Cuando el abuelo se convierte en el protagonista del TikTok de su nieto
La etiqueta ¡°abuelo¡± acumula 430.000 publicaciones en la red social y algunos han encontrado en la plataforma una forma nueva forma de conectar con sus familiares y atesorar recuerdos juntos
Hasta hace no mucho, Emilio Morillo pensaba que lo ¨²nico que le quedaba por hacer en la vida, a sus 87 a?os, era morirse. Luego lleg¨® su nieto Juan Carlos Mauricio, Juanki, un joven futbolero estudiante de marketing de 23 a?os ¡ªpura generaci¨®n Z¡ª, le grab¨® un v¨ªdeo mientras ve¨ªa la King¡¯s League, y lo subi¨® a TikTok. Al d¨ªa siguiente ya era famoso. Los creadores de esa competici¨®n, Ibai Llanos y Gerard Piqu¨¦, le invitaron al palco del Camp Nou para ver la gran final y nada m¨¢s llegar al hotel se hizo las primeras fotos con sus nuevos fans. ¡°Yo estaba de capa ca¨ªda, iba para abajo, y mi nieto me ha levantao¡±, cuenta Morillo desde su casa en un barrio de Villaverde, en Madrid.
Su caso no es extra?o. Desde que los j¨®venes descubrieron en sus mayores una fuente inagotable de naturalidad, desparpajo y sabidur¨ªa, su presencia en las redes sociales se ha disparado. El hashtag ¡°abuelo¡± acumula 430.000 publicaciones en TikTok, y las abuelas que cocinan comida tradicional consiguen millones de visitas. Una mayor¨ªa silenciosa de abuelos no parece muy consciente de lo que est¨¢ pasando en los v¨ªdeos que les graban sus nietos, otros ha encontrado en la red social una forma de conectar con ellos.
Emilio est¨¢ en el segundo grupo. Desde que fueron a Barcelona ¡ªera la primera vez que visitaba la ciudad¡ª, su vida ha dado un vuelco. La vista y el o¨ªdo le fallan un poco, pero de mente y de cuerpo est¨¢ ¨¢gil como una gacela, y en muchos de los v¨ªdeos que se graba con su nieto aparece bailando. Una de las ¨²ltimas canciones que bail¨® fue la de Omar Montes, uno de sus cantantes favoritos. El artista lo vio y le invit¨® a uno de sus conciertos. Poco despu¨¦s estaba subido al escenario, con miles de personas aplaudi¨¦ndole y coreando su nombre. En otros v¨ªdeos aparece yendo a ver los partidos de f¨²tbol de Juanki, contando alguna historia de juventud o d¨¢ndole una sorpresa a su mujer.
La relaci¨®n tan estrecha entre abuelo y nieto se remonta mucho m¨¢s atr¨¢s que los v¨ªdeos en TikTok, y eso es esencial para que la persona mayor sea part¨ªcipe y no se convierta en una herramienta para conseguir visitas en redes. Irene Lebrus¨¢n Murillo, doctora en Sociolog¨ªa, explica que las redes no son capaces de profundizar una relaci¨®n que no exist¨ªa antes. ¡°La calidad de la interacci¨®n entre abuelo y nieto no va a mejorar ni a empeorar porque hagan v¨ªdeos en TikTok. Si la relaci¨®n no existe previamente, es dif¨ªcil que se desarrolle a ra¨ªz de esta herramienta¡±, explica por tel¨¦fono. ¡°Y el problema es que los mayores corren el riesgo de convertirse en un objeto¡±, opina la experta, cuyo futuro depende de las visitas que tengan los v¨ªdeos.
Los abuelos se est¨¢n revalorizando tanto que hasta las agencias de marketing se est¨¢n fijando en ellos. Emilio ya ha hecho una publicidad para Mahou (tiene en casa una especie de premio muy pesado que le dieron y un cartel que casi no le entra en el sal¨®n). Pero el ep¨ªtome de la publicidad inspirada en personas mayores de la ¨²ltima ¨¦poca ha estado protagonizado por Marina Prieto, una abuela gallega de 100 a?os cuya cuenta de Instagram se ha colado en el metro de Madrid. Nadie sab¨ªa qui¨¦n hab¨ªa decidido poner ah¨ª las fotos tan normales de esta se?ora, hasta que el otro d¨ªa, La Voz de Galicia consigui¨® contactar con el creador. Es su nieto ?ngel, que vive desde hace nueve a?os en Holanda y decidi¨® montar esta campa?a para mostrar al mundo ¡°lo sencillo que es vivir felizmente a los 100 a?os¡±, contaba al peri¨®dico.
El atractivo que tienen este tipo de acciones y v¨ªdeos de TikTok est¨¢ claro para Lidia G¨®mez, experta en redes sociales de la agencia de marketing La Despensa: ¡°Internet necesita esa espontaneidad y ese contenido menos impostado que nos emocione de verdad. Estamos tan saturados de v¨ªdeos ultraprocesados que la naturalidad de las personas mayores nos llama la atenci¨®n¡±. Adem¨¢s, defiende que las redes sociales no tienen que ser solo para los j¨®venes, que los mayores tambi¨¦n tienen cabida. ¡°Puede que no sean conscientes de la repercusi¨®n que pueden llegar a tener, pero normalmente estas figuras mayores suelen ir acompa?adas por hijos o nietos, que entienden perfectamente el entorno digital¡±, asegura.
Las redes sociales pueden ser tambi¨¦n una forma de devolver a las personas mayores a una sociedad de la que en ocasiones ¨Despecialmente en cuanto a digitalizaci¨®n se refiere¨D pueden verse apartadas. Una encuesta del INE realizada en 2021 extrajo que casi cinco millones de personas viven solas en sus hogares. M¨¢s de 2,54 millones de ellas tiene 60 a?os y 1,71 millones tienen 70 a?os o m¨¢s. Es decir, uno de cada tres mayores de 70 a?os residentes en hogares vive en solitario, y la proporci¨®n de mujeres es muy superior a la de hombres (el 33% frente al 16%).
Los cient¨ªficos han comprobado que este tipo de soledad prolongada tiene grandes perjuicios para la salud y aumenta el riesgo de mortalidad. Y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ya advirti¨® en noviembre del a?o pasado sobre la ¡°amenaza urgente para la salud¡± de una epidemia mundial de soledad. A eso hay que a?adir la brecha digital que existe entre esta generaci¨®n y las posteriores: solo el 27% de los adultos entre 65 y 74 a?os posee aptitudes tecnol¨®gicas b¨¢sicas como la capacidad para buscar informaci¨®n en internet o comunicarse a trav¨¦s de aplicaciones, seg¨²n el Observatorio Nacional de Tecnolog¨ªa y Sociedad.
Pero los j¨®venes est¨¢n obsesionados con ese aparato, as¨ª que a los mayores no les queda otra. ¡°Lo que ocurre es que en esta generaci¨®n, y en cualquier otra, los abuelos quieren estar con sus nietos, pero estos no les hacen mucho¡±, dice la psic¨®loga Mar¨ªa Dolores Delblanch. ¡°As¨ª que, si los nietos no van a los abuelos, los abuelos van a los nietos. Y eso les ayuda a estar activos, ser incluidos en ese mundo que a lo mejor no conocen muy bien, pero es importante para ellos. Aumenta su autoestima y su conexi¨®n social¡±, asegura.
Ese es el efecto que parece haber causado en Eladio Barroso, que a sus 92 a?os se hizo viral cavando una zanja de varios metros de largo en el jard¨ªn de su casa en un pueblo de Toledo. ¡°Son muchos, y pocos. La vida es un soplo¡±, dice en el piso de su hija, en Madrid, hasta donde se ha desplazado porque tiene una revisi¨®n m¨¦dica pendiente. ¡°?Disfrutas cuando te grabamos?¡±, le pregunta Sergio, el nieto tiktoker de 22 a?os que empez¨® a grabarle. ¡°Hombre, por supuesto¡±, contesta Eladio sentado en el sof¨¢, con la mano izquierda sobre el bast¨®n que le acompa?a a todos lados. Tienen 14.000 seguidores en TikTok y v¨ªdeos con m¨¢s de un mill¨®n de visitas.
@sergio20barroso Y a tomar por culo! hahahaha ?Estoy af¨®nico, si #fyp #foryou #abuelo #obra #viral #tiktok #espa?a
? sonido original - ???????
Atesorar recuerdos
¡°Me lo paso bien porque recibo mucho cari?o de ellos. Son espl¨¦ndidos y me quieren todos con locura. Y la verdad, es lo que m¨¢s me est¨¢n dando de vivir. Es una cosa que yo no me lo esperaba, que los nietos pudieran querer tanto a uno. Nunca lo pens¨¦¡±, cuenta y se emociona. Andrea Barroso, otra de sus nietas, est¨¢ sentada al otro lado del sof¨¢, atenta a la conversaci¨®n, hasta que interviene, porque para ella los v¨ªdeos tienen otro significado: ¡°Yo creo que empezamos a darnos cuenta de que el abuelo es ya mayor y que le queda poco tiempo y empezamos a grabar para no perder esos recuerdos. Es impresionante cuando ves a tu abuelo cavando una zanja con 92 a?os¡±.
Morillo, el famoso Yoyo, no era famoso, pero hab¨ªa tenido una vida intensa. La ¨²ltima de sus pasiones ha sido la pintura, y tiene las paredes de la casa llenas de sus cuadros al ¨®leo. Los muestra con deleite. ¡°Mira, por este me dieron un premio¡±, dice mientras se?ala la pintura de un bosque por el que entra una luz de atardecer. La fama que est¨¢ experimentando ahora es la guinda del pastel a una vida ya de por s¨ª intensa, y que ni siquiera fren¨® despu¨¦s de jubilarse. ¡°Empec¨¦ a vender bol¨ªgrafos, mecheros y calendarios por los bares. Me tir¨¦ tres a?os haciendo eso, era el que m¨¢s vend¨ªa, hasta me dieron un premio¡±, cuenta efusivo.
¡°Ahora la gente me conoce, me saludan, se hacen fotos. Est¨¢bamos en la estaci¨®n de Atocha y le dije a mi se?ora espera, que voy al servicio. Me coloco en uno de esos biombos, y entra un tipo muy alto y se pone a mear. Se gira y empieza a mirarme, hasta que me dice: ¡®Qu¨¦,Yoyo, ?qu¨¦ tal est¨¢?¡±. Su nieto se r¨ªe, disfruta solo con ver a su abuelo contar historias. ¡°?l es como se ve en los v¨ªdeos, siempre haciendo bromas¡±, dice Juanki, y Emilio termina: ¡°Yo¡ donde est¨¦ yo, la gente se tiene que re¨ªr¡±.
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