El futuro de la universidad: ante la tempestad tecnol¨®gica, inicia un cambio de ciclo
Tras la pandemia, ha aumentado la presencialidad, muchas empresas de formaci¨®n online que surgieron entonces han entrado en crisis, las clases de buenos docentes se llenan y sigue siendo el mejor lugar de disertaci¨®n acad¨¦mica en libertad
La Universidad siempre ha resultado inc¨®moda y antip¨¢tica a la mayor parte del poder pol¨ªtico y econ¨®mico. B¨¢sicamente, por la credibilidad que socialmente se suele otorgar a las afirmaciones que se hacen con libertad desde esta cuna del conocimiento, muy a menudo basadas en resultados cient¨ªficamente probados. Nada que ver con las opiniones o an¨¢lisis que se vierten desde un partido o una empresa. Esto dota a sus integrantes de otro tipo de poder, el acad¨¦mico, el probado, mucho m¨¢s cre¨ªble.
Esta es una de las principales razones por las que cada ciertos a?os vuelve a plantearse la inminencia de su muerte, generalmente a cuento de los cambios sociales y, ahora, en concreto, de los tecnol¨®gicos. Entonces se sacan a colaci¨®n cuestiones como su estructura obsoleta, la endogamia a la hora de apoyarse unos a otros para entrar en esta instituci¨®n o la necesidad de tener m¨¢s autonom¨ªa para captar y retener talento nacional e internacional.
La cuesti¨®n es si sobrevivir¨¢ esta instituci¨®n, tanto en nuestro pa¨ªs como globalmente, con los abruptos cambios tecnol¨®gicos, las clases en l¨ªnea, el auge de los MOOC (cursos online masivos y abiertos, en sus siglas en ingl¨¦s) y otros similares ofrecidos por las mejores universidades del mundo y, como colof¨®n, la llegada a esas edades de la generaci¨®n con menos natalidad de nuestra historia. ?Se muere la Universidad? ¡°No s¨®lo no se muere, sino que, si as¨ª fuera, tendr¨ªa que inventarse algo muy similar¡±, arranca el rector de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC) y presidente de la sectorial de Digitalizaci¨®n de la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa?olas (CRUE), Daniel Crespo.
Lo que s¨ª hay es un cambio de ciclo. ¡°Con la covid-19, la digitalizaci¨®n avanz¨® 10 a?os de golpe. No s¨¦ si se valor¨® que de un jueves al lunes siguiente todas las universidades empezamos a dar las clases online. Lo que ahora utilizamos con una gran naturalidad en ese momento fue impactante, y el sistema universitario en su conjunto reaccion¨® muy r¨¢pido¡±, recuerda Crespo. Pero, una vez que el confinamiento y la crisis de la pandemia pasaron, ?las universidades siguieron con este nuevo sistema de ense?anza online o de forma h¨ªbrida?
La vuelta a la presencialidad
¡°Una vez que termin¨® la pandemia no pod¨ªamos tomar decisiones tan estrat¨¦gicas motivadas por una situaci¨®n que era tan anormal en s¨ª misma¡±, responde el rector de la Polit¨¦cnica de Catalu?a. Entre el alumnado, en muchas universidades, se solicit¨® un sistema h¨ªbrido, tal y como ocurri¨® en el mundo de la empresa, sin embargo, la mayor¨ªa de estas instituciones acad¨¦micas decidieron no precipitarse y volvieron al sistema de ense?anza presencial. ¡°Ahora son los alumnos los que no quieren un sistema h¨ªbrido¡±, afirma Crespo. Adem¨¢s, este sistema es especialmente complicado de mantener en las carreras con un alto grado de experimentalidad, como las ingenier¨ªas, medicina o arquitectura.
Corrobora esta vuelta a la presencialidad, desde un centro privado de car¨¢cter internacional, Santiago ??iguez de Onzo?o, presidente de IE University. ¡°Ya estamos en otro ciclo. Despu¨¦s de la pandemia se ha vuelto a recuperar la demanda presencial. Y, aunque queda muy bien en el curr¨ªculo poner que has hecho un MOOC en la Universidad de Berkeley, al final es una semana online y eso estamos viendo que en reuniones internacionales que se est¨¢ ralentizando¡±, cuenta. Su conclusi¨®n es que ¡°la profec¨ªa de que iba a haber un cambio de universidad hacia el mundo online y todos esos nuevos cursos se ha convertido en falaz¡±. Porque la universidad es mucho m¨¢s que docencia o formaci¨®n inicial, a?ade. ¡°En las empresas tambi¨¦n se genera conocimiento y para ellas es muy importante la formaci¨®n continua. Y la Universidad es un lugar de generaci¨®n de conocimiento muy enhebrado con el entorno profesional¡±.
Otra de las razones que apunta el presidente de IE University es el riesgo que corre el alumno de perderse, de acumular cursos, pero sin un sentido claro y ¡°sin desarrollar una experiencia universitaria que le permita tener todo lo que esto aporta en facultades, conocimientos, experiencias en grupo, formaci¨®n transversal, educaci¨®n cosmopolita y el aprendizaje de relacionarse y trabajar las habilidades sociales¡±.
Problemas para la atracci¨®n de talento
Tambi¨¦n convendr¨ªa revisar las dificultades con las que se encuentran las universidades, a?ade ??iguez de Onzo?o. Por ejemplo, a la hora de la movilidad internacional de sus estudiantes, a lo que han afectado, por ejemplo, el Brexit o los inconvenientes para obtener visados. Tambi¨¦n considera que les ¡°falta m¨¢s autonom¨ªa y facilitar los procedimientos¡±: ¡°El problema que es que, en una sociedad demogr¨¢ficamente madura como la nuestra, si queremos abrirnos m¨¢s internacionalmente y atraer el mejor talento de estudiantes y profesores de otros pa¨ªses debemos facilitar los procesos de admisi¨®n, incluso el pago de las matr¨ªculas de alumnos de China, India, el sudeste asi¨¢tico o Am¨¦rica Latina¡±. Adem¨¢s, con las notas de corte y la escasez de plazas p¨²blicas se pierde talento, que se va a otros pa¨ªses por la excesiva regulaci¨®n, a?ade.
Uno de los que mejor conoce la funci¨®n de estos centros de educaci¨®n superior en regiones como Latinoam¨¦rica es el Coordinador del Espacio Iberoamericano del Conocimiento en la Secretar¨ªa General Iberoamericana (SEGIB), F¨¦lix Garc¨ªa Laus¨ªn. ¡°Las universidades son instituciones firmemente enraizadas en su territorio; no son ajenas a las transformaciones sociales, econ¨®micas y medioambientales de su entorno. Su labor impulsa el crecimiento econ¨®mico y contribuye a la integraci¨®n, la cohesi¨®n y la movilidad social. De hecho, m¨¢s de las dos terceras partes del estudiantado universitario iberoamericano forma parte de la primera generaci¨®n de sus familias que accede a la educaci¨®n superior¡±, destaca.
Defensa de la libertad y la democracia
¡°Una universidad, adem¨¢s, no es s¨®lo un centro de educaci¨®n superior o un centro de investigaci¨®n, con todo que m¨¢s de 30 millones de personas estudian en sus aulas y la actividad investigadora universitaria representa cerca del 85% de la producci¨®n cient¨ªfica iberoamericana¡±, apunta Garc¨ªa Laus¨ªn, que es tambi¨¦n Secretario General del Consejo Universitario Iberoamericano (CUIB). ¡°Su autonom¨ªa es garant¨ªa de una libertad acad¨¦mica y para la cr¨ªtica constructiva que son esenciales para la gobernanza democr¨¢tica, la deliberaci¨®n p¨²blica y el impulso de pol¨ªticas de Estado, basadas en la evidencia, de proyectos de pa¨ªs¡±, recalca.
Ahora bien, reconoce que ¡°las universidades han de cambiar con sus sociedades, buscando siempre la calidad y la pertinencia en su labor, comprometidas con el desarrollo sostenible, pero son y seguir¨¢n siendo insustituibles en su singularidad¡±.
Un ejemplo revelador de esta apuesta es el caso de China, que lejos de dejar de lado a la Universidad, lleva desde varias d¨¦cadas promocionando tanto la inversi¨®n como la internacionalizaci¨®n de sus universidades. Su objetivo es alcanzar un estatus de primera clase mundial en la ense?anza superior. Seg¨²n datos del Ministerio de Educaci¨®n del gobierno chino, este pa¨ªs cuenta con 3.012 colegios y universidades en China continental.
La ¨²ltima iniciativa que ha puesto en marcha China, en 2015, es el llamado Plan de Universidades de Doble Primera Clase. Su objetivo es que 42 de ellas se desarrollen de forma integral para situarlas entre las primeras del ranking para el a?o 2050. De momento, seg¨²n la clasificaci¨®n mundial de universidades QS 2023, China es el tercer pa¨ªs con mayor n¨²mero de universidades clasificadas entre las mejores del mundo, detr¨¢s de Estados Unidos y Reino Unido.
¡°La clase inversa¡±
¡°Chicos, yo soy la profesora de F¨ªsica, os recuerdo que pod¨¦is encontrar todo en la nube, pero la que no est¨¢ en la nube soy yo¡±. As¨ª suele arrancar el curso, el primer d¨ªa de clase, una docente cuando entra en el aula de la universidad. Es un caso real, y seguramente no sea ¨²nico. El mensaje es obvio. Esta profesora puede resolver dudas, poner problemas sobre lo que no se ha entendido bien o explicar lo que los alumnos necesiten. Ahora, si se es tan listo como para entenderlo todo solo, no har¨ªa falta a la universidad a aprender. Es m¨¢s, hace 20 a?os ya se pod¨ªa estudiar con libros, la diferencia es que ahora hay muchas m¨¢s herramientas.L
Lo que han visto las universidades es que, en la actualidad, para que el alumno se mueva al aula, una vez que la tecnolog¨ªa le permite aprender desde casa, tienen que ofrecerle algo m¨¢s. Y eso es lo que espera el estudiante. ¡°La primera tendencia de futuro de la universidad es dar valor a la presencialidad, al esfuerzo que hace el alumno para venir a Universidad y no aprender desde casa. ?C¨®mo? De muchas maneras. Ofreciendo, entre otras cosas, ese contacto humano con el profesor, trabajo en equipo o equipamiento para hacer pr¨¢cticas, algo fundamental en las carreras m¨¢s experimentales¡±, resume Crespo.
El hecho de que los alumnos est¨¦n tambi¨¦n acostumbrados, como los docentes, a herramientas como las que les ofrece Internet o ChatGPT lejos de ser un inconveniente, es una ventaja. Permite que la puesta en pr¨¢ctica de la teor¨ªa que pueden aprenderse por su cuenta previamente, sea m¨¢s f¨¢cil de aplicar, sobre todo tambi¨¦n en las ense?anzas con alto grado de experimentalidad.
La misi¨®n del profesor es guiarle sobre lo que tiene que aprender, dise?ar el plan de estudio, para luego, en la clase, resolver sus dudas, ponerlo en pr¨¢ctica o completar esos conocimientos con los conocimientos de un buen profesor. ?Qui¨¦n no se acuerda de sus tres mejores profesores de la carrera? ?Y de los tres peores? El valor que tiene lo que aporta un buen profesor sigue y seguir¨¢ existiendo.
Los docentes llaman a este sistema de aprendizaje, ¡°la clase inversa¡±. Primero el alumno se estudia el plan dise?ado por el docente, para lo cual es irrelevante si usa inteligencia artificial o los programas m¨¢s sofisticados, porque lo importante es que se lo aprenda. Y luego, en clase, se trabaja sobre lo que ha estudiado. Lo mismo ocurre con los trabajos de clase. La tendencia en las universidades no es a encargarlo y que lo entregue, como se hac¨ªa hasta ahora, sino a que lo defienda en el aula.
Los trabajos no se presentar¨¢n
Un cambio interesant¨ªsimo, en el que incide tambi¨¦n el rector de la UPC es la recuperaci¨®n de la oralidad. ¡°Y no s¨®lo por razones acad¨¦micas, para que aprenda y se eval¨²e sus conocimientos y razonamientos sobre el tema, sino tambi¨¦n porque es lo que va a necesitar tambi¨¦n en el mercado laboral, en el que tendr¨¢ que hacer una disertaci¨®n en alg¨²n momento, vender un producto o exponer unos objetivos de forma oral¡±, destaca.
En cuanto al uso de la tecnolog¨ªa y, en concreto, de la IA para el aprendizaje, este rector dice que ¡°tanta como haga falta¡±: ¡°Tener la IA en el ordenador nos va a servir para multitud de cosas, desde ordenador ficheros solos por los temas que nos interesen como para localizar contenidos, etc¨¦tera. ?Qui¨¦n memoriza ahora n¨²meros de tel¨¦fono cuando lo hace el m¨®vil por ti?¡±. Con todo esto, cambia el rol de profesor y se pone a¨²n m¨¢s en valor como especialista en su tema y, de alguna manera, tambi¨¦n se le pone m¨¢s a prueba. Es un win-win. Porque las tendencias de fondo fomentan nuevos m¨¦todos de aprendizaje y las clases ser¨¢n mucho m¨¢s interesantes y participativas.
Otros dos aspectos que van a dar un vuelco a las aulas universitarias son, por un lado, la reducci¨®n de la demanda de gente joven, relacionada con la bajada de la natalidad, y, de forma paralela, la entrada en ella de personas que est¨¢n en el mercado laboral, de todas las edades. Los vertiginosos avances tecnol¨®gicos y de la IA no sabemos ad¨®nde nos llevar¨¢n, por lo que el paso la actualizaci¨®n de conocimientos, el reciclaje ¨Del manido, que no ejecutado, aprendizaje a lo largo de toda la vida (ahora m¨¢s conocido como reskilling y upskilling, es decir, reciclaje y renovaci¨®n de conocimientos)¨D es el nuevo reto. La diferencia es que ya se sabe c¨®mo se va a abordar: a trav¨¦s de los llamados microcredenciales, cuya regulaci¨®n ya aparece recogida en la nueva legislaci¨®n universitaria.
Las microcredenciales m¨¢s los cr¨¦ditos: el nuevo euro acad¨¦mico
Habr¨¢ microcredenciales para personas con t¨ªtulo universitario y sin ¨¦l, destinados a promocionarse en el trabajo o para actualizarse y una gran cantidad para aprender a aplicar la IA en una determinada ¨¢rea laboral. Las habr¨¢ ofrecidas por la propia universidad y tambi¨¦n de acuerdo a la demanda de actualizaci¨®n de conocimientos o habilidades que les hagan a estas instituciones las propias empresas. Tambi¨¦n, seg¨²n la ley, no ser¨¢n exclusivas de las universidades, las podr¨¢n ofrecer otras instituciones.
Para obtener un t¨ªtulo universitario de Grado en Espa?a hace falta haber cursado 240 cr¨¦ditos acad¨¦micos (llamados ECTS), aunque hay otras para las que la normativa europea pide m¨¢s, que equivale a un a?o m¨¢s de carrera normalmente. Aunque en la mayor parte de la UE s¨®lo hacen falta 180. Un cr¨¦dito ECTS equivale a 25 horas de trabajo del estudiante en todas las actividades necesarias para su formaci¨®n (de clase o de trabajos).
Las microcredenciales se obtendr¨¢n a partir de un m¨ªnimo de cr¨¦ditos que establezca la instituci¨®n. Cada uno requiere 25 horas de aprendizaje, 10 de las cuales deben ser presenciales. La idea es que las que se ofrezcan se dividan en cortas (de seis cr¨¦ditos), medias (de 15 cr¨¦ditos, que es probable que sean la mayor¨ªa) y largas (de unos 30 cr¨¦ditos). Adem¨¢s, este sistema va a ser com¨²n para toda la UE, el cr¨¦dito, sea para un obtener un grado o un t¨ªtulo con microcredenciales ¡°ser¨¢ como el euro de la formaci¨®n¡±, explica Crespo. ¡°El gran reto que tenemos ahora por delante es ver la forma de gestionar las microcredenciales, que ir¨¢n surgiendo poco a poco¡±. El resultado, un expediente digital ¨²nico para toda la UE, en el que figurar¨¢n los cr¨¦ditos y microcredenciales que se han ido cursando.