El cocinero de los 3.000 bocadillos solidarios
Los clientes de su local son los donantes de la materia prima con la que Benjam¨ªn de la Mata trabaja y que se reparte entre comedores y asociaciones de la ciudad
Dos cuchillos y un cortafiambres prestado. Son las herramientas con las que Benjam¨ªn de la Mata lucha contra el coronavirus. Su frente no est¨¢ en un laboratorio, no trabaja buscando una vacuna: est¨¢ en un peque?o restaurante de M¨¢laga donde busca minimizar las consecuencias de la pandemia entre las personas sin hogar y las familias sin ingresos. ¡°La realidad en la calle es tremendamente dura: quienes no tienen casa y duermen en un cajero est¨¢n desesperados. Y muchas familias apenas tienen para comer¡±, asegura este cocinero. Para aliviar esta situaci¨®n, De la Mata est¨¢ elaborando entre 2.000 y 3.000 s¨¢ndwiches al d¨ªa, que distribuye en la calle y, tambi¨¦n, entre asociaciones y organizaciones sociales con la ayuda de voluntarios, repartidores y personal de las propias entidades. Ha repartido ya 20.000 bocatas.
El chef comenz¨® la iniciativa el primer d¨ªa de confinamiento. Entonces preparaba ramen para llevar y unos 200 bocadillos diarios ¡ªde mantequilla y queso o mantequilla y derivados del cerdo¡ª para las personas que suele ver viviendo en la calle. Compr¨® en Internet una mochila de repartidor y cada d¨ªa recorr¨ªa M¨¢laga para entregarlos gratuitamente. Poco a poco, vio que la situaci¨®n de quienes est¨¢n sin hogar se complicaba. Algunos comedores sociales cerraban por el coronavirus y pronto se vio elaborando casi 1.000 s¨¢ndwiches y trabajando hasta 19 horas al d¨ªa. Utilizaba recursos propios y pronto entendi¨® que no podr¨ªa seguir mucho m¨¢s tiempo. As¨ª que tir¨® de contactos. Primero entre grandes empresas, donde encontr¨® m¨¢s dificultades que soluciones. Decidi¨® entonces hablar con sus comensales habituales.
De la Mata es el propietario del restaurante Tunante, especializado en sushi y comida japonesa desde hace casi tres d¨¦cadas en la capital malague?a y que cerr¨® una semana antes del estado de alarma en previsi¨®n de lo que ocurrir¨ªa. Est¨¢ acostumbrado a relacionarse por WhatsApp con sus clientes, as¨ª que envi¨® un mensaje a los cerca de 8.000 contactos que tiene en el grupo de difusi¨®n del negocio. Tambi¨¦n avis¨® a los 80.000 seguidores que suman sus distintas redes sociales. Ped¨ªa materias primas para poder seguir su labor. ¡°Mucha gente respondi¨® ofreciendo dinero, pero dije que no. Solo pan, mantequilla, derivados del cerdo o queso¡±, afirma el cocinero, que pronto empez¨® a ver c¨®mo llegaban los alimentos al restaurante. Para ello, tir¨® de repartidores de Uber Eats y Glovo, con portes que pagan las decenas de donantes que se han sumado a la iniciativa. La distribuci¨®n se solucion¨® f¨¢cil: las asociaciones que lo requieran acuden a recoger los alimentos, como tambi¨¦n puede hacerlo cualquier otra persona que lo necesite. Adem¨¢s, hay motoristas que tambi¨¦n se llevan paquetes para ofrecerlos a quienes vean por la calle.
¡°Nosotros nos llevamos unos 400 bocadillos cada dos d¨ªas¡±, cuenta Fernando Guti¨¦rrez, un profesor jubilado que preside la asociaci¨®n Amfremar. En su comedor social de la barriada marinera de El Palo desayunan, almuerzan y cenan unas 120 personas, algunas de las cuales viven en la calle. ¡°Los s¨¢ndwiches que prepara son un apoyo importante, nos vienen muy bien¡±, explica Guti¨¦rrez cuya entidad tambi¨¦n ofrece alimentos cada semana a unas 60 familias. ¡°Para nosotros supone tambi¨¦n un complemento para las meriendas de los ni?os¡±, a?ade Patxi Velasco, director del colegio p¨²blico Mar¨ªa de la O, que estos d¨ªas es el epicentro de la barriada de Los Asperones. ¡°Aqu¨ª el 95 por ciento de la poblaci¨®n vive al d¨ªa, de la econom¨ªa sumergida. As¨ª que ahora no tienen ingresos y la situaci¨®n es compleja¡±, asegura el docente, que junto a la asociaci¨®n Misioneros de la Esperanza reparte comida a 140 familias cada d¨ªa gracias, fundamentalmente, al apoyo de empresas, organizaciones sociales y personas como De la Mata.
El Ayuntamiento de M¨¢laga ha llegado a acuerdos para alojar a unas 200 personas sin hogar en el Albergue Juvenil de Torremolinos y la residencia de estudiantes El Convento, adem¨¢s de sus 300 plazas habituales. ¡°Pero la situaci¨®n es tan compleja que es pr¨¢cticamente imposible llegar a todas las personas que est¨¢n en la calle¡±, explican de las organizaciones que trabajan con este colectivo. Seg¨²n las entidades sociales que conforman la Agrupaci¨®n de Desarrollo para Personas Sin Hogar, en la capital malague?a hay al menos 130 personas viviendo en la calle "carentes de un lugar donde guarecerse y poniendo en peligro su salud y seguridad personal".
?¡°Entiendo que est¨¦n desbordados: el mundo entero lo est¨¢¡±, se?ala el cocinero, que cree que no son d¨ªas para criticar y s¨ª para ayudar. ¡°Cada uno debe hacer lo que pueda y esta es mi manera de aportar algo¡±, destaca De la Mata, que, eso s¨ª, espera que su idea pueda acabar pronto porque eso significar¨ªa que ¡°hay m¨¢s comedores sociales y menos necesidad¡±. ¡°Mientras tenga materiales y fuerza y sea necesario, lo har¨¦¡±, concluye el cocinero.
Lea m¨¢s temas de blogs y s¨ªganos en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.