?Es posible un mundo sin trabajo? As¨ª lo ve¨ªa Zygmunt Bauman
Rudy Gnutti nos acerca a este viejo anhelo de la humanidad en su libro 'El mundo sin trabajo', que se nutre de varias conversaciones con el c¨¦lebre pensador polaco
Cuando hablamos de automatizaci¨®n y destrucci¨®n de empleo, la pregunta m¨¢s frecuente es si seremos capaces de crear trabajo para todos y a la velocidad necesaria. Sin embargo, reducir el planteamiento ¨²nicamente a esto puede ser un obst¨¢culo. Supone una mirada miope al problema y las soluciones que se proporcionen tal vez no sean m¨¢s que parches temporales que no sirvan a largo plazo, que no den respuesta a las preguntas adecuadas y no afronten el asunto en su complejidad. De ah¨ª que un creciente n¨²mero de intelectuales y estudiosos se empe?en en poner el foco en otra parte.
¡°El problema crucial no es crear nuevos trabajos sino crear nuevos empleos que los humanos desempe?en mejor que las m¨¢quinas. De otro modo, para 2050 podr¨ªa surgir una nueva clase de personas: la clase in¨²til. Gente que no solo est¨¢ desempleada, sino que no puede ser empleada¡±, asegura en The Guardian Yuval Noah Harari, autor de Sapiens: De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad (Debate, 2014) y Homo Deus: Breve historia del ma?ana (Debate, 2016).
El tema vuelve de nuevo a la actualidad con la publicaci¨®n reciente de libros El mundo sin trabajo. Pensando con Zygmunt Bauman (Icaria, 2017), de Rudy Gnutti, que se presenta ma?ana en Barcelona y a mediados de febrero en Madrid.
Gnutti parte de las reflexiones de los expertos consultados para su documental In the same boat para analizar en profundidad ¡°la problem¨¢tica m¨¢s preocupante de nuestro siglo: c¨®mo el cambio tecnol¨®gico que, seg¨²n las predicciones del economista m¨¢s importante del siglo XX, John Maynard Keynes, ?nos iba a procurar una riqueza inmensa y la soluci¨®n a todos los problemas econ¨®micos?, nos est¨¢ llevando, por el contrario, a una dram¨¢tica desigualdad, injusticia y a una v¨ªa sin retorno¡±.
El libro aborda la problem¨¢tica de la automatizaci¨®n, plantea preguntas y recoge posibles soluciones y propuestas ¡°para poder adaptarnos a nuevos trabajos, nuevas reglas econ¨®micas y sociales y, sobre todo, y quiz¨¢s lo m¨¢s complicado, a una nueva forma de vivir¡±. Compartimos aqu¨ª algunas de sus aportaciones.
- Globalizaci¨®n y desigualdad
Gnutti recoge en su libro extractos de sus conversaciones con el c¨¦lebre soci¨®logo polaco Zygmunt Bauman antes de que este falleciera en 2017. Bauman ten¨ªa claro que ¡°la globalizaci¨®n es un fen¨®meno irreversible¡± y que ¡°ser¨ªa muy peligroso querer volver al estadio anterior¡±. Tambi¨¦n que ha desembocado en lo que ¨¦l llama ¡°el divorcio entre el poder y la pol¨ªtica¡±, con ¡°poderes que est¨¢n liberados de las restricciones, del control de las instituciones pol¨ªticas¡±, y que esto ha desembocado en la crisis actual de las instituciones pol¨ªticas.
Otra consecuencia de la globalizaci¨®n que Bauman remarcaba es ¡°el cambio de reglas en el fen¨®meno de la desigualdad¡±. Los datos muestran que los ricos cada vez lo son m¨¢s: entre 2006 y 2015, la riqueza de la ¨¦lite econ¨®mica creci¨® a un ritmo medio de un 13% anual, seis veces m¨¢s r¨¢pido que los salarios de las personas trabajadoras (2%), seg¨²n datos de Oxfam Interm¨®n dados a conocer en su informe de 2018, Premiar el trabajo, no la riqueza.
Sin embargo, la desigualdad entre pa¨ªses ha disminuido. En opini¨®n de Bauman, el motivo es el propio empuje del capitalismo, que ha llevado a buscar lugares m¨¢s baratos donde producir y donde ampliar mercado. ¡°Hay muchos pa¨ªses en los que la poblaci¨®n local est¨¢ encantada de hacer el mismo trabajo por una d¨¦cima parte del salario que un trabajador alem¨¢n, franc¨¦s o sueco¡±.
- El fin del trabajo
Otro de los entrevistados por Gnutti es Erik Brynjolfsson, autor de La carrera contra la m¨¢quina (2011) y director de la Iniciativa del MIT para la Econom¨ªa Digital (IDE). Este sostiene que ¡°cada vez que la tecnolog¨ªa ha desplazado el trabajo humano, el hombre ha sabido reinventarse y de una forma u otra ha vuelto a crear nuevos trabajos, pero lo que est¨¢ ocurriendo hoy en d¨ªa es que la innovaci¨®n y la destrucci¨®n del trabajo va mucho m¨¢s r¨¢pida que la reinvenci¨®n de trabajos nuevos¡±. Tambi¨¦n aporta datos sobre la correlaci¨®n entre aumento de productividad y el aumento de paro.
Bauman se?alaba que esta situaci¨®n ¡°ya hace d¨¦cadas que tambi¨¦n afecta al trabajo intelectual, que est¨¢ empezando a trasladarse a los ordenadores cada vez m¨¢s¡±. Tambi¨¦n que ¡°los sindicatos no lo han podido asimilar¡± y que ¡°su posici¨®n ha quedado completamente desligada de la realidad actual y global¡±.
- Tecnolog¨ªa y reparto de riqueza
El autor constata que si bien la tecnolog¨ªa aumenta la riqueza, esta no se reparte de forma equitativa. Es decir, que no todo el mundo se beneficia del progreso tecnol¨®gico. Y cita las palabras de otro de sus entrevistados, el emprendedor e inversor Nick Hanauer. Aporta la perspectiva de un multimillonario cuyo discurso ¡°es important¨ªsimo -dice Gnutti- para comprender cu¨¢n nocivo es para todos vivir en una sociedad radicalmente desigual¡±.
¡°Me duele estar y andar en una ciudad llena de gente sin techo sabiendo que yo viajo a diario en mi propio jet. Hay una raz¨®n por la que vivo en Seattle, Washington; y esa raz¨®n es que la gente aqu¨ª gana m¨¢s dinero, Y cuanto m¨¢s dinero gane la gente, mayor ser¨¢ mi oportunidad¡±, afirma Hanauer. Tambi¨¦n reconoce que no le importar¨ªa pagar m¨¢s impuestos o tener menos beneficios si su base de consumidores sigue creciendo. Y critica que otras personas de su posici¨®n, ¡°la ¨¦lite de los empresarios¡±, no puedan ver esto, que para ¨¦l ¡°es de sentido com¨²n.¡±
- Renta B¨¢sica
Precisamente sobre impuestos habla Mariana Mazzucato, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Innovaci¨®n y directora del Instituto para la Innovaci¨®n y el Prop¨®sito P¨²blico del University College London (UCL), y otra de las entrevistadas por Gnutti. Mazzucato afirma que ¡°algunas personas est¨¢n preocupadas por el hecho de que, si los impuestos son demasiado altos, habr¨¢ poca inversi¨®n, pero no existe ninguna evidencia cient¨ªfica que lo demuestre¡±. Y cita al inversor Warren Buffet cuando dijo que ni siquiera un impuesto sobre el 40% de las beneficios afect¨® a sus inversiones.
La explicaci¨®n de Mazzucato, en l¨ªnea con lo expresado por Hanauer, es que lo que impulsa las inversiones del sector privado es la percepci¨®n del d¨®nde estar¨¢n las oportunidades en el futuro, independientemente de los impuestos. Estos ser¨ªan una posible v¨ªa para planificar una pol¨ªtica fiscal que ayude a redistribuir m¨¢s equitativamente los beneficios de la tecnolog¨ªa. Otra cuesti¨®n es c¨®mo hacerlo, porque ¡°a trav¨¦s del empleo probablemente ya no ser¨¢ posible¡±, sostiene Gnutti.
El autor cita de nuevo a Bauman, quien se?al¨® que ¡°tenemos que repensar incluso las presunciones m¨¢s fundamentales sobre las que basamos nuestro modelo de vida¡±. Se refiere, entre otras cosas, a la conexi¨®n entre supervivencia y empleo. Y cree que la elecci¨®n pasa bien por dejar que todos los que se queden sin empleo mueran de hambre, o bien por romper la conexi¨®n entre el trabajo y el derecho a seguir con vida.
Bauman apoya la propuesta de una renta b¨¢sica universal, soluci¨®n sobre la mesa que algunos pa¨ªses -como Finlandia- ya est¨¢n probando. El economista de la Universidad de Barcelona,?Daniel Ravent¨®s, defiende esta medida como v¨ªa para asegurar la existencia material de toda la poblaci¨®n, que a su juicio es ¡°el primer derecho que debe verse garantizado¡± y que es imprescindible para poder hablar de libertad. En esta l¨ªnea, el historiador y periodista Rutger Bregman sostiene sobre la RBU que nadie puede decidir qui¨¦n la merece o no. ¡°Es un derecho, no un favor¡±, afirma.
- Decrecimiento y modelos alternativos
Por ¨²ltimo, Gnutti plantea, de la mano del economista franc¨¦s y profesor em¨¦rito Serge Latouche, la idea de decrecimiento. Asegura que ¡°en treinta a?os, si todo va como ahora, necesitaremos cuatro planetas para satisfacer nuestras necesidades¡±. Por eso apunta a nuevas guerras en el siglo XXI causadas por la distribuci¨®n de recursos.
El tambi¨¦n economista Mauro Gallegati -que ejerce en la Universidad Polit¨¦cnica de Le Marche (Italia), critica la forma de vida actual: ¡°Trabajamos, producimos, consumimos...¨²nicamente porque hemos creado un sistema que funciona solo cuando el motor va a toda marcha (...) Es necesario crear nueva demanda y nuevos trabajos para que el sistema se perpet¨²e¡±. De no ser as¨ª, ?trabajar¨ªamos? Y aqu¨ª volvemos a la reflexi¨®n inicial: ?Es posible un mundo sin trabajo? ?Lo deseamos?
Bauman apuntaba hacia la presencia de un ¡°instinto del trabajo¡± en cada cual pero del que pocos pueden disfrutar: ¡°El placer de ver el resultado final del esfuerzo es un privilegio reservado a una minor¨ªa. Lo disfruta un escritor con su obra, un m¨²sico con su composici¨®n, pero no todos los trabajos lo permiten¡±. Por eso cre¨ªa que ser¨ªa m¨¢s gratificante apostar por formas de trabajo m¨¢s cooperativas o colaborativas. Gnutti habla de ¡°econom¨ªa colaborativa del procom¨²n¡± como modelo basado en la colaboraci¨®n de personas que, a partir de plataformas digitales, desarrollan recursos comunes y comparten la propiedad.
Hablar¨ªamos de un mundo sin trabajo -no tal y como lo conocemos- pero no de un mundo de ¡°no hacer nada¡±. ?Son estos modelos, unidos a la propuesta de una RBU, la v¨ªa para afrontar los problemas de destrucci¨®n de empleo y desigualdad acelerados por la globalizaci¨®n y el avance de la tecnolog¨ªa? ?Cu¨¢l es la propuesta final de Gnutti al respecto? Habr¨¢ que leer el libro para saberlo.
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