Las entra?as del pacto que meti¨® a Vox en la Mesa del Congreso
El PSOE rechaz¨®, con el pleno ya iniciado, la ¨²ltima oferta del PP, que le habr¨ªa relegado a la vicepresidencia tercera
La elecci¨®n de la Mesa del Congreso se convirti¨® en un suplicio para casi todos los partidos en los d¨ªas y minutos previos a la constituci¨®n de las Cortes, el martes, e incluso durante la celebraci¨®n de ese pleno, ya en el hemiciclo. Ese voto es individual, secreto, en urna y est¨¢ sujeto a oscuros pactos y transacciones de pasillo, que la mayor¨ªa de los electos desconocen. Amarrados en teor¨ªa los acuerdos, los negociadores vuelven a sus esca?os con desconfianza. Ha habido precedentes de sonoras traiciones. Durante la sesi¨®n del martes, la ¨²nica elecci¨®n segura era la de la presidenta, la socialista Meritxell Batet. Pero el resultado de esa votaci¨®n alert¨® al PSOE de que no pod¨ªa fiarse del comportamiento de voto de los tres partidos de la derecha, PP, Ciudadanos y Vox, en las siguientes rondas. Y no se fio.
En los d¨ªas anteriores, la vicesecretaria del PSOE, Adriana Lastra, mantuvo algunos contactos, incluso personales, con representantes del PP y Ciudadanos para intentar aplicar un cord¨®n sanitario a Vox en los nueve cargos a reparto en la Mesa del Congreso, un ¨®rgano que parece burocr¨¢tico pero es clave para retrasar o tramitar iniciativas y debates. PP y Cs se negaron.
Ya en el pleno del martes, el secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas, volvi¨® a tener otra charla con el secretario general del PP, Teodoro Garc¨ªa Egea, y con el negociador de Cs, Jos¨¦ Mar¨ªa Espejo. Egea y Espejo pidieron ayuda al PSOE para que Cs entrase con alg¨²n puesto. El PSOE volvi¨® a ofrecer que esas dos formaciones se repartiesen los cuatro sillones previstos para la oposici¨®n conservadora. Simancas les exigi¨® que entrasen en el cord¨®n a Vox y ambos replicaron de forma parecida: ¡°Eso es aparte, va por su cuenta, no tiene nada que ver¡±.
La primera votaci¨®n de la jornada para la presidencia de las Cortes resolvi¨® en el desempate entre Batet y la popular Ana Pastor las pocas dudas que el PSOE conservaba. La socialista recab¨® 166 papeletas y Pastor 140, porque en ese caso la derecha s¨ª vot¨® toda junta. Simancas tom¨® nota y movi¨® sus hilos con Podemos y los dem¨¢s socios de otros partidos progresistas y nacionalistas para las vicepresidencias.
PP y Cs esgrimieron ah¨ª que el PSOE podr¨ªa haber dividido sus apoyos entre tres candidatos de izquierdas para evitar que Vox (Ignacio Gil L¨¢zaro) accediese como hizo a la vicepresidencia cuarta. Si el PSOE hubiese dividido esos 166 votos de izquierdas entre tres aspirantes (55) habr¨ªa perdido la vicepresidencia primera y la segunda en favor de los candidatos de PP y Vox, que les habr¨ªan adelantado si sumasen y repartiesen sus te¨®ricas 140 papeletas entre dos (70). Vox ah¨ª se desmarc¨® y apost¨® solo por Gil L¨¢zaro.
PP y Cs acusaron luego del fracaso del cord¨®n al PSOE y calificaron su propuesta de ¡°generosa¡±, aunque los ¨²nicos que ced¨ªan algo en ambos casos eran el PSOE o Vox.
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