Khadim cay¨® en la trampa

El lunes 6 de mayo de 2018, a las 11 de la ma?ana, Modou Khadim cay¨® en una trampa. El senegal¨¦s pensaba que un funcionario del Ayuntamiento de Ribaforada (Navarra), donde resid¨ªa desde 2014, le iba a ayudar con el empadronamiento y podr¨ªa legalizar su situaci¨®n en Espa?a, pero en vez de un t¨¦cnico le esperaba una pareja de polic¨ªas. No hab¨ªan pasado 24 horas desde su detenci¨®n y ya estaba volando rumbo a Senegal. Expulsado.

El Defensor del Pueblo afirm¨® que la Administraci¨®n local us¨® un pretexto ficticio para facilitar su expulsi¨®n y que se vulneraron los derechos de Khadim. El entonces alcalde, el socialista Jes¨²s Mari Rodr¨ªguez, arguy¨® que segu¨ªa ¨®rdenes policiales. Lo cierto es que un documento oficial sellado por su Ayuntamiento sirvi¨® como cebo para que Khadim, de 51 a?os, acabase en ?frica, continente que abandon¨® cuando ten¨ªa 18. Cuenta Modou por tel¨¦fono que en Espa?a hab¨ªa aprendido a vivir, a moverse y relacionarse para tener sus redes y amigos: ¡°Viv¨ª muchos a?os all¨ª y pude ganar algo para dar de comer a mis hijos. Ahora tengo muchos problemas¡±.

Protestas de inmigrantes

El africano denuncia un procedimiento poco habitual y que ¨¦l considera tramposo. A¨²n alberga esperanzas de volver a Espa?a. Ayer varios colectivos sociales y la agrupaci¨®n de senegaleses de la Ribera de Navarra acudieron al Parlamento foral para pedir su retorno y leer una carta redactada por el afectado. Eduardo Santos, responsable de Pol¨ªticas Migratorias y Justicia del Ejecutivo navarro, expres¨® hace unos d¨ªas en la C¨¢mara su ¡°disconformidad¡± con el caso y neg¨® que exista ¡°falta de confianza¡± en la poblaci¨®n inmigrante.

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Khadim relata que recibi¨® la citaci¨®n con fe en recuperar los papeles que hab¨ªa perdido cuando se divorci¨® de su esposa espa?ola. Una vez en situaci¨®n irregular, sin un contrato laboral que le permitiese regularizarse, solo la calle le dio trabajo. Se dedic¨® a la venta ambulante de bolsos desde que lleg¨® a Mallorca en 2004 tras pasar por Italia. Ese fue su oficio en Salou (Tarragona) y en otros municipios de Navarra hasta arribar en Ribaforada en 2014. As¨ª pagaba el alquiler del piso que compart¨ªa, subsist¨ªa y mandaba alg¨²n dinero a su familia.?El senegal¨¦s tiene tres hijos, de entre 8 y 16 a?os, nacidos en este pa¨ªs africano, y su pareja actual est¨¢ embarazada. Solo el miedo a perderlos impidi¨® que se subiera a una patera apenas dos semanas despu¨¦s de su expulsi¨®n, confiesa.

Lo ocurrido con Khadim sorprendi¨® a Mar¨ªa Jos¨¦ Mu?oz, abogada del Centro de Asesor¨ªa para Extranjeros de Navarra y acostumbrada a lidiar con retornos forzados de inmigrantes. ¡°Eso de citar en el Ayuntamiento de forma inesperada es legal, pero fue un poco trampa. Lo convocaron para algo de su inter¨¦s, pero en realidad era para abrirle un expediente de expulsi¨®n¡±, explica la letrada, que denuncia que otros Ayuntamientos han imitado esta argucia en m¨¢s ocasiones. ¡°Me constan tres casos que he llevado yo, nunca se hab¨ªa hecho as¨ª¡±, asegura. Uno de ellos, a?ade, fue de una mujer embarazada. La disculpa del alcalde de Ribaforada de que se limit¨® a ¡°hacer cumplir la ley¡± no satisface a Mu?oz, que defiende que las autoridades pod¨ªan enviar a su defendido a Senegal sin necesidad de artima?as, como se suele hacer con las redadas o detenciones callejeras. Lo que no acepta es que se recurriera a un ¡°cebo¡±.

Uno de los aspectos que m¨¢s molestaron en el caso de Khadim fueron los pretextos que utiliz¨® el regidor a trav¨¦s de un comunicado. Rodr¨ªguez ocupa ahora el cargo de director general contra la Despoblaci¨®n en el Gobierno navarro, una coalici¨®n entre el PSOE, los nacionalistas de Geroa Bai y Unidas Podemos.

El comunicado municipal atribuy¨® al senegal¨¦s ¡°antecedentes penales por la comisi¨®n de varios delitos¡± y recogi¨® que la orden policial se deb¨ªa a ello. Khadim afirma que la ¨²nica irregularidad que cometi¨® fue usar un permiso de conducir que no estaba en regla cuando lleg¨® a Espa?a. Alassane Ndiaye, tambi¨¦n senegal¨¦s y portavoz de la asociaci¨®n que defiende a sus compatriotas en Navarra, relata c¨®mo su compa?ero se enter¨® de que sus papeles no val¨ªan: ¡°Hab¨ªa comprado un coche y se lo llevaba a Senegal para venderlo, ganar algo de dinero extra y volver en avi¨®n¡±. En la frontera, cuando iba a salir de Espa?a, le indicaron que su documentaci¨®n no estaba en orden y que, si abandonaba suelo nacional, quiz¨¢ tendr¨ªa problemas al regresar. As¨ª comenz¨® la vida en situaci¨®n irregular ante la ausencia de un trabajo, se?ala Ndiaye, que lo ayud¨® con temas administrativos. ¡°Modou no hab¨ªa matado ni violado, solo vend¨ªa bolsos en la calle¡±, expresa con tristeza.

Ha pasado m¨¢s de a?o y medio desde que Khadim retorn¨® a Senegal. Ahora se conforma con tener suerte y que alguien atienda sus s¨²plicas, pese a que su expulsi¨®n fuese legal. Su sue?o es retornar a Ribaforada, aunque sea para ofrecer en la calle los bolsos que compraba en Zaragoza por cinco euros y vend¨ªa por alguna moneda m¨¢s.