S¨¢nchez defiende el di¨¢logo en Catalu?a frente al duro ataque del PP
El candidato desmiente que sus acuerdos con ERC "rompan Espa?a"
Espa?a no se rompe; habr¨¢ di¨¢logo para afrontar ¡°el conflicto pol¨ªtico¡± con Catalu?a, sin salir de la Constituci¨®n, y el Gobierno de coalici¨®n del PSOE y Unidas Podemos llevar¨¢ adelante una agenda reformista que arrumbe medidas econ¨®micas, laborales y de libertades del anterior Gobierno popular. Estas fueron algunas de las m¨¢s destacadas consideraciones y compromisos del candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, en la primera jornada del debate para su investidura. El Gobierno encabezado por el l¨ªder socialista saldr¨¢ adelante, pero tendr¨¢ en contra a una oposici¨®n de extrema dureza como puso en evidencia de manera descarnada el l¨ªder del PP, Pablo Casado, en mayor medida incluso que Vox y Ciudadanos, con el argumento de que S¨¢nchez rompe la soberan¨ªa nacional. Nunca antes se hab¨ªa hablado tanto en el Congreso sobre la defensa de la patria. ¡°Si no resolvemos el conflicto esta legislatura, al menos que lo dejemos encauzado¡±, apost¨® el candidato a presidente.
El pre¨¢mbulo del texto que se escribir¨¢ en el Parlamento durante esta legislatura se apunt¨® en la primera jornada del debate de investidura. De nuevo, se vuelve a la pol¨ªtica de bloques, con derecha e izquierda y con alineamientos territoriales en las dos partes. En la intervenci¨®n inicial del candidato a la presidencia se vio su voluntad de dejar sentado que todas las profec¨ªas sobre la fractura de Espa?a son falsas: ¡°Espa?a no se rompe y no se va a quebrar la Constituci¨®n; lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno progresista votado democr¨¢ticamente por los espa?oles¡±.
Nadie dudaba de que las posiciones de la oposici¨®n ser¨ªan de gran dureza pero, aun as¨ª, sorprendi¨® el fondo y la forma del discurso del l¨ªder del PP, Pablo Casado. Se alej¨® de la cierta moderaci¨®n de la ¨²ltima campa?a para situarse en los modos de las anteriores elecciones. La comparaci¨®n con el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, fue inevitable. Y ambos se situaron en la misma longitud de onda.
La defensa de la patria, qui¨¦n cuida y ama m¨¢s a Espa?a, fue un hilo que cogieron casi todos los intervinientes. El pacto con ERC, a¨²n pendiente de explicar en detalle, inspir¨® discursos dolientes sobre la desmembraci¨®n de Espa?a, que tuvieron la r¨¦plica del candidato a la presidencia; de los l¨ªderes de Unidas Podemos, Pablo Iglesias e IU, Alberto Garz¨®n; del diputado de Comprom¨ªs, Joan Baldov¨ª; de la parlamentaria In¨¦s Saban¨¦s de M¨¢s Pa¨ªs y del representante de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Ninguno de ellos, encabezados por el propio S¨¢nchez, quiso dejarse arrebatar la bandera de la defensa de Espa?a. Dos bloques, en suma, con nuevos actores como Tom¨¢s Guitarte, de Teruel Existe, que confes¨® su asombro y preocupaci¨®n por el tono tan agresivo de los discursos que hab¨ªa escuchado. Adem¨¢s, denunci¨® que por su apoyo a S¨¢nchez est¨¢ sufriendo presiones y descalificaciones que nunca pudo imaginar. El presidente en funciones le agradeci¨® su ¡°valent¨ªa¡± y la bancada socialista le dedic¨® un gran aplauso de reconocimiento. Un b¨¢lsamo al que sumaron otros diputados. ¡°Tom¨¢s, tranquilo, ni caso, no hagas caso a los salvapatrias¡±, le anim¨® Baldov¨ª
S¨¢nchez quer¨ªa hablar m¨¢s de otros asuntos al margen de Catalu?a. Y aunque no los eludi¨®, para Casado no hubo pr¨¢cticamente otro asunto m¨¢s que el catal¨¢n. ¡°Este Gobierno va a ser su epitafio¡±, sentenci¨® el l¨ªder popular. ¡°Usted ha perdido la dignidad de dirigir un partido constitucionalista y tambi¨¦n la decencia¡±. Y vino la amenaza indisimulada. Si S¨¢nchez no impulsa la inhabilitaci¨®n inmediata de Quim Torra, el PP denunciar¨¢ en los tribunales por "prevaricaci¨®n" al l¨ªder socialista. Si Torra se resiste a dejar la Presidencia, S¨¢nchez debe ¡°promover en el Senado la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n¡± para intervenir la autonom¨ªa catalana. No hubo tregua por parte de Casado en el ataque pol¨ªtico y hasta roz¨® lo personal. Lleg¨® a acusarle de "sociopat¨ªa" y le espet¨®: "Usted es una mentira andante. ?Qu¨¦ eclipse moral trae usted a esta C¨¢mara? Es el l¨ªder de los que quieren acabar con la Espa?a constitucional, entre los que est¨¢n batasunos, comunistas y populistas".
Ante tanta ¡°desdicha¡±, el PP se coloc¨® al frente de ¡°la defensa de la naci¨®n¡± porque ¡°Espa?a no se va a rendir¡±. En esa defensa a ultranza se situ¨® tambi¨¦n Santiago Abascal, en lo que constituy¨® el principio de una cadena de reivindicaciones de ¡°la patria¡±. Tanto S¨¢nchez como Iglesias trataron de desbaratar el argumento de los populares de que el presidente en funciones es el peor dirigente que nunca ha tenido el PSOE. Para ello S¨¢nchez rememor¨® descalificaciones de los m¨¢s altos dirigentes del PP contra Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Alfredo P¨¦rez Rubalcaba.
Una y otra vez los contrarios a la investidura acusaban al candidato de mantener una actitud contraria a Espa?a. ¡°Yo tambi¨¦n tengo compromiso con Espa?a¡±, le replic¨® a la diputada de Coalici¨®n Canaria, Ana Oramas, que anunci¨® su voto contrario por los pactos del dirigente socialista. S¨ª tendr¨¢ el apoyo del representante de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Los agradecimientos a este, a N¨¦stor Rego, del BNG, o a In¨¦s Saban¨¦s, de M¨¢s Pa¨ªs, fueron especialmente c¨¢lidos por parte del candidato. Necesita todos y cada uno de los votos. Tras las posiciones expresadas por estos grupos, S¨¢nchez tiene asegurados 167 apoyos, frente a 165 votos negativos y 18 abstenciones.?
La defensa de la patria la hizo S¨¢nchez, pero su socio Iglesias no le fue a la zaga. Todo lo contrario. ¡°Ustedes no entienden Espa?a¡±, reproch¨® el futuro vicepresidente dirigi¨¦ndose ¡°a la derecha, la ultraderecha y la ultra ultraderecha¡±. En tono grave, sin subir la voz, anunci¨® que la tarea del nuevo Gobierno ser¨¢ ¡°defender a Espa?a de las traiciones que le ha hecho la derecha¡±.
La oposici¨®n estaba tan expectante de la intervenci¨®n del portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, como de la del propio S¨¢nchez. Tambi¨¦n de la portavoz de Junts per Catalunya, Laura Borr¨¤s, para quien lo acordado por el PSOE con ERC es poco menos que nada. El comienzo de la intervenci¨®n de Rufi¨¢n fue desconcertante porque record¨® a S¨¢nchez la variedad de sus discursos sobre Catalu?a. ¡°Pero tranquilo, todos tenemos hemerotecas¡±, matiz¨® de inmediato.? Le dio la bienvenida al di¨¢logo. Y, por supuesto, defendi¨® a sus compa?eros encarcelados y avis¨® de que los independentistas ni van a cambiar de opini¨®n ni van a desaparecer. ¡°Estamos obligados a dialogar, a hacer pol¨ªtica, nos guste m¨¢s o nos guste menos¡±, admiti¨®. Rufi¨¢n dej¨® avisos a S¨¢nchez de que el presidente debe cumplir sus compromisos. Y tambi¨¦n que sus demandas van m¨¢s all¨¢, como la petici¨®n de amnist¨ªa para los l¨ªderes del proc¨¦s. Pero ese punto no figura en lo pactado entre los socialistas y los republicanos catalanes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.