La industria de munici¨®n atribuye su crisis al embargo ¡®de facto¡¯ a Arabia Saud¨ª
El Gobierno desbloquea la entrega de granadas vendidas antes de noviembre de 2018, pero no aprueba nuevos contratos
Maxam, la multinacional espa?ola de explosivos, plante¨® la semana pasada un expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE), que podr¨ªa incluir m¨¢s de 100 despidos, para adaptarse a la menor actividad minera y la ca¨ªda de pedidos de Defensa. A finales de enero, Expal (filial de Maxam) anunciaba el cierre de su planta de Trubia (Oviedo), con 57 trabajadores. Seg¨²n la empresa, este cierre ¡°responde al cambio de la pol¨ªtica de exportaci¨®n de material de defensa por parte del Gobierno¡±. Es decir, al embargo de facto en la venta de munici¨®n a Arabia Saud¨ª.
El pasado martes se reuni¨® la Junta Interministerial de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDDU), encargada de autorizar las exportaciones de armamento, por primera vez desde que se form¨® el Gobierno de coalici¨®n entre PSOE y Unidas Podemos. Sobre la mesa ten¨ªa dos solicitudes de licencia para Arabia Saud¨ª: una de Navantia, que construye cinco corbetas para Riad por 1.800 millones; y otra de Expal, por unos 3,5 millones.
La licencia del astillero p¨²blico se concedi¨®, pero la firma privada vio aparcada la suya, aunque aleg¨® que se trataba de material no letal: bengalas iluminantes. T¨¦cnicamente no hubo objeciones, pero pol¨ªticamente s¨ª: no se considera oportuna la venta de munici¨®n a Arabia Saud¨ª, implicada desde 2015 en la guerra de Yemen, que ha causado cientos de miles de muertos y millones de desplazados.
Al contrario que Alemania, Espa?a no ha aprobado expresamente un embargo en la venta de armamento a Arabia Saud¨ª. Sin embargo, desde noviembre de 2018 la JIMMDU no ha dado luz verde a ninguna nueva licencia de venta de munici¨®n: no se quiere que puedan aparecer proyectiles espa?oles entre las ruinas causadas por los bombardeos de la coalici¨®n internacional que encabeza Riad.
La JIMDDU no deniega las solicitudes que presentan las empresas. Simplemente no las aprueba. Las deja indefinidamente aparcadas en un caj¨®n.
La operaci¨®n que se someti¨® a debate el martes no era muy importante. Pero fuentes del sector aseguran que hay empresas espa?olas con contratos de munici¨®n ya firmados con Riad por valor de 150 millones de euros que no se pueden ejecutar porque no reciben autorizaci¨®n.
El problema, seg¨²n responsables de empresas militares que no quieren que se publique su nombre, es que cuando el Gobierno autorice los contratos ya ser¨¢ tarde: Riad habr¨¢ buscado otro suministrador y ser¨¢ muy dif¨ªcil recuperar al cliente. ¡°En el sector de la munici¨®n una de las cosas m¨¢s valoradas es la garant¨ªa del suministro y eso lo hemos perdido¡±, alega un industrial.
El embargo, que incluye tambi¨¦n a Emiratos ?rabes Unidos (EUA), socio de la coalici¨®n que encabeza Riad en la guerra de Yemen, tiene fisuras: a la empresa Everis se le acaba de desbloquear la entrega de una importante partida de granadas de mortero que llevaba meses almacenada en la planta de General Dynamics en Granada. La justificaci¨®n para dar luz verde en este caso es que la operaci¨®n fue autorizada antes de que entrara en vigor el embargo. Tambi¨¦n Escribano ha obtenido permiso para vender estaciones de armas para veh¨ªculos porque no llevan el ca?¨®n ni la munici¨®n.
La moratoria a las exportaciones de munici¨®n empez¨® a aplicarse inmediatamente despu¨¦s de que el Ministerio de Defensa entregara una partida de 400 bombas de precisi¨®n del Ej¨¦rcito del Aire que hab¨ªa vendido el anterior Gobierno del PP. La suspensi¨®n de esta entrega estuvo a punto de provocar un conflicto diplom¨¢tico entre los dos pa¨ªses.
Inicialmente se justific¨® la moratoria con el argumento de que iba a reformarse el reglamento que regula estas exportaciones para instaurar, como ya tienen otros pa¨ªses, un mecanismo de control a posteriori del destino ¨²ltimo del armamento. No se trataba, por tanto, de un embargo, sino solo de una congelaci¨®n hasta la entrada en vigor del nuevo decreto, prevista para la primavera del a?o pasado.
Sin embargo, la disoluci¨®n de las Cortes y el largo periodo de interinidad del Gobierno han llevado a que la reforma no se haya aprobado todav¨ªa. Expal culpa al Gobierno al se?alar que ¡°la ca¨ªda en las exportaciones que la empresa ven¨ªa realizando tradicionalmente a determinados mercados¡±, en alusi¨®n al golfo P¨¦rsico, hace ¡°insostenible¡± la actividad de la planta de Trubia.
Protestas en Bilbao contra un buque sospechoso de llevar armas
Ante el secretismo que rodea las ventas de armas, las ONG no se f¨ªan. Un centenar de personas se concentraron ayer en el puerto de Bilbao, bajo el lema "La guerra empieza aqu¨ª", para protestar por la llegada del buque saud¨ª Bahri Yanbu, que en el pasado ha transportado cargamentos de armas al golfo P¨¦rsico. "A falta de confirmaci¨®n sobre el motivo de su presencia, Amnist¨ªa Internacional pide al Gobierno espa?ol que no autorice el env¨ªo de armas que puedan utilizarse en la guerra de Yemen", se?al¨® la ONG en un comunicado. El carguero, procedente de Estados Unidos, hizo escala el pasado d¨ªa 6 en Cherburgo (Francia), para dirigirse a continuaci¨®n al puerto de Bilbao en una escala que no estaba inicialmente prevista. Aunque deb¨ªan difundirse semestralmente, el Gobierno no ha hecho p¨²blicas las estad¨ªsticas de exportaciones de armas posteriores a junio de 2018.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.