La desafecci¨®n pol¨ªtica de la juventud en las elecciones europeas: ¡°Mi voto no va a suponer un cambio¡±
Aunque las encuestas esperan una mayor participaci¨®n, crecen las sensaciones de hast¨ªo pol¨ªtico y hay hasta quien se cuestiona la legitimidad de la democracia
¡°No voy a votar porque creo que mi voto no va a suponer un cambio¡±. Habla Xairo Cama?o, un vigu¨¦s de 20 a?os que se encuentra en mitad de sus pr¨¢cticas tras haber estudiado FP. No es el ¨²nico. Entre el 6 y el 9 de junio se celebran las pr¨®ximas elecciones europeas. Unos reivindican su importancia. Otros ni siquiera saben qu¨¦ se vota. ¡°No lo sab¨ªa hasta hace apenas dos semanas¡±, cuenta Henar de Torres, una fot¨®grafa de 26 a?os que dice sentirse ¡°completamente saturada de informaci¨®n y de noticias¡±. Los datos reflejan que no es la excepci¨®n. Solo 3 de cada 10 entre los j¨®venes entre 18 y 30 a?os sabe que habr¨¢ comicios. Seg¨²n las ¨²ltimas encuestas del eurobar¨®metro, un 68% de ellos ir¨¢ a votar, frente al 77% estimado del total de los espa?oles. No es un porcentaje bajo respecto al resto de pa¨ªses europeos, pero el no entender c¨®mo funcionan las instituciones de la UE y, sobre todo, que m¨¢s de la mitad est¨¢n decepcionados con sus representantes pol¨ªticos causa que, como Xairo, apenas un 33% de ellos tiene claro que depositar¨¢ su papeleta, seg¨²n otra encuesta de Pol¨¦tika en colaboraci¨®n con Talento para el futuro.
Frente a estos datos, la Uni¨®n Europea es consciente de la necesidad de mover ficha con los votantes m¨¢s j¨®venes. Junto a su campa?a #Ustatuvoto, lanz¨® hace dos semanas un emotivo documental sobre memoria hist¨®rica. Durante cuatro minutos en formato horizontal, enfrentan los testimonios de abuelos, supervivientes a la Segunda Guerra Mundial o de dictaduras a la atenta mirada de sus nietos.
¡°Cuando tienes 11 a?os y vives una guerra, quieres que la democracia est¨¦ viva¡±, cuenta Monique Maugas-Bauzou a EL PA?S desde Bruselas el d¨ªa de la presentaci¨®n del documental. Su testimonio enmudeci¨® a los medios all¨ª convocados. Cuando empez¨® la Segunda Guerra Mundial era solo una ni?a parisina. Su madre dio su vida por protegerla. ¡°Mi madre se puso encima de m¨ª y de mi hermana. No entend¨ªa lo que estaba pasando. Me agarraba muy fuerte y de repente dijo que le hab¨ªan dado¡±, relata. ¡°No hay tanta informacion sobre las guerras en Europa¡±, lamenta. En el v¨ªdeo, si bien hay menciones a la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn o del bloque sovi¨¦tico, se extra?a alg¨²n testimonio espa?ol que hable de la Guerra Civil o de la dictadura franquista.
¡°Aun puede ser real que pase otra guerra¡±, recuerda sentada en su silla de ruedas, acompa?ada de su nieto. ¡°La democracia no est¨¢ garantizada. Hay que reforzar la memoria hist¨®rica en las escuelas y ense?ar a los j¨®venes que puede desaparecer¡±, cuenta Franco Pedercini a EL PA?S desde Bruselas. Este anciano italiana, tambi¨¦n presente en la proteyecci¨®n del documental, naci¨® en 1944, cuando la guerra estaba acabando. ¡°Viv¨ª la posguerra y una Europa destruida. Tuvimos que aprender a sobrevivir¡±.
Una figura ¡°difusa¡±
Pero, ?llega este documental a los j¨®venes? Si un 70% no sabe que hay elecciones, la publicidad no funciona como deber¨ªa. ¡°La UE tiene una fundaci¨®n de uni¨®n que le obliga a legitimarse, pero para los j¨®venes el discurso puede quedar corto. La Segunda Guerra Mundial y las posguerras quedan lejanas¡±, valora Fabio Lupato, profesor de Teor¨ªa de la democracia, partidos y sistema de partidos en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid. Para ¨¦l, el documental est¨¢ bien hecho en cuanto al sentimiento que transmite, pero critica su narrativa. ¡°Un v¨ªdeo de cuatro minutos en horizontal para que lo vean los j¨®venes queda, como poco, raro¡±, y se?ala que deber¨ªan haber apostado por un formato o m¨¢s largo o, en cambio, ¡°vertical a base de peque?as p¨ªldoras [como el estilo de TikTok o Instagram]¡±.
Seg¨²n las encuestas, la mayor¨ªa ¡ªun 65%¡ª de los j¨®venes espa?oles se sienten europeos y c¨®modos con la UE. ¡°Soy consciente de la cantidad de beneficios o privilegios que supone pertenecer a la Uni¨®n Europea y estar de alguna manera bajo un paraguas¡±, reconoce Henar de Torres. La cuesti¨®n no va de euroescepticismo. ¡°Se da por hecho el moverte libremente por un continente, el factor sociocultural de la misma moneda, el Erasmus o hasta trabajar¡±, enumera Lupato. ¡°La idea abstracta de Europa seduce a los j¨®venes, pero la figura de la Uni¨®n Europea les resulta difusa, lejana y con un funcionamiento dif¨ªcil de entender¡±, considera Bel¨¦n Ag¨¹ero, investigadora a cargo del an¨¢lisis y miembro de la plataforma Poletika.
La abstenci¨®n se da m¨¢s por hast¨ªo y desconfianza en la pol¨ªtica que por pasotismo de la juventud, indican los expertos consultados. ¡°Siento desconfianza hacia las instituciones europeas y en general¡±, dice Xairo Caama?o. ¡°Puede ser que tengan un programa para las elecciones, pero se sabe que siempre de una manera u otra no cumplen lo que proponen¡±. Eso s¨ª, ambos j¨®venes son conscientes de la capacidad transformadora que puede tener la pol¨ªtica. ¡°Me siento abandonado por la pol¨ªtica. Aunque haya partidos de diferentes ideolog¨ªas, acaban condicionados por las empresas o por diferentes intereses¡±. El sentimiento de Xairo es com¨²n. Hasta un 65% de la juventud de entre 18 y 30 a?os se siente decepcionada por sus representantes. En las ¨²ltimas europeas de 2019, solo seis personas menores de 30 a?os ¨Dde un total de 705 entre los 27 paises¨D fueron elegidas como representantes ante la Asamblea de la Uni¨®n Europea.
?Por qu¨¦ esa sensaci¨®n de desamparo? ¡°Se habla mucho de las pensiones en el debate, pero se legisla poco sobre desempleo juvenil, tard¨ªa emancipaci¨®n o el precio de la vivienda, que son problemas que afectan m¨¢s a los j¨®venes¡±, explica Lupato por tel¨¦fono. La natalidad cae cada a?o y eso es clave. ¡°Son menos y esto implica menos fuerza electoral¡±, contin¨²a el experto. ¡°Aunque el voto de la UE se perciba como menos importante¡¯ por no elegir un presidente directo, estas din¨¢micas trascienden m¨¢s all¨¢ de la UE, pero se ve afectada por ello y es normal que se preocupen¡±.
Como Caama?o, hasta un 35% de los encuestados en el informe de Poletika creen que su voto es in¨²til. ?Lo es? ¡°Aqu¨ª soy cr¨ªtico. Puede servir un poco, pero no mucho. Dependiendo que gobierno tengas. El gobierno nacional es lo que m¨¢s influye en la UE al fin y al cabo¡±, opina Lupato, pero alerta: ¡°La extrema derecha en el parlamento europeo puede hacer un viraje hacia tener una instituci¨®n m¨¢s ultraderecheizada¡±
La dictadura: ?una posibilidad?
En todo lo que envuelve al hast¨ªo, hay un dato que destaca sobre el resto. El CIS catal¨¢n revel¨® hace unas semanas que los j¨®venes de entre 16 y 24 a?os son los ciudadanos m¨¢s dispuestos a renunciar a vivir en un pa¨ªs gobernado democr¨¢ticamente si a cambio se les garantizase un nivel de vida adecuado a sus intereses. Y los partidos de extrema derecha, que suelen buscar reducir en derechos y libertades, contin¨²an su auge en Europa. ?Seduce la dictadura?
¡°Estar¨ªa dispuesto a que cambiase la democracia por una dictadura si esto implica una mejora socioecon¨®mica o en cuanto a la facilidad de tener un puesto de trabajo. No una dictadura como la de a?os atr¨¢s, pero si mejorase nuestras condiciones y respetase nuestras libertades no tendr¨ªa dudas¡±, responde Caama?o.
Pero todo tiene varios puntos de vista. ¡°Existe la idea de que a los j¨®venes les importa menos la democracia. Lo que s¨ª que muestra es que uno puede ser cr¨ªtico con la democracia, no porque te parezca mal, sino porque quieras una m¨¢s real o m¨¢s desarrollada¡±, puntualiza Lupato en este sentido. Para ¨¦l, la desafecci¨®n est¨¢ m¨¢s enfocada al partido tradicional que a la pol¨ªtica. ¡°Los j¨®venes siguen involucr¨¢ndose pol¨ªticamente a trav¨¦s de movimientos sociales y ONGs¡±. Y ejemplifica su afirmaci¨®n con las acampadas universitarias en defensa de Palestina, que no est¨¢n organizadas por ning¨²n partido pol¨ªtico. Pasa igual con el apoyo a los organismos europeos, se?ala: ¡°Puedes apoyar la UE como concepto, pero ir en contra de sus pol¨ªticas concretas. Pas¨® mucho hace unos 10 a?os¡±. Para la parisina Maugas Bauzou, el problema es de la generaci¨®n del baby boom: ¡°No supieron trasladarle a sus hijos lo que nos cost¨® conseguir la democracia o los derechos¡±.
Valores b¨¢sicos y abstenci¨®n
La juventud tiene cinco valores b¨¢sicos, seg¨²n las encuestas ya citadas: igualdad, garant¨ªa de derechos y libertades, justicia social, libertad y justicia. Para las mujeres, el m¨¢s importante es la igualdad y se consideran m¨¢s progresistas que los hombres. De Torres, aunque no votar¨¢ en las elecciones europeas, sabe que no quiere una dictadura. ¡°No me puedo ver existiendo en un r¨¦gimen que no sea democr¨¢tico. Soy mujer y vivo rodeada de personas del colectivo LGTB, por mucha seguridad que pudieran dar en el lado econ¨®mico, una dictadura viene ligada a una p¨¦rdida de libertades con las que no estoy dispuesta a pagar¡±, responde al plante¨¢rselo. Pero en c¨®mo funciona la democracia, si realmente sirve para empoderar a las personas, tiene sus dudas: ¡°Me parece que conf¨ªo un poco de manera forzosa por no terminar de perder la esperanza de que hay gente preocupada por intentar hacer las cosas bien¡±.
El problema, dicen los expertos, es que a veces se dan las cosas por sentadas. ¡°Existe la desafecci¨®n respecto al sistema democr¨¢tico. Siempre se hab¨ªa estudiado c¨®mo se consolidan las democracia, pero se estudia menos como se desconsolidan¡±, opina Lupato. Pero el discurso debe ir m¨¢s all¨¢ de frenar al ¡°monstruo¡± de la ultraderecha, a?ade. ¡°Soy consciente de mi hipocres¨ªa por no actuar y poner mi grano de arena en pararlo pero tambi¨¦n pienso que lo que hace falta es mucho m¨¢s que bloquear este tipo de ideolog¨ªas en las urnas y que deber¨ªa emplearse mucho m¨¢s tiempo y energ¨ªa en entender por qu¨¦ esta pasando esto y arreglar el problema de ra¨ªz a trav¨¦s de la educaci¨®n, dentro y fuera de las aulas¡±, opina De Torres.
Entre todas las listas que se presentan a las elecciones europeas, el partido m¨¢s votado ser¨¢ el de la abstenci¨®n. ¡°Los partidos pol¨ªticos deben responsabilizarse tambi¨¦n de los problemas de la juventud¡±, dice Lupato, pero subrayando su capacidad organizativa. ¡°En la escuela es esencial ense?ar a los j¨®venes a conquistar los derechos, no solo hace falta quererlos¡±, opina Pedercini, levanta su brazo derecho y apunta con el ¨ªndice hacia arriba con un fuerte acento milan¨¦s. Para ¨¦l, es vital aprender a entenderse y que venza el sentido com¨²n para conseguir avances. ¡°La alternativa es autodestruirnos¡±.
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