Mujeres y tecnolog¨ªa: del ruido al impacto

?ltimamente las mujeres estamos haciendo bastante ruido. Se escuchan como nunca voces femeninas desde distintos colectivos recordando reivindicaciones hist¨®ricas a¨²n pendientes, reclamando una mayor presencia en los puestos de decisi¨®n tanto privados como p¨²blicos e incluso abriendo nuevos debates hasta ahora tab¨². Sin embargo, el ruido puede a veces desviar el foco hacia lo superficial, hacia los t¨®picos, sin entrar a fondo en los temas trascendentes. Lo realmente importante es pasar de la visibilidad al verdadero impacto. Para lograrlo, las mujeres debemos conseguir un espacio de influencia en plano de igualdad en el mundo que se est¨¢ definiendo hoy, un mundo inmerso en un contexto de disrupci¨®n tecnol¨®gica.

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Disrupci¨®n tecnol¨®gica: esa es la gran premisa. Los medios se llenan de art¨ªculos sobre transformaci¨®n digital, big data, inteligencia artificial, robots que aprenden y llevan a cabo tareas b¨¢sicas¡­ tambi¨¦n sobre ciudades inteligentes gracias al internet de las cosas. Vivimos un verdadero cambio de era, donde la tecnolog¨ªa est¨¢ jugando un verdadero rol catalizador, impactando por primera vez de manera directa en todos los ¨¢mbitos y sectores econ¨®micos, as¨ª como en la manera en que vivimos y nos relacionamos.

Todo apunta a que seguiremos avanzando en esta direcci¨®n de manera irreversible y a una velocidad exponencial. Se prev¨¦ que muchos de los grandes desaf¨ªos de la humanidad actual, como el hambre, el c¨¢ncer, el control del clima o la longevidad, entre otros, se resuelvan en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Un avance que plantea a la vez grandes retos: la privacidad de los datos personales, la ¨¦tica de los algoritmos, la desaparici¨®n de puestos de trabajo tradicionales o la falta de competencias digitales. Un progreso tecnol¨®gico que debe plantearse con valores y poniendo a las personas en el centro, pues de lo contrario no nos conducir¨¢ a una sociedad mejor. Y esta sociedad deber¨¢ enfrentarse a retos que requerir¨¢n soluciones complejas, para lo que har¨¢n falta muchas inteligencias, visiones, sensibilidades y perspectivas distintas. En definitiva, m¨¢s diversidad.

Por eso resulta preocupante que, a pesar de los avances que sin duda hemos conseguido, como sociedad sigamos teniendo un gran tema pendiente: la mayor presencia de la mujer en el ¨¢mbito de las ciencias y la tecnolog¨ªa. No es cuesti¨®n de enumerar y hacer un recuento de cu¨¢ntos hombres y mujeres han hecho cu¨¢nto y qu¨¦ en el mundo cient¨ªfico; lo que est¨¢ claro es que son m¨¢s las mujeres quienes se han quedado en la sombra, sin visibilidad alguna. Tradici¨®n que se extrapola al mundo digital, donde hasta en Wikipedia solo un 17% de los perfiles corresponde a biograf¨ªas de mujeres, seg¨²n datos de la UNESCO.

La falta de referentes femeninos en estos campos ha contribuido a la instauraci¨®n de estereotipos de g¨¦nero que asocian las carreras del mundo tecnol¨®gico con perfiles masculinos, provocando que en muchos casos, las ni?as vean estos sectores como algo ajeno, que les es extra?o y donde no tienen cabida. Seg¨²n datos del INE, en Espa?a durante el curso 2015-2016 las mujeres supusieron m¨¢s de la mitad del total de matriculados en estudios universitarios. En cambio, para las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªa y Matem¨¢ticas, por sus siglas en ingl¨¦s) los porcentajes disminuyen de forma notable: en torno al 24% de matriculadas en estudios de Ingenier¨ªa o incluso un 12% en carreras de IT.

Estas cifras no son nada positivas, ya que precisamente estas ¨¢reas del conocimiento humano son las que le dar¨¢n forma al mundo del ma?ana y, ante esta realidad, la mujer debe tener voz. Por tanto, resulta fundamental fortalecer la presencia de las mujeres en estos sectores y que esto se haga de forma integral, impuls¨¢ndolo desde la m¨¢s temprana edad. Tenemos la responsabilidad de trabajar con las ni?as y j¨®venes del presente para fomentar en ellas una mentalidad abierta y despertar en ellas el inter¨¦s por la ciencia y la tecnolog¨ªa, as¨ª como la ambici¨®n de ser protagonistas de la transformaci¨®n del mundo a trav¨¦s de su profesi¨®n. Y para ello, resulta fundamental mostrarles referentes femeninos que les sirvan de inspiraci¨®n.

Pero adem¨¢s de dar mayor visibilidad a la mujer, para tener impacto hace falta tambi¨¦n un cambio cultural, sobre todo a nivel de las empresas. Las barreras invisibles son las m¨¢s dif¨ªciles de derribar y ¨¦stas son las que hacen que las mujeres tengamos una menor presencia en ¨¢reas ejecutivas y en puestos de direcci¨®n en pr¨¢cticamente todas las industrias. Las pol¨ªticas p¨²blicas de igualdad y las pol¨ªticas de diversidad corporativas son imprescindibles, pero por s¨ª solas no garantizan el ¨¦xito. Necesitamos nuevas formas de liderazgo, un liderazgo m¨¢s transformador e inclusivo, unas formas que no entiendan de g¨¦nero, porque el talento no lo tiene.

Ante este momento de disrupci¨®n del todo debemos entender que las disciplinas STEM son y seguir¨¢n siendo cada vez con m¨¢s fuerza un elemento clave para definir la naturaleza de los negocios, de afrontar los grandes retos sociales y entender las realidades m¨¢s complejas. Si las mujeres seguimos representando tan solo una minor¨ªa en estas carreras y tenemos un rol secundario a nivel profesional y directivo, nuestra capacidad para influir en el futuro que se est¨¢ definiendo hoy ser¨¢ limitada.

Las mujeres no podemos permitirnos quedarnos al margen de esta transformaci¨®n. Pero la sociedad, tampoco.

Carme Artigas?es embajadora en Madrid de Women in Data Science (Universidad de Stanford) y CEO de Synergic Partners (Telef¨®nica).