Despedirse de la familia con un mensaje escrito en una cajetilla de tabaco
'Peque?as cosas' muestra objetos aparentemente insignificantes guardados durante a?os como tesoros por familiares de v¨ªctimas del franquismo
Guardar una cajetilla de tabaco durante 80 a?os porque en el reverso del cart¨®n est¨¢ escrita la despedida de un hombre, Vicente Verdejo, que sabe que ha fumado su ¨²ltimo cigarrillo y dado su ¨²ltimo abrazo: ¡°Carmen, cojo el lapicero para despedirme de ti y de nuestros hijos, mi Gregorio y mi Vicentita. Muero acord¨¢ndome de ti. Has sido muy buena, no te mereces lo que est¨¢s sufriendo. Ten resignaci¨®n y paciencia. Recibe todo el cari?o de este que hasta la muerte te est¨¢ queriendo¡±. Conservar durante d¨¦cadas un pa?uelo con manchas de sangre porque contiene las pertenencias que acompa?aron a Heliodoro Meneses el d¨ªa de su fusilamiento: papel de arroz, una caja de cerillas, un pedazo de l¨¢piz, una goma de borrar y una horquilla. Un grupo de investigadores de la UNED ha dedicado diez a?os a buscar en hogares de toda Espa?a ¡°los objetos que guardaron una memoria perseguida¡± y que se muestran ahora en una exposici¨®n itinerante, desde este mes en Madrid, y durante 2020 en distintas sedes de la Universidad a Distancia. Se titula Las peque?as cosas y explica por qu¨¦ para quienes las custodiaron desde el franquismo hasta hoy son grandes tesoros.
Durante a?os esos objetos fueron una forma de resistencia: guardarlos significaba rebelarse contra quien intent¨® hacer desaparecer a sus due?os arroj¨¢ndolos a fosas comunes, enterramientos clandestinos. Con el tiempo sirvieron, adem¨¢s, para recordarles con orgullo y hablar de ellos a quienes no conocieron los efectos de su ausencia.
Vicente Verdejo, el hombre que abri¨® una cajetilla de tabaco para despedirse de su familia, fue fusilado el 29 de octubre de 1940. Gregorio ten¨ªa entonces seis a?os y Vicentita, dos. ¡°Mi hermano empez¨® a trabajar antes de echar los dientes. No deb¨ªa tener m¨¢s de ocho o nueve a?os. Pas¨¢bamos un hambre...¡±, recordaba ella.
Un primo de Heliodoro Meneses lleg¨® a presenciar su fusilamiento. Cuando los cuerpos quedaron abandonados, a la espera de echarlos a la fosa com¨²n, se acerc¨® y extrajo del bolsillo del cad¨¢ver todo lo que ten¨ªa. La familia lo guard¨® en ese pa?uelo a modo de cofre que se expone ahora en Las peque?as cosas.
¡°Es una exposici¨®n llena de arrugas, de costuras, de recortes¡ peque?as cosas que nos permiten mirar y comprender el pasado de este pa¨ªs¡±, explica el antrop¨®logo Jorge Moreno, uno de los comisarios de la muestra y autor de El duelo revelado. ¡°Son fotograf¨ªas, escritos y objetos que conservan en sus dobleces la forma exacta de una memoria que tuvo que coserse, recortarse o susurrarse para poder sobrevivir¡±, a?ade.
Prohibido llamarse Libertad
La exhibici¨®n muestra piezas vinculadas a presos, fusilados y exiliados conservadas, sobre todo, en casas particulares, pero tambi¨¦n en archivos institucionales. As¨ª, en el expediente del juicio sumar¨ªsimo de Rufina Delgado, los investigadores encontraron, por ejemplo, una cuartilla manuscrita con una versi¨®n subversiva del Cara al sol. Y en el Registro Civil, un nombre tachado, "Libertad", y su sustituto, "M¨¢xima", en cumplimiento de una orden de 1939 por la que el franquismo exigi¨® a los padres que cambiasen, en un plazo de 60 d¨ªas, ¡°nombres ex¨®ticos o extravagantes¡± por estar vinculados a la izquierda, como Libertad o Germinal. Superado el plazo de dos meses, se ordenaba al encargado del registro imponer el nombre del santo del d¨ªa o el de un santo venerado en la localidad.
En el caso de los exiliados, la muestra exhibe tambi¨¦n objetos aparentemente insignificantes que, en la nueva vida, a miles de kil¨®metros, ten¨ªan un efecto reconfortante, como las peque?as piedras de carb¨®n que Alejandro Trapero, minero de Puertollano, se llev¨® a Francia. Las ten¨ªa expuestas en el centro del sal¨®n de su casa francesa.
La muestra exhibe tambi¨¦n una carta en la que Anastasio Godoy pide desde la c¨¢rcel a su familia que venda un armario para comprar sellos y papel con los que poder continuar escribi¨¦ndose. Entonces, esa correspondencia era una forma de seguir en contacto. Hoy es un tesoro.
"Las peque?as cosas" se expone en el centro Escuelas P¨ªas de UNED-Madrid hasta el 8 de enero. A partir de entonces puede consultar el itinerario de la muestra en mapasdememoria.com.
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