La cabalgata de las bofetadas
La investidura de la noche de Reyes ha dejado de regalo dos bloques que se tiran insultos como caramelos y, por c¨®mo aplauden, parece que realmente lo fueran
Este domingo de Reyes en el Congreso se ve¨ªan huecos y muchas maletas. La mayor¨ªa de los diputados, que vive fuera de Madrid, estaba pendiente de coger el tren, el avi¨®n o el coche y largarse a casa, que esto no parecen navidades ni nada. Fue un motivo de esperanza en estas horas tan inciertas: cuando quieren son capaces de crear grandes consensos, todos quer¨ªan salir pronto. Tambi¨¦n aparecieron algunos que no estaban el s¨¢bado: Errej¨®n, convaleciente, lleg¨® a las 10.30 para estar en la primera votaci¨®n.
Si ERC y Catalu?a centraron la bronca el s¨¢bado, este domingo, por razones meramente de orden de turnos, fue con EH Bildu, la ¨²nica formaci¨®n que ¡ªmenos mal¡ª ofrec¨ªa motivos para discutir y no tener que hablar del programa de Gobierno o las soluciones a los problemas tras cuatro a?os de atasco pol¨ªtico. Se confirm¨® que ETA, precisamente por estar archivada, ya puede ser un juguete m¨¢s del pasado para tirarse a la cara. Les va a pasar como a Franco, al fin y al cabo fue otro subproducto del franquismo que dur¨® demasiado.
Se arm¨® con la intervenci¨®n de la portavoz de la formaci¨®n abertzale, Mertxe Aizpurua. En realidad no dijo nada m¨¢s all¨¢ de sus opiniones conocidas, sobre Espa?a y el Rey, pero solo esto ya fue motivo de rasgado de vestiduras para Pablo Casado, que lleg¨® a darse, literalmente, golpes en el pecho. ¡°?Qu¨¦ verg¨¹enza!¡±, protestaba. ¡°?Es apolog¨ªa del terrorismo!¡±, clamaba. Aizpurua solo hab¨ªa hablado de las ¡°recetas autoritarias¡± del Estado y critic¨® el discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017. Desde la derecha la llamaron de todo. Terrorista y asesina. ¡°?Pide perd¨®n!¡±, le gritaron. ¡°?Que condene el terrorismo!¡±, le increparon. Y es verdad que a los de Bildu ah¨ª siempre les pillan y les duele. Si lo hicieran dejar¨ªan sin argumentos a sus rivales, no para la legislatura, sino para la eternidad. Aun as¨ª, en la derecha se habla con asombrosa irrealidad, en presente, como si ETA a¨²n estuviera disparando. El portavoz de UPN, Sergio Sayas, dijo que Pedro S¨¢nchez depende de los votos ¡°de los que les amenazaban y les hac¨ªan mirar debajo del coche¡±. Los diputados de EH Bildu se llevaban las manos a la cabeza. Pobrecitos, nadie entiende que ellos, los de entonces, ya no son los mismos, que ellos en esa ¨¦poca no estaban. El mensaje no acaba de pasar. Es normal que les sigan odiando. Pero la presidenta de la C¨¢mara, Meritxell Batet, se desga?itaba recordando lo que es la libertad de expresi¨®n, aunque no te guste el que habla, y parece que esa idea tampoco acaba de cuajar.
Cuando Aizpurua critic¨® a la Monarqu¨ªa, Cayetana ?lvarez de Toledo salt¨® como un resorte y abri¨® el Reglamento de la C¨¢mara. Busc¨® una p¨¢gina y se la ley¨® a Casado, que tomaba apuntes. El l¨ªder del PP luego pidi¨® la palabra y cit¨® el art¨ªculo 103, para que la presidenta interviniera por ¡°injurias al Estado¡±. ¡°Acabo de escuchar las afirmaciones m¨¢s nauseabundas que he o¨ªdo en esta C¨¢mara¡±, lament¨®. Tambi¨¦n protest¨® luego Ciudadanos. Fue el momento de mayor griter¨ªo y desmadre. Pod¨ªa temerse que Teodoro Garc¨ªa Egea lanzara un hueso de aceituna (es campe¨®n mundial de la disciplina y llega de sobra al otro lado).
Pablo Iglesias se levant¨® para calmar a los suyos. Adolfo Su¨¢rez Illana, miembro de la presidencia de la C¨¢mara y sentado junto al palco, se gir¨® en su butaca para dar la espalda a Aizpurua. Santiago Abascal, de Vox, sali¨® con dos diputados de su partido, v¨ªctimas del terrorismo. Regresaron cuando termin¨® el turno de EH Bildu, mientras toda la derecha gritaba ¡°?libertad, libertad!¡±, saludando a los suyos y agradeciendo los aplausos. En su r¨¦plica, S¨¢nchez ley¨® luego un tuit de otra v¨ªctima de ETA: ¡°Mi aita hoy ser¨ªa feliz, ETA no existe y vamos a tener un Gobierno progresista¡±. Esta vez, aplausos en tromba de la izquierda. Este es el panorama.
Esta investidura ha ofrecido una nueva geograf¨ªa y aplicaci¨®n pr¨¢ctica de las ovaciones en el Congreso. Hasta ahora, lo normal sol¨ªa ser que cada uno aplaudiera solo a los suyos, un automatismo cegato de toda la vida. Pero este s¨¢bado y este domingo se ha roto la costumbre: Unidas Podemos ha aplaudido en pie al PSOE muchas veces, y PP, Vox y Ciudadanos se han enardecido juntos. Se han diluido los l¨ªmites entre partidos, pero eso hace las fronteras m¨¢s candentes entre bloques: est¨¢n sentados juntos, solo separados por el pasillo, que parece un foso de cocodrilos, Aitor Esteban y Santiago Abascal, In¨¦s Arrimadas y Gabriel Rufi¨¢n. El portavoz de Foro Asturias, Isidro Mart¨ªnez, se fue gritando: ¡°?Viva la Constituci¨®n! ?Viva el Rey! ?Viva Espa?a!¡±. Mientras le respond¨ªa a coro toda la derecha: ¡°?Viva!¡±.
Hubo m¨¢s insultos y proclamas que debate en s¨ª, no digamos inteligente y adulto. Esta sesi¨®n de investidura de la noche de Reyes ha dejado como regalo, que no estaba en ninguna carta de deseos de los espa?oles, dos bloques que se tiran insultos como caramelos y, por c¨®mo aplauden, parece que realmente lo fueran. Fue una aut¨¦ntica cabalgata de bofetadas.
Adem¨¢s de c¨®mo se empachan de historia y les da el v¨¦rtigo a todos de la hora fatal, quiz¨¢ haya que estudiar ya c¨®mo est¨¢n influyendo en los diputados las nuevas tecnolog¨ªas en la actividad parlamentaria. Puede que llegue un d¨ªa en que se tengan que prohibir los m¨®viles en el hemiciclo, como en los colegios. Hay muchos diputados que se pasan la sesi¨®n pegados al tel¨¦fono, no escuchan, lo peor en un Parlamento. Y luego tampoco se responde, porque se llevan el discurso escrito de casa, apenas se interact¨²a o se busca la empat¨ªa humana. Es significativo que a¨²n en los momentos m¨¢s broncos, muchos est¨¢n con el m¨®vil, en otra parte. Se calientan con Twitter y sus grupos de WhatsApp y luego levantan la cabeza y est¨¢n all¨ª, en el Congreso, pero se comportan igual.
Cerr¨® el debate Adriana Lastra, que sali¨® muy guerrera, aunque no ten¨ªa su chupa vaquera. Acus¨® a In¨¦s Arrimadas de ¡°hacer el rid¨ªculo¡± buscando un tamayazo, en referencia al voto a traici¨®n de dos tr¨¢nsfugas que frustr¨® un Gobierno del PSOE en la Comunidad de Madrid en 2003. La l¨ªder de Ciudadanos, por respuesta, le ense?aba un folio que pon¨ªa ¡°Adriana Lastra, curriculum vitae¡± y solo estaba escrito ¡°PSOE¡±. La portavoz socialista tuvo frases muy duras contra la derecha, algunas tremendas. Dijo tal cual: ¡°Ustedes y sus socios son un peligro y una amenaza para la libertad de las mujeres¡±. Esto mientras Noelia Vera, diputada de Unidas Podemos, recriminaba a los esca?os del PP que le hicieran, a ella y a Irene Montero, gestos de irse a casa a cuidar ni?os, con el gesto de acunar un beb¨¦ en brazos.
Finalmente, sobre su pacto con ERC, Lastra record¨® a Borges: ¡°No nos uni¨® el amor, nos uni¨® el espanto¡±. Y con esta bonita cita por toda explicaci¨®n de sus acuerdos con los independentistas, la investidura qued¨® lista para la votaci¨®n a las 12.10. S¨¢nchez obtuvo mayor¨ªa simple por un solo voto de diferencia y, por si acaso y para evitar sustos, el PSOE mand¨® un mensaje a sus diputados pidiendo que todos duerman en Madrid el d¨ªa 6. Salvo sorpresa, el presidente en funciones se saldr¨¢ con la suya el martes. El talento m¨¢s puro es la habilidad para seguir vivo, aunque no se sepa c¨®mo lo ha hecho.
Puestos a tirar de historia, Victor Hugo tambi¨¦n dijo, citando a Virgilio, ¡°la desesperaci¨®n es el arma que a veces da la victoria¡±. Hugo en Los miserables, un novel¨®n que resume las convulsiones del siglo XIX, que habla de las insurrecciones fallidas cuando no se representa totalmente al pueblo y de la b¨²squeda infatigable del progreso, dice que el drama de los que lo persiguen es ¡°tantear en las tinieblas, sin poder despertar al progreso dormido¡±. S¨¢nchez se ir¨¢ a dormir, y ahora parece que s¨ª puede, en la noche de los prodigios infantiles, la de Reyes, acariciando el sue?o de un Gobierno in¨¦dito de coalici¨®n progresista, pero el despertar, y la legislatura, desde luego prometen una pesadilla.
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