Las motos compartidas no quieren vivir en un vac¨ªo legal
El responsable de Cooltra lamenta que no haya una normativa com¨²n para regular sus servicios y reflexiona sobre el presente y el futuro de la movilidad urbana
Timo Buetefisch (Hannover, 1974) tiene m¨¢s de 15.000 motos de alquiler repartidas entre las cinco ciudades en las que opera su empresa ¡ªLisboa, Roma, Mil¨¢n, Barcelona y Madrid¡ª, pero reserva un Cabify para ir al aeropuerto. El CEO de Cooltra, que habla con EL PA?S RETINA tras su participaci¨®n en el evento de innovaci¨®n South Summit, est¨¢ convencido de que ni Uber ni las empresas que apuestan por el coche compartido representan ning¨²n tipo de competencia para ¨¦l. No en vano acaba de lanzar una promoci¨®n conjunta con Emov. ¡°Todos vamos por el mismo camino: dise?amos modelos para que haya menos veh¨ªculos en propiedad¡±, defiende. ¡°Sus servicios son complementarios con los nuestros¡±.
Cuando Buetefisch fund¨® Cooltra, hace ya 12 a?os, no era consciente del alcance del proyecto en el que se estaba embarcando. La empresa que dirige cuenta con 530 empleados y factura 30 millones de euros entre sus tres ¨¢reas de negocio. La m¨¢s conocida, el servicio de alquiler de motos por minuto eCooltra, es una de las primeras marcas que viene a la cabeza de cualquiera que comience una conversaci¨®n sobre las nuevas soluciones de movilidad.
El modelo de pago por uso que maneja eCooltra ha penetrado con fuerza en el panorama actual y forma parte de la esencia de los veh¨ªculos compartidos, pero el emprendedor alem¨¢n descarta que esta caracter¨ªstica vaya a definir el transporte del futuro. ¡°Hay gimnasios que tienen un modelo de negocio similar al nuestro en este sentido, pero tambi¨¦n hay otros que ofrecen modelo de suscripci¨®n¡±, compara. ¡°Lo importante en cualquier sector es tener cierta flexibilidad y ofrecer los diferentes modelos que quieren los clientes¡±.
El¨¦ctrico es otro de los adjetivos que tienen en com¨²n las diferentes alternativas sharing y uno de los puntos en los que m¨¢s insiste el directivo. ¡°La Administraci¨®n p¨²blica est¨¢ muy a favor de nuestro servicio porque somos una soluci¨®n sostenible. Adem¨¢s, les encanta el potencial que tenemos para reducir el n¨²mero de veh¨ªculos en las ciudades con una flota compartida¡±. Buetefisch lamenta el escaso desarrollo de medios de transporte el¨¦ctricos de uso particular en Espa?a y atribuye este atraso a una cuesti¨®n de poder adquisitivo. ¡°En algunos pa¨ªses m¨¢s ricos, como los escandinavos, la gente est¨¢ m¨¢s dispuesta a pagar un plus por sostenibilidad¡±.
El cuidado del medio ambiente es una de las principales banderas que enarbolan las nuevas empresas de movilidad y les sirve para defenderse de la principal cr¨ªtica que levantan por su impacto en la sociedad: la utilizaci¨®n que hacen del espacio p¨²blico. Bajo el pretexto de que el aparcamiento de coches y motos compartidas funciona de forma similar al de sus hom¨®logos privados, el responsable de Cooltra no encuentra sentido a la regulaci¨®n del n¨²mero de veh¨ªculos en una flota, pero s¨ª a su comportamiento. ¡°Las autoridades deben asegurar que el servicio que ofrece cada operador sigue unos m¨ªnimos¡±, expone. La cuesti¨®n cambia cuando hablamos de otros medios de transporte. ¡°La pol¨¦mica est¨¢ servida con bicicletas y patinetes, porque ocupan el espacio p¨²blico. Tarde o temprano, los Ayuntamientos lo regular¨¢n¡±.
Pero, ?est¨¢n todos a favor de regularlo? La falta de una normativa com¨²n para las soluciones de movilidad compartida conlleva una fragmentaci¨®n que dificulta a estas compa?¨ªas su expansi¨®n internacional. ¡°Los Ayuntamientos tienen miedo de regular de manera equivocada¡±, sostiene Buetefisch. ¡°Cuando se avance en esta l¨ªnea veremos una consolidaci¨®n del mercado, porque las empresas de nuestro sector necesitan una flota grande y una base fuerte de usuarios para sobrevivir. Es un negocio altamente financiero¡±.
El alem¨¢n mira al futuro con optimismo e imagina una movilidad compartida y sostenible, con ciudades que cierran sus centros a grandes transportes en las que las entregas se realizan por medio de soluciones el¨¦ctricas. Calcula que en menos de una d¨¦cada el veh¨ªculo en propiedad no ser¨¢ la norma, sino la excepci¨®n. ¡°En Alemania, pr¨¢cticamente la mitad de los coches que salen de f¨¢brica se venden a operadores y empresas de leasing. Y esto no ha hecho m¨¢s que empezar¡±.
Los Ayuntamientos tienen miedo de regular de manera equivocada
No le falta raz¨®n. Algunos fabricantes han dado el siguiente paso y han empezado a invertir en plataformas. Seat ha adquirido Respiro, Renault ha hecho posible Zity, el grupo Daimler es la matriz de Car2Go, Peugeot y Citr?en est¨¢n detr¨¢s de Emov... Por no hablar de otros actores como Google y Facebook, que tampoco quieren dejar pasar la oportunidad. ¡°El sector plantea un escenario muy positivo, porque promueve un veh¨ªculo con menos emisiones y menos gastos fijos para el usuario. Obviamente, no es una apuesta segura, porque la disrupci¨®n depende de normativas que est¨¢n por llegar, pero, a la larga, el cambio ser¨¢ para mejor¡±, augura.
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