Los datos del clima dicen que hemos avanzado, solo que no lo suficiente

?Buenos d¨ªas! Hoy os escribo con datos de calentamiento global, con buenas noticias que son insuficientes. Puedes apuntarte y recibir esta newsletter gratis cada semana ?.

El cambio clim¨¢tico a veces parece una cat¨¢strofe imposible de enfrentar, como la onda de una bomba ya detonada. Pero la realidad es diferente, como expres¨® en Glasgow el expresidente de Estados Unidos Barack Obama: ¡°Par¨ªs mostr¨® al mundo que el progreso es posible¡±, dijo para celebrar que hayamos frenado las emisiones, un hecho no siempre apreciado. Esa es la buena noticia, aunque la matiz¨® en seguida: ¡°La mala es que no estamos ni cerca de donde necesitamos estar¡±.

Creo que es un mensaje preciso y ¨²til. Los cient¨ªficos siguen tremendamente preocupados con el calentamiento al que vamos y piden acciones dr¨¢sticas y r¨¢pidas contra las emisiones. Pero es m¨¢s f¨¢cil hacer sacrificios si sentimos que no ser¨¢n f¨²tiles. A continuaci¨®n repaso los posibles futuros que se discuten estos d¨ªas.

Ya hemos frenado las emisiones¡­

El primer gr¨¢fico representa tres escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, los que calientan el planeta. La trayectoria roja es la proyecci¨®n de referencia, hacia d¨®nde ¨ªbamos hace una d¨¦cada, seg¨²n las estimaciones del consorcio del Climate Action Tracker. La trayectoria naranja, en cambio, representa las emisiones que se esperan ahora, con las medidas ya tomadas.

Lo que dice el gr¨¢fico es que hemos frenado las emisiones de gases invernadero. Ahora el calentamiento esperado para 2100 no es de cuatro o cinco grados cent¨ªgrados, sino que se quedar¨ªa en tres grados. Si adem¨¢s los pa¨ªses cumplen las promesas que han hecho, las emisiones podr¨ªan empezar a descender ya, como muestra la curva de color claro, aunque la temperatura global todav¨ªa subir¨ªa 2,4 grados.

Un factor que ha ayudado a frenar las emisiones ha sido el tremendo abaratamiento de las energ¨ªas renovables. El coste de instalar y producir un megavatio-hora se ha dividido entre tres para la tecnolog¨ªa e¨®lica y entre 10 para la solar, seg¨²n Our World in Data. En 2009 eran fuentes de energ¨ªa m¨¢s caras que el gas y el carb¨®n, pero ahora ya no.

Problema: no estamos ni cerca de donde deber¨ªamos¡­

Este progreso es real y bienvenido, pero cuidado. Este no es un caso de ver el vaso medio vac¨ªo o medio lleno: el vaso est¨¢ muy vac¨ªo. No estamos ni cerca de donde los cient¨ªficos quieren.

Ya hemos calentado la atm¨®sfera 1,1 grados, seg¨²n el ¨²ltimo informe del IPCC,(el grupo de expertos sobre cambio clim¨¢tico vinculado a la ONU), y eso tiene consecuencias palpables: desde 1950 el clima se ha extremado, las olas de calor son m¨¢s intensas, las lluvias torrenciales son m¨¢s frecuentes y las sequ¨ªas son peores. ?Sab¨¦is los picos de calor asfixiante que han sufrido pa¨ªses como Canad¨¢ en los ¨²ltimos a?os? El informe, contundente, dice que sin la influencia humana ¡°habr¨ªan sido extremadamente improbables¡±.

El reto por delante es decidir cu¨¢nto (m¨¢s) vamos a calentar el planeta. ?Vamos a detener las emisiones para quedarnos en 1,5 grados? ?O nos iremos a tres grados? Desde los Acuerdos de Par¨ªs de 2015, el objetivo es que el calentamiento no pase de 1,5 o 2 grados. Pero eso exige: (1) acabar con las emisiones, y (2) hacerlo deprisa. En el gr¨¢fico pod¨¦is ver los escenarios del Climate Action Tracker que son compatibles con esos objetivos:

Para que el calentamiento no pase de 1,5 grados, las emisiones tienen que parar ya. Tendr¨ªan que ser la mitad que ahora en apenas 10 a?os, que es un margen diminuto. Las medidas actuales no son suficientes, y aunque se cumpliese todo lo prometido, eso tampoco bastar¨ªa, porque la temperatura todav¨ªa subir¨ªa unos 2,4 grados.

Un grado o dos tienen grandes consecuencias¡­

Un calentamiento de 1,5 grados no parece tan distinto de uno de 3 grados, pero sus efectos s¨ª son diferentes. Cuanto m¨¢s suba la temperatura, m¨¢s frecuentes y m¨¢s intensos ser¨¢n los eventos extremos, como las lluvias torrenciales o las sequ¨ªas agr¨ªcolas.

Pensad en las olas de calor extremas, picos excepcionales de temperatura que sol¨ªan ocurrir una vez cada 50 a?os:

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Ahora, seg¨²n el IPCC, esos picos de calor ocurren cinco veces m¨¢s:

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Si calentamos el planeta 1,5 grados, ocurrir¨¢n 9 veces:

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Si lo calentamos 2 grados, ocurrir¨¢n 14 veces:

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Y si hubi¨¦semos permitido un calentamiento de cuatro grados, hac¨ªa el que ¨ªbamos hace dos d¨¦cadas, esas olas de calor, anta?o ex¨®ticas, hubiesen acabado por ocurrir casi cada a?o, 40 veces m¨¢s:

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Nuestro reto es elegir entre estos futuros.

Y es un reto urgente. Se puede ver con unos n¨²meros sencillos. Como explica el informe del IPCC, hay un relaci¨®n casi lineal entre el total acumulado de CO? que emitimos y el calentamiento global que eso provoca: por cada 1.000 gigatoneladas de emisiones, la temperatura sube unos 0,45 grados. Por lo tanto, si queremos limitar el calentamiento a 1,5 grados con cierta probabilidad, el informe dice que no podemos emitir m¨¢s de 300 o 400 gigatoneladas a partir de ahora. Pero cada a?o estamos lanzando a la atm¨®sfera m¨¢s de 50. De ah¨ª las prisas.

El presidente de la cumbre de Glasgow, Alok Sharma, dijo este verano que ¡°la pr¨®xima d¨¦cada ser¨¢ decisiva¡±. Era una frase t¨®pica, que estamos entrenados para ignorar, porque se la hemos escuchado a decenas de l¨ªderes en multitud de ocasiones, sobre problemas reales que casi nunca eran absolutas emergencias. ?Cu¨¢l es la diferencia esta vez? Que los cient¨ªficos que estudian el clima creen que esa frase es una descripci¨®n precisa de la realidad.

Otras historias

?? 1. ?C¨®mo ser¨¢ el clima en 2060?

El pasado fin de semana publicamos un mapa de posibles futuros, regi¨®n por regi¨®n, con datos de calor extremo y de sequ¨ªas, y en escenarios de emisiones pesimistas y optimistas.

Pod¨¦is ver, por ejemplo, c¨®mo se multiplicar¨ªan los d¨ªas de calor extremo si las emisiones hubiesen seguido. Los d¨ªas de 40 grados eran tres al a?o en 1950 y ahora son 10, pero en 2060 podr¨ªan ser 24 y en 2100 llegar a 48.

? 2. Fue casi todo Covid

El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) acaba de publicar unos datos que hace tiempo que esper¨¢bamos: las cifra de fallecidos en 2020 seg¨²n su causa de muerte, como consta en los certificados de defunci¨®n. Son datos que traer¨¢n claridad al asunto delicado que fue contar los muertos en los primeros meses de pandemia.

Seg¨²n esos certificados, en Espa?a en 2020 hubo 74.800 muertes con causa principal covid (60.300) o con sospecha de covid (14.400). Adem¨¢s hay 8.200 muertes con otra causa principal, pero donde el virus aparece como comorbilidad.

Esas 74.800 muertes son 21.000 m¨¢s de las oficiales para 2020. El Ministerio de Sanidad ofrece datos de fallecidos a diario, que registra en su base de datos SiVIES, pero all¨ª solo aparecen 53.800 muertes de 2020, que son las de personas que dieron positivo con una prueba. Los 21.000 fallecidos de diferencia son en su mayor¨ªa v¨ªctimas de la primera ola, cuando muchas personas murieron sin tiempo de que se les hicieran pruebas, pero hay unas 3.000 o 4.000 muertes que parecen ser de la segunda ola.

En total, en 2020 murieron 75.000 personas m¨¢s que en 2019, un 17%. Es un exceso que coincide con el atribuido al virus. En abril hubo casi el doble de muertes de lo normal, y al acabar el a?o, una enfermedad que no exist¨ªa en enero, la covid-19, fue la tercera causa de muerte.

? 3. ?Que es el caos?

Aqu¨ª ten¨¦is un buen ejemplo de sistema ca¨®tico. Es una simulaci¨®n con una decena de p¨¦ndulos, que son casi id¨¦nticos. Algunos son un 0,1% m¨¢s largos o m¨¢s pesados. Pero esas diferencias diminutas en sus condiciones iniciales, despu¨¦s de dejar pasar un rato, bastan para hacerlos impredecibles.

Lo interesante es darse cuenta de que el p¨¦ndulo es impredecible en la pr¨¢ctica, aunque es perfectamente predecible en teor¨ªa. Da igual que conozcas las reglas que rigen su comportamiento, si es tan sensible al peso de la varilla o al soplido del viento, predecirlo ser¨¢ imposible, porque no podr¨¢s medir esas cosas con la precisi¨®n necesaria.

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