Hacia una nueva oficina que supere el caduco concepto de ¡®tu mesa con tu ordenador¡¯

Coches que conducen solos, asistentes rob¨®ticos, visores de realidad virtual¡­ La tecnolog¨ªa est¨¢ avanzando a un paso exponencial y est¨¢ brindando innovaciones que transformar¨¢n radicalmente la vida de los consumidores y las actividades empresariales. Como en otros periodos de la historia que han coincidido con progresos tecnol¨®gicos, durante los pr¨®ximos a?os a las empresas se les plantear¨¢n importantes retos y, al mismo tiempo, magn¨ªficas oportunidades. Una ola disruptiva, al fin y al cabo, de la que por supuesto el mercado inmobiliario tambi¨¦n se ver¨¢ afectado.

Las oficinas se convertir¨¢n en centros de creaci¨®n de valor donde los empleados y los expertos externos se reunir¨¢n para crear y colaborar,

Los cambios tecnol¨®gicos transformar¨¢n profundamente las consideraciones relativas a los inmuebles, pues todos los actores del mercado deber¨¢n tomar conciencia de que los inmuebles del futuro ¨Cpor no decir ya del presente¨C ser¨¢n inmuebles ¡®inteligentes¡¯, tanto desde un punto de vista organizativo (que facilite la vida de los empleados), como desde una visi¨®n externa, adaptados a los requerimientos de un mercado global y en constante cambio. Las empresas del futuro ser¨¢n m¨¢s ¨¢giles, estar¨¢n m¨¢s dispersas y permitir¨¢n a sus empleados centrarse de forma m¨¢s n¨ªtida en la creaci¨®n de valor. Porque aunque el crecimiento de internet, la inform¨¢tica en la nube y los smartphones han cambiado la forma en la que vivimos y trabajamos, palidecen en comparaci¨®n con los avances tecnol¨®gicos que se van a producir.

En primer lugar, una diversificaci¨®n de los espacios. Las compa?¨ªas tender¨¢n a engranar sus oficinas principales dentro de un proyecto m¨¢s amplio, que cuente con el apoyo de una red de superficies flexibles y adaptables, como espacios de trabajo compartidos, oficinas externas, etc. De hecho, puede afirmarse que el 30% de las carteras inmobiliarias de las empresas estar¨¢ formado por espacios flexibles.

Poco a poco, las oficinas se convertir¨¢n en centros de creaci¨®n de valor donde los empleados y los expertos externos se reunir¨¢n para crear y colaborar, con apoyo de tecnolog¨ªas como la realidad virtual y la realidad aumentada.

La forma en que las empresas estructuren sus sedes y plantillas puede darles una ventaja competitiva, y aqu¨ª entra en juego el factor de la atracci¨®n del talento ¨Cespecialmente el talento digital¨C, que seguir¨¢ siendo un reto de primer orden debido al menor crecimiento que registrar¨¢ la mano de obra mundial durante los pr¨®ximos 15 a?os. Por eso, cada vez ser¨¢ m¨¢s importante contar con espacios bien ubicados, con dise?os adaptados a los nuevas generaciones y servicios diferenciales, que permitan atraer y retener a los empleados adecuados.

Por este motivo, cada vez ser¨¢ m¨¢s frecuente que las oficinas est¨¦n dotadas de mayor variedad de marcos de trabajo y toda una gama de equipamientos y espacios recreativos. El concepto de tu mesa con tu ordenador est¨¢ caduco.

El otro impacto determinante que tendr¨¢ la tecnolog¨ªa en los espacios de trabajo es su plena integraci¨®n en el d¨ªa a d¨ªa de las oficinas. Veremos c¨®mo mediante sensores, wearables y smartphones se capturar¨¢n enormes cantidades de datos que permitir¨¢n recomendar cambios de dise?o para mejorar los resultados empresariales. Los edificios inteligentes se convertir¨¢n en la norma y mejorar¨¢n la eficiencia operativa y la sostenibilidad de los activos.

De hecho, ya podemos comprobar algunas aplicaciones que estas tecnolog¨ªas est¨¢n teniendo en oficinas del presente, como es la instalaci¨®n de sensores en las luminarias de las plantas que se conectan a los m¨®viles de los empleados para que ¨¦stos puedan cambiar seg¨²n sus preferencias la iluminaci¨®n o la temperatura de su puesto de trabajo. Del mismo modo, estos datos servir¨¢n para optimizar la gesti¨®n del edificio, ya que mediante este an¨¢lisis se podr¨¢ saber qu¨¦ salas han sido utilizadas y reforzar o anular la limpieza del espacio. Una tendencia hacia la personalizaci¨®n que parece imparable.

En este sentido, el uso de los m¨®viles y la geolocalizaci¨®n abrir¨¢ as¨ª un mundo de posibilidades. A corto plazo, los edificios ser¨¢n capaces de combinar los datos de ubicaci¨®n con informaci¨®n de las bases de datos corporativas y las redes sociales para dise?ar interacciones entre los miembros del personal. Los edificios se convertir¨¢n en redes sociales f¨ªsicas que puedan informar a un empleado que trabaja en un proyecto de que un especialista desconocido anda cerca. Las compa?¨ªas podr¨¢n dise?ar la colaboraci¨®n y posicionar sus edificios como activos en tiempo real que pueden impulsar el ¨¦xito del negocio, en lugar de ser centros de costes inertes.

Borja Basa, director general de Corporate Solutions de JLL