Juan de Antonio: ¡°Hasta 2014, Cabify muri¨® cinco veces¡±
Que las p¨¢ginas del pasaporte del cofundador y CEO de Cabify se queden cortas no extra?a, pues la empresa opera ya en m¨¢s de 10 pa¨ªses. Ese nomadismo entronca con la personalidad de un empresario de la movilidad obsesionado con avanzar a toda velocidad
Entrevista en Madrid, viaje en AVE a Montpellier y, finalmente, aviones a Jap¨®n. El viernes de Juan de Antonio parece m¨¢s que el inicio del fin de semana el de una yincana, a la que hay que unir, confiesa, una ronquera consecuencia de la fiesta de celebraci¨®n del sexto aniversario de Cabify.
Si habl¨¢semos de redes sociales, en el negocio de la movilidad a¨²n estar¨ªamos en la era de MySpace
¡±Hasta 2014 esta empresa muri¨® cinco veces, y la resucitamos haciendo cosas que siempre te dicen que no hagas, como meterte en hipotecas¡±, recuerda, pero en Cabify ya tienen motivos de celebraci¨®n. La empresa de movilidad emplea a 1.800 personas en 11 pa¨ªses (Espa?a, Portugal y nueve latinoamericanos), factura un 80% fuera de su mercado inicial y contin¨²a ¡°levantando¡± dinero para financiar su expansi¨®n, con el fondo espa?ol Seaya Ventures y el gigante japon¨¦s Rakuten entre sus inversores.
A De Antonio no le gusta hablar ni de los datos econ¨®micos de su empresa ni de estas rondas de financiaci¨®n: ¡°No entiendo el inter¨¦s: ?Felicitan a un cocinero por ir al mercado a comprar los ingredientes de sus platos? Nosotros ni comunicamos muchas de esas rondas de financiaci¨®n, estamos constantemente logrando fondos¡±. Es, asegura, una voracidad l¨®gica dadas las caracter¨ªsticas de su mercado, la movilidad: ¡°Captar un cliente te cuesta uno, pero luego en su vida ¨²til te va a suponer ingresos de diez. Pero hay un desfase, necesitas tiempo. As¨ª que puedes sentarte a esperar o tener clara la magnitud del negocio y acelerar el crecimiento¡±. En Cabify apuestan por la velocidad, y parece que su camino no ha hecho m¨¢s que empezar: ¡°Estamos trabajando en el camino de la salida a Bolsa, sin plazo fijo¡±.
?Cu¨¢nto vale entonces la empresa que fund¨® en 2011 con Sam Lown, Adri¨¢n Merino, Vicente Pascual y Francisco Montero? De Antonio no suelta prenda, pero sonr¨ªe cuando escucha la cifra de 350 millones de d¨®lares, citada habitualmente como referencia: ¡°Te quedas muy corto¡±. En junio la agencia Bloomberg inform¨® de una nueva ronda de financiaci¨®n, liderada por Bank of America, y situ¨® la valoraci¨®n de la compa?¨ªa en los 1.000 millones de d¨®lares. Con permiso de Letgo, una suerte de Wallapop fundada en Barcelona, pero hoy casi estadounidense, Cabify es el primer unicornio espa?ol.
Con menos de 40 a?os, De Antonio ya se podr¨ªa considerar un empresario de ¨¦xito, pero reconoce que no siempre tuvo las ideas tan claras. Tras crecer a medio camino entre Madrid y el pueblo segoviano de Pedraza ¨C¡°para los de la ciudad era de pueblo y para los de pueblo de ciudad¡±¨C se decidi¨® por estudiar Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones. ¡°Pens¨¦ que el mundo lo hac¨ªan las m¨¢quinas y quer¨ªa entenderlo. Luego me di cuenta de que son las empresas las que mueven el mundo¡±. Su ca¨ªda del caballo se produjo en California, en la Universidad de Stanford. ¡°Hasta que llegu¨¦ all¨ª no descubr¨ª que hab¨ªa la posibilidad de tener una idea, conseguir dinero, crear una empresa y cambiar el mundo. De hecho, conoc¨ª a compa?eros tan tontos como yo que ya lo estaban haciendo¡±.
Oportunidades m¨®viles
As¨ª que en 2011 cre¨® Cabify. ?Por qu¨¦ la movilidad? ¡°Es una actividad que llevaba d¨¦cadas y d¨¦cadas sin cambiar. Y te pones a hacer n¨²meros y descubres que con una cantidad no excesiva de trayectos ya puedes ser rentable, y con unas posibilidades de crecimiento enormes¡±. Por entonces se empezaba a intuir el impacto de la digitalizaci¨®n en el negocio: se ofertaban ya servicios premium de movilidad y los taxis tradicionales estaban a punto de perder su monopolio.
Pero Cabify se puso en marcha con un enfoque no del todo correcto, seg¨²n reconoce su propio fundador. ¡°Pecamos de demasiado ambiciosos al intentar abarcar desde el principio varios grandes mercados, si bien ten¨ªamos muy claro que la oportunidad estaba en Latinoam¨¦rica, donde la clase media no ten¨ªa alternativa al veh¨ªculo privado, hay problemas de seguridad y la regulaci¨®n no es tan restrictiva. Adem¨¢s, nuestra idea inicial era comenzar ofreciendo movilidad y despu¨¦s trasladar el modelo de negocio a otros servicios. Pero luego nos dimos cuenta de que el negocio de la movilidad es muy grande: o nos centr¨¢bamos en ¨¦l o no llegar¨ªamos a ning¨²n lado¡±, explica De Antonio.
Estamos trabajando en el camino de la salida a Bolsa, sin plazo fijo
Cabify tiene hoy 350 empleados en Espa?a y, adem¨¢s de sus sedes en M¨¦xico DF y S?o Paulo, ocupa un edificio en Madrid, donde antes estaba el diario El Mundo. El despacho del director, Pedro J. Ram¨ªrez, es hoy una sala de reuniones; De Antonio, fiel al esp¨ªritu startup, rota de mesa en mesa con un port¨¢til. Eso, cuando est¨¢ en Espa?a: ha pasado temporadas viviendo en M¨¦xico para controlar los mercados latinoamericanos y ahorrarse vuelos.
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