Inteligencia artificial s¨ª, pero regulada
Reflexiones sobre experiencias personales acerca del impacto de la nueva tecnolog¨ªa en el ¨¢mbito creativo, cient¨ªfico y empresarial
El concepto de la inteligencia artificial (IA) ha impregnado desde hace alg¨²n tiempo el debate p¨²blico. Con raz¨®n, por otra parte, porque este avance tecnol¨®gico ha impactado en todos los ¨¢mbitos de nuestra vida: en las transacciones bancarias que hacemos a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil, en la medicina, en las compras por la web, en los estudios por plataformas online, en los robots dom¨¦sticos, en ver la tele en streaming, en el mercado de trabajo... Ni siquiera somos conscientes de que todas estas acciones cotidianas son posibles gracias a la IA, que abre unas oportunidades extraordinarias tambi¨¦n en el universo de la creaci¨®n audiovisual. Esto lleva aparejados muchos desaf¨ªos, como reconoci¨® la directora de cine y exministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, en la charla que mantuvo con la periodista de EL PA?S Patricia Gos¨¢lvez durante la segunda jornada del evento Tendencias 2023 celebrado esta semana en Madrid.
¡°Lo que preocupa a muchas personas de nuestro sector y del mundo de las artes es en qu¨¦ medida el trabajo que has hecho hasta ahora se est¨¢ usando por otros sin que nadie te haya pedido permiso. Y qu¨¦ pasa si t¨² est¨¢s utilizando la IA generativa y, sin saberlo, est¨¢s plagiando a otro autor, con las posibles consecuencias legales que eso implica¡±, reflexion¨® la actual presidenta del Real Patronato del Museo Reina Sof¨ªa.
La directora explic¨® que hace un mes particip¨® en una conferencia de la UNESCO sobre las oportunidades y desaf¨ªos que la IA y el aprendizaje autom¨¢tico presentan en los sectores culturales y creativos. Durante las discusiones abordaron cuestiones fundamentales relacionadas con la ¨¦tica, la diversidad cultural y la esencia de la creatividad humana. En aquella sesi¨®n, celebrada en Par¨ªs, algunas de las palabras m¨¢s repetidas fueron transparencia, consentimiento, cr¨¦dito, compensaci¨®n, ¨¦tica y diversidad.
Transformaci¨®n del lenguaje
El uso de la inteligencia artificial en el cine, record¨® Gonz¨¢lez-Sinde, no es nuevo. Ya se utiliza, por ejemplo, en el campo de la animaci¨®n y de los efectos especiales. ¡°Lo interesante es ver c¨®mo puede transformar el lenguaje cinematogr¨¢fico. Igual que en los a?os cincuenta surgi¨® la nouvelle vague gracias a una tecnolog¨ªa que la hizo posible [unas c¨¢maras m¨¢s ligeras con una ¨®ptica que permit¨ªa grabar en exterior], ahora podr¨¦ escribir guiones al mismo tiempo que estoy visualizando las im¨¢genes¡±, se?al¨®. Eso cambiar¨¢ la manera de plantear historias, porque la IA generativa permitir¨¢ acelerar y simplificar algunas fases de los procesos creativos. ¡°Ser¨¢ necesario que para su uso haya unas reglas de juego perfectamente reguladas, transparentes y equilibradas, que protejan a los creadores para no meterse en problemas¡±, a?adi¨®.
La directora alert¨® sobre los peligros que supone para la industria cinematogr¨¢fica estar sometida a los caprichos que marquen los algoritmos. Si este indicador decide que vale la pena o no compensa rodar una pel¨ªcula ¡°tenemos un problema, porque coh¨ªbe la creaci¨®n¡±, advirti¨® la invitada. ¡°La libertad y la diversidad son elementos importantes a la hora de crear. El hecho de no obedecer a los algoritmos hace que las propuestas audiovisuales sean m¨¢s arriesgadas y menos esperables¡±, insisti¨® durante la charla.
Otra de las cuestiones que se abordaron en el debate fue la necesidad de regular el uso de esta tecnolog¨ªa. La inteligencia artificial generativa de OpenAI, abierta al gran p¨²blico a fines de 2022, ha generado una avalancha de temores en la sociedad. El propio creador de ChatGPT, Sam Altman, pidi¨® hace algunos meses en el Senado de EE UU que los legisladores establezcan una normativa que limite el uso de estas herramientas. ¡°Mi peor miedo es que esta tecnolog¨ªa salga mal. Y si sale mal, puede salir muy mal¡±, lament¨® Altman. Algunos pa¨ªses, conscientes del riesgo, ya se han puesto manos a la obra. La UE aprobar¨¢ la Ley de Inteligencia Artificial, la primera normativa de este tipo en todo el mundo, con obligaciones para proveedores y usuarios en funci¨®n del nivel de riesgo de la IA. El objetivo es alcanzar un acuerdo entre los 27 Estados miembros antes de final de a?o.
Intereses de poder
La f¨ªsica y nanotecn¨®loga Sonia Contera, directora asociada del departamento de F¨ªsica de la Universidad de Oxford, fue una de las voces que se sum¨® a la charla. La experta advirti¨® de ¡°los muchos intereses de poder¡± que aguardan tras los marcos regulatorios. ¡°?Qui¨¦n decide estos marcos? ?Qui¨¦nes los hacen? ?De d¨®nde salen estas personas?¡±, se pregunt¨® la investigadora. La cuesti¨®n, dijo, es que esta tecnolog¨ªa avanza tan r¨¢pido que en demasiadas ocasiones los reguladores ni siquiera comprenden cu¨¢les son las funciones de la inteligencia artificial.
Cuando esto sucede, apunt¨® Contera, ¡°lo que hacen es poner a unos acad¨¦micos que hablan de apocalipsis, y, al final, lo que pasa es que se acaba regulando sobre una tecnolog¨ªa que puede ayudar en nuestras vidas y democracias¡±. La ponente explic¨® c¨®mo la IA ha revolucionado el ¨¢mbito de la medicina y de la ciencia en muy pocos a?os. ¡°Facilitar¨¢ la creaci¨®n de robots cient¨ªficos, que nos van a ayudar a entender hacia d¨®nde va el mundo y van a cambiar las carreras cient¨ªficas¡±, vaticin¨®. Esta robotizaci¨®n de la ciencia ¡°cambiar¨¢ el conocimiento humano, aunque no todo se puede robotizar¡±, matiz¨®.
Por su parte, la investigadora del CSIC Sara Degli-Esposti neg¨® en rotundo que las ciencias sociales y la filosof¨ªa hayan llegado tarde al debate, sino que hace al menos una d¨¦cada que se plantean todos los dilemas ¨¦ticos que trae asociada la IA. Degli-Esposti forma parte de uno de los grupos de investigaci¨®n del Instituto de Filosof¨ªa del CSIC, y acaba de publicar el libro La ¨¦tica de la inteligencia artificial. En este trabajo expone la necesidad de desarrollar una IA que contribuya al bienestar de la humanidad y cuenta, a trav¨¦s de ejemplos concretos, c¨®mo cuestiones relacionadas con la discriminaci¨®n de g¨¦nero y de raza, desigualdad, pobreza, crimen y segregaci¨®n social reaparecen en forma de inesperados sesgos algor¨ªtmicos. ¡°El problema es que hay un gran desconocimiento en el p¨²blico de estos temas, que suelen pasar desapercibidos hasta que de repente surge un esc¨¢ndalo y lo que se transmite es una visi¨®n apocal¨ªptica¡±, ha reconocido la tambi¨¦n directora cient¨ªfica del proyecto TRESCA de la UE, que estudia c¨®mo detectar noticias falsas en informaciones relativas a la comunicaci¨®n cient¨ªfica.
En su exposici¨®n, Degli-Esposti reflexion¨® en voz alta sobre el estado de los medios y las dificultades que tienen para aprovechar la monetizaci¨®n de los datos, lo que ¡°quita recursos y valor a todos los que nos dedicamos a trabajos creativos¡±. Asimismo, lament¨® las dificultades que padece la investigaci¨®n p¨²blica para competir contra las inversiones privadas, que est¨¢n detr¨¢s de muchos de los grandes avances tecnol¨®gicos. ¡°?Qu¨¦ pasa si no tenemos suministros ni conocimientos para incorporar al sector p¨²blico, y producir lo que nos hace falta?¡±, se pregunt¨®. La experta insisti¨® en que es necesario disponer de autonom¨ªa para preservar las instituciones de inter¨¦s p¨²blico, ya que muchas investigaciones que proceden de ese ¨¢mbito son punteras.
Modelos de negocio
En el ¨²ltimo tramo del debate, tres representantes de empresas privadas explicaron a la audiencia c¨®mo la inteligencia artificial ha impactado en sus modelos de negocio. El director de Data y CRM de Iberia, Ferr¨¢n Garc¨ªa Rigau, confirm¨® que esta tecnolog¨ªa permite a la aerol¨ªnea mejorar su experiencia con los clientes y avanzar hacia la sostenibilidad. ¡°Usamos datos en tiempo real para generar el menor residuo posible, lo que nos permite ser m¨¢s eficientes¡±, sostuvo. Este ingeniero insisti¨® en otra idea: la IA no destruye empleo, sino que lo transforma, y eso afecta a c¨®mo trabajan las empresas. ¡°La inteligencia artificial supone una ayuda para dejar de hacer algunas tareas que no nos gustan. Eso mejora las condiciones de vida, la calidad del trabajo y hace que seamos m¨¢s productivos¡±, coment¨®.
Mientras, el socio responsable de inteligencia artificial en Espa?a de EY, Enrique Manso, resumi¨® c¨®mo la consultora utiliza esta tecnolog¨ªa en tres grandes ¨¢mbitos de sus operaciones: la gesti¨®n del conocimiento, la gesti¨®n documental y la generaci¨®n de l¨ªneas de c¨®digo. Para trabajar, avanz¨® Manso, han creado una especie de ChatGPT propio para uso interno, que cuenta con m¨¢s de 250.000 usuarios activos. ¡°Hoy por hoy, cualquier compa?¨ªa tiene entre sus prioridades la utilizaci¨®n de estos chats. Todo el mundo est¨¢ haciendo pruebas¡±, constat¨®.
Por ¨²ltimo, la directora de Inteligencia Artificial y Big Data en Telef¨®nica Tech, Elena Gil Lizasoain, avanz¨® que la operadora est¨¢ inmersa en m¨¢s de 650 proyectos en los que est¨¢ presente la IA. La experta reconoci¨® que el uso de la IA generativa se ha ¡°democratizado demasiado r¨¢pido¡±, antes de que los usuarios pudieran tener la posibilidad de ¡°entender las limitaciones que ten¨ªa¡±. No obstante, lanz¨® un mensaje optimista. ¡°Ser¨¢ la propia tecnolog¨ªa la que ayudar¨¢ a las empresas a avanzar hacia su sostenibilidad¡±, concluy¨®.
Carreras con futuro que todav¨ªa no existen
La velocidad a la que avanza la digitalización es enorme y sus efectos van a impactar de pleno en el ámbito del trabajo. La robótica, la inteligencia artificial y la automatización de procesos harán que en las próximas décadas desaparezcan millones de empleos. A la vez, surgirán nuevos puestos de trabajo que hoy ni siquiera imaginamos. “El 65% de las carreras que estudien los niños que están ahora en educación infantil todavía no existen”, avanzó el presidente de la Comisión Laboral y de Recursos Humanos de Foment del Treball, Luis Jesús Pérez López. Lo hizo durante el panel La carrera global por la actualización laboral, que moderó el redactor jefe de Cultura de EL PAÍS, Guillermo Altares.
Que el mercado de trabajo se encuentra en plena transformación es una evidencia, aunque es algo que ha sucedido en todas las revoluciones industriales. También en la actual revolución digital. Los cambios son inevitables, pero no hay que temerlos. En ese futuro repleto de incertidumbres, los trabajadores exigirán cada vez más a las empresas que les garanticen “la posibilidad de un desarrollo profesional”, apuntó el director general de LinkedIn en la península Ibérica, Ángel Sáenz de Cenzano. De hecho, es algo que ya ocurre, y las compañías lo utilizan como un reclamo para retener talento.
Una de las preocupaciones generalizadas que trae consigo esta disrupción tecnológica es el aumento de la precariedad. La directora de Carreras Profesionales de la Universidad Francisco de Vitoria, Marta Montojo, señaló que a los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, más que la seguridad, “lo que de verdad les importa es que el trabajo se alinee con algo que tenga sentido en su vida”. “Es necesario que los jóvenes encuentren cuál es su lugar en el mundo, qué es lo que les apasiona y puedan aportar valor a la sociedad”, añadió. Eso implica resetear el sistema educativo, y adoptar los métodos de enseñanza y los contenidos a estas nuevas circunstancias. Se deberá formar a las personas para que tengan una capacidad creativa y de innovación, que es algo que no ofrece la inteligencia artificial. Profesionales con juicio crítico que estén abiertos al diálogo, que sepan negociar y gestionar equipos.
El aprendizaje continuo para toda la vida será indispensable para que nadie se quede atrás. “Surgirán demandas nuevas. Antes escuchábamos la música en casetes, hoy lo hacemos en Spotify. Necesitaremos trabajadores que tengan la capacidad suficiente de adaptarse a esos cambios tan profundos”, remachó Pérez López.
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