El ¡®big data¡¯ se suma a la lucha contra el desperdicio de alimentos
Las 'apps', la geolocalizaci¨®n y las etiquetas inteligentes pueden ayudar a reducir el derroche en hogares y locales
Uno de cada tres productos listos para consumir acaba en la basura, seg¨²n uno de los ¨²ltimos informes de la FAO, que calcula que cada a?o, solo en Europa, se pierden 1.300 millones de toneladas desde su producci¨®n (en la f¨¢brica o los campos y mataderos) hasta que salen de nuestra despensa o plato. El problema, adem¨¢s de humanitario, es medioambiental: el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero vienen del desperdicio alimentario. Frenar el derroche es uno de los objetivos que la ONU ha establecido para antes de 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y para esta tarea, la tecnolog¨ªa, especialmente la geolocalizaci¨®n y los datos, puede inspirar aplicaciones que indiquen, por ejemplo, d¨®nde se encuentra comida a punto de caducar. Y mejorar los etiquetados: el 10% del desperdicio, indica la FAO, viene de entender mal, por ejemplo el ¡°consumir preferiblemente antes de¡±.
Desde hace casi una d¨¦cada hay peque?as comunidades que se dan cita por internet para compartir comida que les sobra. Por ejemplo, grupos de vecinos que abren sus neveras por internet antes de irse de vacaciones. Una de las primeras redes fue Foodsharing all¨¢ por 2012. Ponen en contacto a personas que ofrecen de forma gratuita los productos que no les dar¨¢ tiempo a consumir. Todo lo que no se come, se dona a albergues y almacenes para gente sin recursos. A nivel local, hay iniciativas en Espa?a como Yonodesperdicio.org. Tambi¨¦n hay supermercados (como el caso de Netto, en Alemania) que han desarrollado sus propios sistemas para dar salida a lo que les sobra.
El problema con negocios donde se cocina al d¨ªa es m¨¢s complejo; la normativa comunitaria Sandach hace muy dif¨ªcil regalar excedente. En el centro y el norte de Europa, especialmente en Dinamarca, Pa¨ªses Bajos y Alemania, se han inventado muchos notables proyectos que surfean esta circunstancia. Desde restaurantes que cocinan con sobras, como Restlos Gl¨¹cklich (literalmente, ¡°felices sin sobras¡±), en Berl¨ªn, que sigue la estela de proyectos similares en otras capitales como Amsterdam, a aplicaciones que colaboran con negocios locales y supermercados. Uno de ¨¦stos fue FoodLoop, creado en 2014 en Alemania y premiado por la Comisi¨®n Europa por su desarrollo dentro del panorama IoT. Intentaron expandirse y tambi¨¦n llegar a Espa?a, pero su ¨¦xito fue limitado. Desde entonces han surgido m¨¢s ideas de este tipo y en Espa?a, aunque de forma incipiente, empieza a generase una red de emprendedores que salvan comida.
- Emprendimiento contra el desperdicio en Espa?a
Espa?a se est¨¢ poniendo las pilas. Coincide con un momento con mayor conciencia ambiental generalizado, ya sea por convicci¨®n, por inter¨¦s o por pura supervivencia. Por vez primera, la asociaci¨®n de fabricantes y distribuidores AECOC, que re¨²ne a compa?¨ªas de gran consumo y vinculadas a la restauraci¨®n, se ha juntado para lanzar hasta el 30 de septiembre la 1? semana contra el desperdicio alimentario. ¡°Se est¨¢n revisando procesos productivos en busca de ineficiencias. Se va a mejorar la comercializaci¨®n con medidas como saldar productos al final del d¨ªa o campa?as de frutas feas, entre otras muchas acciones por todo el pa¨ªs¡±, explica Carmen Cobi¨¢n, presidenta del Comit¨¦ AECOC.
Entre los proyectos de webs y apps creadas en los ¨²ltimos a?os est¨¢n los chicos de Ni las Migas, fundado en Madrid por un grupo de ingenieros agr¨®nomos preocupados por el derroche. Fueron uno de los primeros en Espa?a que aprovecharon la geolocalizaci¨®n para concienciar al personal. Cierran acuerdos con locales para que ofrezcan su comida m¨¢s barata. Hay m¨¢s iniciativas de este teipo, como los catalanes We Save Eat y el proyecto canario Food to Bento.
Este mes ha aterrizado en Espa?a Too Good To Go, una empresa fundada en 2015 en Dinamarca para saltarse esa normativa que impide dar salida a las sobras de comida en establecimientos. A trav¨¦s de una app se encuentran locales cerca de casa donde se invita a salvar comida por precios muy bajos. Los packs sorpresa (pues se compra sin saber en detalle qu¨¦ hay dentro de la bolsa) se recogen bajo cita previa, antes de que sean desechados. El proyecto anima a los establecimientos que han hecho m¨¢s raciones de la cuenta a venderlas un 75% m¨¢s barato. Explica Oriol Reull, responsable local de la empresa, que ¡°se hace as¨ª para que nadie se lucre, sino que sea realmente algo valioso; para poner conciencia, no para ganar dinero¡±.
Conocen a la competencia y no les preocupa. Muy al contrario. ¡°Para nosotros, todos estos proyectos son aliados. El enemigo com¨²n es el cubo de la basura¡±, concluye Reull. Los daneses creen que llegan en un buen momento. ¡°Hay un cambio brutal en esta nueva generaci¨®n, la gente entiende el problema y quiere probar. Especialmente la gente de los restaurantes, que ve la cantidad de comida que se ven obligados a tirar. Cada vez se exigen m¨¢s soluciones sobre la comida y los envasados. Nosotros, por cierto, les facilitamos envases reciclables¡±.
Los Gobiernos tienen un papel clave en la concienciaci¨®n, entre otras cosas, pueden ofrecer ayudas para desarrollos como estos, que tengan un impacto directo en la econom¨ªa del pa¨ªs y en el planeta. La Comisi¨®n Europea se ha comprometido a reducir el desperdicio antes de 2030. Entre las iniciativas pensadas para lograrlo se cuenta una planificaci¨®n y etiquetado m¨¢s eficaz, que no d¨¦ lugar a errores de comprensi¨®n sobre la caducidad; ser m¨¢s coherentes con las porciones de comida que se sirven, medir mejor la demanda para que no sobre comida, no permitir almacenar mucho en stock y no sobreproducir, explica el organismo europeo en sus estatutos.
El problema del etiquetado
Eufic trabaja desde 1995 en el ¨¢mbito de investigaci¨®n de la ciencia y salud alimentarias y es parte de la Global Initiative on Food Loss and Waste Reduction de la FAO. El organismo pone en valor que un mejor envasado y etiquetado ayudar¨ªa a prevenir el desperdicio. Proponen un "envasado inteligente, que sea capaz de indicar la frescura y el deterioro del alimento y ofrezca informaci¨®n m¨¢s espec¨ªfica" de la trazabilidad del producto. Adem¨¢s de mejorar procesos para hacerlos m¨¢s eficientes, un mejor etiquetado puede ayudar a acabar con la confusi¨®n que existe alrededor de la fecha de expiraci¨®n de los alimentos. Reull, de Too Good To Go, apunta que en Reino Unido al best before le han a?adido la coletilla but actually good. "Esto es un problema muy grave. Si realmente el producto no est¨¢ bueno se puede usar para compost", aclara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.