Los veh¨ªculos de alquiler se acomodan en el vac¨ªo legal de las calles de Madrid
Las empresas de renta de medios de transporte descentralizada se expanden por Madrid a la espera de que la nueva ordenanza de movilidad regule su actividad
Coches, bicicletas, motos y, m¨¢s recientemente, monopatines el¨¦ctricos de alquiler conquistan las calles y las aceras del centro de la capital. Desde hace unos a?os, las empresas de veh¨ªculos no contaminantes compartidos (sharing en ingl¨¦s) no han dejado de crecer en Madrid, ciudad a la que la Uni¨®n Europea continua reprendiendo por los altos contenidos de gases contaminantes en su atm¨®sfera. Ahora, con las nuevas restricciones contra la poluci¨®n que el Ayuntamiento planea imponer y a la espera de la nueva ordenanza de movilidad que regule su actividad, estas compa?¨ªas de alquiler se colocan en primera posici¨®n en la carrera de la movilidad.
La principal peculiaridad de estas firmas ¡ªy la que m¨¢s ruido social ha levantado¡ª es que utilizan el suelo p¨²blico, como aceras y aparcamientos, para almacenar sus dispositivos. Los usuarios, a trav¨¦s de una aplicaci¨®n m¨®vil, localizan, rentan el medio de transporte y, cuando finalizan el trayecto, lo aparcan en cualquier parte, siempre cumpliendo con la normativa de tr¨¢fico. Como los lugares donde se suelen estacionar son aleatorios, las compa?¨ªas no necesitan pedir licencias al Gobierno municipal. Otros negocios ¡ªcomo bares y cafeter¨ªas¡ª pagan una cuota al Consistorio para poder instalar terrazas en la v¨ªa p¨²blica.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el gobierno municipal es que el uso de estos medios de transporte no est¨¢ regulado en la ordenanza actual de movilidad ¡ªde 2005¡ª, especialmente el de los Veh¨ªculos de Movilidad Urbana (VMU). Por esa raz¨®n, el a?o pasado comenz¨® a redactar una nueva norma ¡ªque est¨¢ a la espera de ser ratificada por el pleno despu¨¦s de verano¡ª para regular las ¡°nuevas realidades de movilidad personal que han ido surgiendo¡±. Esta situaci¨®n a caballo entre las dos ordenanzas permite que algunos de esos veh¨ªculos, como los monopatines el¨¦ctricos, circulen en un vac¨ªo legal. La norma de 2005, que no hace distinci¨®n entre patinetes el¨¦ctricos y de tracci¨®n humana, proh¨ªbe circular a estos aparatos por la calzada y ordena que solo puedan transitar por la acera, con una velocidad similar a la de los peatones.
Esta situaci¨®n no ha impedido que la empresa Lime, con sede en California (EE?UU) y participada por Uber, desembarcara en la ciudad el pasado mi¨¦rcoles. Sus monopatines alcanzan los 24 kil¨®metros por hora, por lo que moverse con ellos por las aceras es peligroso, y hacerlo por el carril bici es ilegal hasta la aprobaci¨®n de la nueva ordenanza. Otras empresas similares a Lime, como Eskay y Bbhuo, han informado de que est¨¢n preparando los ¨²ltimos detalles para lanzarse al mercado madrile?o. La ¨²ltima ha dicho que lo har¨¢ cuando se ratifique la nueva ordenanza.
El Consistorio subraya que estas empresas ¡°se mueven en la ausencia de regulaci¨®n¡± y que cuando la nueva normativa entre en vigor tendr¨¢n que solicitar permisos, informar del n¨²mero de dispositivos que componen su flota y someterse ¡°a controles y actividades de mantenimiento preventivo¡± para operar en Madrid. El ?rea de Movilidad y Medio Ambiente no aporta datos del n¨²mero exacto de estos veh¨ªculos de alquiler que circulan por la capital.
Aproximadamente, las principales empresas de coches el¨¦ctricos (Car2Go, Emov0, Zity y Wibe) disponen de 2.100 unidades, las de motos el¨¦ctricas (Muving, Ecooltra, loscoot y Movo) de 2.070 y las de bicicletas (Mobike, Donkey Republic) de 700. A estas ¨²ltimas hay que sumar la empresa municipal BiciMad, que cuenta con unas 2.000 bicicletas. La compa?¨ªa Lime se ha negado a facilitar el n¨²mero de sus patinetes ¡°por cuestiones de estrategia¡±.
Adem¨¢s, la demanda de estos servicios continua creciendo. Solo la empresa de alquiler de coches Car2Go sum¨® unos 60.000 usuarios nuevos en Madrid el pasado a?o. Otras, sin embargo, no han tenido tanta suerte. La empresa de bicis Ofo retir¨® sus bicicletas de la circulaci¨®n tras fracasar en el mercado madrile?o. La descentralizaci¨®n del alquiler, la posibilidad de rentar el veh¨ªculo durante un tiempo flexible ¡ªdesde minutos hasta d¨ªas completos¡ª, la facilidad para estacionarlo y la comodidad de realizar el proceso a trav¨¦s del m¨®vil son algunas de las razones que llevan a gran parte de los usuarios a utilizar este servicio.?
Los precios dependen del medio elegido. El de los coches y las motos oscila entre 21 y 25 c¨¦ntimos por minuto, y el de las bicicletas es de un euro por cada 20 minutos. En el caso de los patinetes, ahora solo los de Lime, el coste es de 15 c¨¦ntimos por minuto m¨¢s un euro inicial para desbloquear el patinete.
Los ?ngeles, en guerra contra los patinetes
La proliferaci¨®n de las empresas de alquiler de monopatines el¨¦ctricos en EE?UU ha llenado las aceras de algunas de sus ciudades de sus aparatos rodantes. Los ?ngeles anunci¨® hace unas semanas que estudia medidas para frenar la expansi¨®n de estas compa?¨ªas. Una de las propuestas obligar¨ªa a las empresas a retirar sus aparatos de las calles hasta que reciban permisos para poder operar.
Las empresas mayoritarias y las que resultar¨ªan m¨¢s perjudicadas con esta regulaci¨®n son Lime y Bird. "Nadie, en nombre de esas compa?¨ªas, vino a presentar su modelo de negocio. Simplemente empezaron a desperdigar patinetes por las aceras", declar¨® a los medios el alcalde de Los ?ngeles, John Duran. Ante la pol¨¦mica, el CEO de Bird, Travis VanderZanden, dijo el pasado mes de abril en The New York Times que la reacci¨®n de la gente es similar a la que tuvieron los ciudadanos del siglo pasado cuando los coches irrumpieron en las ciudades. "Estaban acostumbrados a los caballos. Tuvieron que averiguar d¨®nde aparcar los autom¨®viles", coment¨® VanderZanden.
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