de fuerza legal o incluso de fuerza bruta¡±[¡­].

La influencia de la CUP en el Parlament ha sido determinante para que se impusiera la doctrina de la desobediencia. Los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR) nacieron con el 1-O pero tuvieron una conceptualizaci¨®n previa, en marzo de 2017, por parte de Poble Lliure, una de las corrientes de la CUP: Poble Lliure propon¨ªa en un documento ¡°el despliegue de Grupos de Defensa de la Rep¨²blica¡±, ¡°instrumentos de organizaci¨®n y de lucha m¨¢s y m¨¢s amplios¡±.

Desde octubre de 2018 y hasta los altercados recientes, los CDR, ¨®rganos aut¨®nomos formados por vecinos de municipios y barrios, hab¨ªan liderado las actuaciones m¨¢s contundentes del independentismo. En 2018 protagonizaron choques violentos con los Mossos d¡¯Esquadra ante el Parlamento catal¨¢n. Torra les pidi¨® que presionaran al Gobierno para proseguir con la independencia. Por aquellas mismas fechas fue filtrado un v¨ªdeo de Torra en unas fiestas populares en las que un grupo de j¨®venes le preguntaba cu¨¢ndo deb¨ªa iniciarse ¡°una revuelta¡±; ¡°mejor que empiece con las sentencias [del Tribunal Supremo], ese es el momento¡±, respondi¨®. ¡°Querr¨¢ decir estar 15 d¨ªas all¨ª, pim pam. Esto depender¨¢ de vosotros¡±, a?ad¨ªa el president con una sonrisa.