Un a?o sin Julen y un juicio con pocas certezas

El cerro de la Corona, en Total¨¢n (M¨¢laga, 715 habitantes) ten¨ªa hace doce meses olivos, almendros y matorrales. Hoy es un ¨¢spero pedregal. Una docena de excavadoras y dos perforadoras comieron bocado a bocado sus entra?as, moviendo 170.000 toneladas de rocas. Apenas los brotes de unos olivos manchan de verde una explanada que hace un a?o no exist¨ªa. Ronda los 15.000 metros cuadrados y en su interior esconde -tapado con una plancha de hierro- el pozo que mantuvo en vilo a todo el pa¨ªs hace un a?o. El silencio actual contrasta con el incesante ruido del equipo de rescate en su cirug¨ªa a la monta?a para extraer el cuerpo sin vida de Julen Rosell¨®. El peque?o falleci¨® el 13 de enero de 2019 y tras una ca¨ªda libre de 71 metros por un agujero de 25 cent¨ªmetros de ancho, seg¨²n reflej¨® la autopsia. Fue rescatado 13 infinitos d¨ªas despu¨¦s. La causa de su muerte es una de las pocas certezas de un accidente cuyas circunstancias se juzgar¨¢n a partir del pr¨®ximo 21 de enero en la Ciudad de la Justicia de M¨¢laga. David Serrano, propietario de la finca donde estaba el sondeo y ¨²nico conocedor del agujero, oculto a la vista y sin se?alizar, es el ¨²nico acusado. Se juega entre tres y tres a?os y medio de prisi¨®n por un presunto delito de homicidio imprudente. Tambi¨¦n se le pide una indemnizaci¨®n de 1,5 millones. Se declar¨® insolvente, pero se le ha denegado tal condici¨®n.

Cuando los m¨¢s de 200 periodistas abandonaron el cerro de la Corona tras publicar cientos de p¨¢ginas de peri¨®dico y emitir 228 horas de televisi¨®n, la maquinaria permaneci¨® all¨ª unos d¨ªas m¨¢s. El objetivo era devolver el terreno a su estado lo m¨¢s cercano al original. La restauraci¨®n ha devuelto el perfil a la ladera, enterrando para siempre un pozo maldito en el que el peque?o ¡°desapareci¨®¡±, como dijeron sus padres, Victoria Garc¨ªa y Jos¨¦ Rosell¨®, a los primeros bomberos que llegaron al lugar. Ahora no hay medios de comunicaci¨®n, ni mineros, ni agentes de la Guardia Civil. Y los vecinos de Total¨¢n ya no preparan caf¨¦s y almuerzos para el operativo. Ahora prefieren pasar p¨¢gina, que su pueblo no sea recordado solo por el suceso. ¡°Fue una tragedia, pero hay que seguir adelante¡±, resumen sus mayores mientras caminan por el Paseo de la Salud.

¡°La sensaci¨®n es extra?a, muy extra?a¡±, dice ?ngel Garc¨ªa Vidal, ingeniero de caminos que dirigi¨® los trabajos del operativo de rescate de Julen Rosell¨® en enero de 2019. Hace apenas unas semanas visit¨® por primera vez el cerro de la Corona. ¡°Lo primero que pens¨¦ fue el esfuerzo tan enorme que se hizo, la repercusi¨®n que tuvo. No era consciente. Y este a?o me ha permitido dar perspectiva al sacrificio y trabajo de aquellos d¨ªas¡±, cuenta quien ha recibido en los ¨²ltimos meses much¨ªsimos reconocimientos por su labor en Total¨¢n. Tras aquella experiencia, le cost¨® seis meses volver a la rutina, al d¨ªa a d¨ªa en su oficina en el barrio de La Malagueta.

Como ¨¦l, otras 300 personas expertas en diversas disciplinas trabajaron en un rescate que dur¨® 299 horas. ¡°Ha dado tiempo a pensar en qu¨¦ cosas se puede mejorar en una situaci¨®n tan extrema y ¨²nica¡±, a?ade Juli¨¢n Moreno, entonces director t¨¦cnico del cuerpo de bomberos malague?o. ?l no ha vuelto a Total¨¢n, ¡°pero lo que ocurri¨® no se te va de la cabeza, a¨²n queda para que consigamos salir de all¨ª¡±, dice Moreno, que se qued¨® con la espina de no haber podido sacar con vida al menor. ¡°Hicimos lo que pudimos y nos hubiera gustado otro desenlace¡±, dijo Sergio Tu?¨®n, responsable de la Brigada de Salvamento Minero d¨ªas despu¨¦s del rescate. ¡°Siempre trabajamos la esperanza de que estuviera vivo. Era dif¨ªcil, pero no imposible¡±, a?ade Francisco Manuel Alonso, ge¨®logo de la Universidad de Huelva que ayud¨® a entender el terreno en el que el operativo trabajaba. ¡°Tambi¨¦n tengo una sensaci¨®n rara todav¨ªa. Es una experiencia que me ha marcado para toda la vida¡±, subraya el especialista, que destaca adem¨¢s la presi¨®n medi¨¢tica de aquellos d¨ªas.

El proceso judicial, dirigido por la jueza Elena Sancho Mallorqu¨ªn, dirimir¨¢ las responsabilidades de lo que ocurri¨® aquella jornada. La gran expectaci¨®n medi¨¢tica ha obligado a habilitar una sala de prensa. Durante seis sesiones y hasta el 30 de este mes, el juicio buscar¨¢ aclarar las dudas que existen sobre el fallecimiento del menor. Dos son las m¨¢s importantes. Por un lado, si Serrano avis¨® o no a los padres de Julen de la presencia de un sondeo en la finca. ?l siempre defendi¨® que s¨ª, pero durante las declaraciones previas los progenitores aseguraron que jam¨¢s les dijo nada. La segunda se centra en saber si el boquete estaba cubierto. Pocos d¨ªas despu¨¦s del siniestro, Serrano escenific¨® en una rueda de prensa que la prospecci¨®n estaba tapada con dos bloques de hormig¨®n y aleg¨® que el peque?o se escurri¨® entre ellos. Antonio S¨¢nchez -que realiz¨® el sondeo- y los padres del ni?o lo negaron. ¡°Jam¨¢s pens¨¦ que cabr¨ªa un ni?o¡±, dijo entonces Serrano entre l¨¢grimas.

La defensa del ¨²nico acusado ha solicitado su absoluci¨®n y, para evitar la condena, ha echado balones fuera en varias direcciones. La primera, culpando a S¨¢nchez, a quien consideran responsable de no tomar las medidas de seguridad pertinentes una vez realizado el pozo. La segunda se dirigi¨® al operativo de rescate, apuntando a la piqueta que usaron los bomberos como causa de la muerte de Julen, tesis que fue desmentida por la autopsia. Los forenses aseguraron que fueron los golpes durante la ca¨ªda al vac¨ªo la causa del fallecimiento. La tercera se?al¨® directamente a los padres del menor: ¡°Ten¨ªan que haber estado pendientes de su hijo¡±, dijo en Telecinco.

Rosell¨® y Garc¨ªa son quienes piden la pena m¨¢s alta para Serrano, al que tambi¨¦n recriminan que a¨²n no les haya pedido perd¨®n. Solicitan tres a?os y medio de prisi¨®n porque creen que tuvo una ¡°falta total de respeto por las normas de seguridad¡± y que, si hubiese adoptado las ¡°m¨ªnimas medidas¡± previstas en la normativa, la muerte de su hijo ¡°se hubiera evitado¡±.