La crispaci¨®n dificulta el desarrollo del programa de PSOE y Podemos

Cinco expertos de Agenda P¨²blica (juristas, economistas, polit¨®logos y soci¨®logos) analizan el discurso del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno y la primera jornada del debate de investidura.

Elisa de la Nuez

Secretaria general de la Fundaci¨®n Hay Derecho

Despu¨¦s de la desastrosa repetici¨®n electoral, de la que ha resultado un Parlamento mucho m¨¢s fragmentado y polarizado que el anterior, se ha llegado por fin al debate de investidura de Pedro S¨¢nchez. Consciente del riesgo que supone su apuesta ¡ªen primer lugar para su propio partido¡ª en el discurso de investidura, el candidato insisti¨® en la necesidad de terminar con el bloqueo y la par¨¢lisis pol¨ªtica. Tambi¨¦n apel¨® a la historia del PSOE para garantizar que no se va a romper la Constituci¨®n ni Espa?a. Pero al enumerar las grandes cuestiones a abordar, tales como la educaci¨®n, los impuestos, la precariedad, la reducci¨®n de la desigualdad, la sostenibilidad, la despoblaci¨®n, la revoluci¨®n digital, el cambio clim¨¢tico y, por supuesto, el conflicto territorial surge la duda de si con estos mimbres se puede aspirar a solucionarlos.

A mi juicio es imposible por razones pol¨ªticas (son reformas transversales que necesitan un consenso muy amplio) pero tambi¨¦n por razones t¨¦cnicas. Sin buenas instituciones neutrales, profesionales e independientes y una evaluaci¨®n seria de pol¨ªticas p¨²blicas estas medidas son una bonita carta a los Reyes Magos.

J. M. Mart¨ªn Carretero

Economista

Pedro S¨¢nchez present¨® un programa de Gobierno completo, basado en las prioridades ya desgranadas en los diferentes acuerdos firmados con las fuerzas pol¨ªticas. Estos planes se?alan los retos de la desigualdad, la digitalizaci¨®n y el cambio clim¨¢tico, proponiendo asumir las prioridades que fue apuntando tanto durante la campa?a como desde su primer a?o de Gobierno. Un programa donde se reconoce el peso de su principal socio, Unidas Podemos, que se hace fuerte en la agenda social y laboral, y se compromete con la estabilidad fiscal.

En el pacto de Gobierno destaca la apuesta por la Formaci¨®n Profesional Dual y el apoyo a la pol¨ªtica industrial, el ya conocido plan de Emprendimiento, al que se a?ade, acertadamente, el emprendimiento social, as¨ª como la futura Estrategia Espa?ola de Inteligencia Artificial. En estas 50 p¨¢ginas se echa en falta la necesidad de mejorar la cooperaci¨®n internacional, pese a sus referencias a la Agenda 2030, y una visi¨®n m¨¢s decidida respecto del futuro de la Uni¨®n Europea.

Jos¨¦ Rama

Doctor en Ciencia Pol¨ªtica por la Universidad Aut¨®noma de Madrid

El candidato socialista, Pedro S¨¢nchez, ley¨® un discurso muy parecido al de 2019 y, pr¨¢cticamente, igual al documento de acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. Con todo, el tono fue el del consenso y el entendimiento para superar el conflicto territorial, aludiendo a la necesidad de entender los distintos sentimientos y sensibilidades nacionales y buscar un encaje de todos dentro del territorio espa?ol, siempre respetando la Constituci¨®n. Tambi¨¦n puso el foco en medidas de car¨¢cter social, de desarrollo econ¨®mico y de tipo fiscal.

Las r¨¦plicas, que buscaban la crispaci¨®n, fueron tambi¨¦n las esperadas, sobre todo las de Vox y PP. Estos partidos vieron en las palabras de S¨¢nchez una entrega al independentismo y a la ruptura del Estado (a trav¨¦s del pacto con comunistas, independentistas y herederos de Batasuna). Casado quiso en su intervenci¨®n aludir a las palabras de solo hace unos meses de S¨¢nchez, contrarias a pactar con Unidas Podemos y a que el Gobierno dependiese de partidos secesionistas. Por su parte, PNV y ERC consideraron el discurso renovado, y favorable a resolver el dif¨ªcil encaje territorial.

Astrid Barrio

Profesora de Ciencia Pol¨ªtica de la Universitat de Val¨¨ncia

La primera sesi¨®n del debate de investidura evoc¨® a la imagen del dios Jano. Uno de sus rostros mirando al futuro y apuntando al camino del desbloqueo, tal y como afirm¨® el candidato S¨¢nchez. Una senda que ha de permitir la conformaci¨®n de un Ejecutivo estable y una legislatura larga a pesar de la inc¨®gnita que supondr¨¢ el funcionamiento del que puede ser el primer Gobierno de coalici¨®n de la Espa?a democr¨¢tica.

El segundo de los rostros volvi¨® la mirada al pasado, a una Espa?a crispada y polarizada y lo que es m¨¢s preocupante: a la de las fracturas superpuestas, una izquierda partidaria de la Espa?a plural y una derecha compitiendo por la bandera y en malos modos. Esto no solo alimenta la divisi¨®n y potencia la l¨®gica amigo-enemigo, sino que dificulta la resoluci¨®n por consenso de los conflictos y acaba imponiendo soluciones mayoritarias, justamente aquello que la Transici¨®n y el tan denostado r¨¦gimen del 78 felizmente hab¨ªan logrado superar.

Cristina Monge

Soci¨®loga

Tras cuatro a?os de inestabilidad con la emergencia en 2015 del multipartidismo, esta sesi¨®n de investidura inaugura una nueva etapa con el eje izquierda-derecha f¨¦rreamente marcado. La entrada con fuerza de la extrema derecha en el Congreso ha generado una pugna en el bloque conservador que explica el discurso de derecha extremada de Pablo Casado. Este escenario ha facilitado el encuentro entre las fuerzas progresistas, materializado en el discurso de Pedro S¨¢nchez propio de una socialdemocracia moderna: derechos sociales, lucha contra la desigualdad, emergencia clim¨¢tica, feminismo, revoluci¨®n digital, educaci¨®n, servicios p¨²blicos, transparencia, etc. Si bien estos temas fueron a los que m¨¢s espacio dedic¨®, era imposible obviar el nudo gordiano del conflicto territorial en y con Catalu?a. La constataci¨®n de que existen catalanes de distintas sensibilidades que no se encuentran c¨®modos con la situaci¨®n actual es el elemento de uni¨®n entre estas fuerzas progresistas que ha hecho posible el encuentro.

Ambos bloques, izquierda y derecha, tienen razones para el acuerdo interno, y ser¨¢ muy dif¨ªcil que ninguna fuerza se salga de este campo de juego. M¨¢s bien, las pugnas se adivinan dentro de cada bloque. El bipartidismo ha mutado en bibloquismo.