Gu¨ªa pr¨¢ctica de la desinformaci¨®n en siete pasos
La desinformaci¨®n tiene muchos nombres, actores y herramientas. Hacemos un repaso r¨¢pido para que quedes como un rey en la pr¨®xima tertulia
La desinformaci¨®n, ahora conocida como noticias falsas o directamente con el anglicismo fake news, ha contaminado el discurso p¨²blico durante siglos, incluso milenios. En esta era se ha ampliado como un arma de terroristas, hostigadores de la mafia y grupos de presi¨®n que intentan desestabilizar en su beneficio los procesos electorales para ampliar as¨ª las fisuras sociales, subvertir la democracia y, en algunos casos, impulsar los reg¨ªmenes autoritarios.
La diferencia entre la propaganda en el Tercer Reich o antes de la Revoluci¨®n francesa est¨¢ en que hoy en d¨ªa existen herramientas potentes con nombres de sobra conocidos: Facebook, Twitter y Google, gigantes bajo presi¨®n para tomar medidas. Nos ayudamos de la agencia Bloomberg para hacer un breve repaso.?
- 1. ?Qu¨¦ es la desinformaci¨®n?
Se suele definir como contenido falso difundido con la intenci¨®n espec¨ªfica de enga?ar, enga?ar o manipular. No se debe confundir con informaci¨®n err¨®nea, que por muy err¨®nea que sea no cuenta con la misma intencionalidad.
La desinformaci¨®n puede adoptar muchas formas: noticias de toda la vida, tuits o publicaciones de Facebook e Instagram; anuncios pagados en redes sociales e, incluso, grabaciones tendenciosamente editadas distribuidas en las redes sociales o mediante aplicaciones de mensajer¨ªa (sobre todo Whatsapp).
Los principales creadores de noticias falsas han sido hist¨®ricamente los Estados, por la misma raz¨®n que han sido quienes se han encargado de controlar o cegar los canales que no interesaban a su mensaje. En las dictaduras parecen m¨¢s f¨¢cilmente identificables sus se?ales. Pero el fen¨®meno es global e hist¨®rico. La difusi¨®n de im¨¢genes ha sido una de las evoluciones tecnol¨®gicas que m¨¢s han hecho por las la desinformaci¨®n, al dar una apariencia de infalibilidad a la informaci¨®n. Las im¨¢genes del cormor¨¢n agonizante embadurnado en petr¨®leo emitidas y publicadas durante la Guerra del Golfo de 1991, desatada tras la invasi¨®n de Kuwait por Irak, eran un montaje que encajaba como un guante en el relato sobre el ecoterrorismo practicado por Saddam Husseim.
La cosa no queda aqu¨ª. Con el avance de la tecnolog¨ªa han irrumpido en el ¨²ltimo a?o los llamados deepfakes: v¨ªdeos o clips de audio en los que mediante machine learning las m¨¢quinas son capaces de poner la cara de una persona concreta en el cuerpo de otra. Resulta estremecedor ver a Bill Hader convertirse en Tom Cruise o en Arnold Schwarzenegger.
2. ?Qu¨¦ es diferente en la era de Internet?
La principal diferencia es evidente: se ha producido un brutal proceso de desintermediaci¨®n que ha bajado las barreras de entrada a la comunicaci¨®n. Con Facebook y Twitter, los modernos proveedores de desinformaci¨®n solo necesitan una computadora o un smartphone y una conexi¨®n a Internet para llegar a una audiencia potencialmente enorme. No se requiere siquiera dar la cara: puede disfrazarse de alguien u otra cosa, como un movimiento de base. La tecnolog¨ªa permite , se pueden desplegar ej¨¦rcitos de personas, conocidos como trolls y los llamados bots de Internet, software que realiza tareas automatizadas r¨¢pidamente, para impulsar campa?as de desinformaci¨®n a gran escala.
Pero no nos enga?emos: aunque ¡°hay una cierta sensaci¨®n de que hay una descentralizaci¨®n, la propaganda sigue estando en manos de quien realmente puede hacerla, ya sean Estados, gobiernos, grupos de poder¡±, asegura Pablo Sapag, profesor de Historia de la Propaganda de la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro Siria en Perspectiva. De una crisis internacionalmente mediatizada al hist¨®rico dilema interno. ¡°La propaganda solo es efectiva si se hace de forma profesional y quienes tienen capacidad de hacer propaganda no son los individuos, son las organizaciones, ya sean estatales o de otro tipo¡±.
Es lo que se llama troleo hecho por el Estado, cuando los gobiernos se empe?an en generar multitudes de odio digital para difamar a activistas o periodistas cr¨ªticos, suprimir la disidencia, socavar a los opositores pol¨ªticos, difundir mentiras y controlar la opini¨®n p¨²blica. Si los el poder de un Estado se pone manos a la obra
- 3. ?Qui¨¦n es el principal responsable de la desinformaci¨®n?
Este a?o, diversos investigadores de la Universidad de Oxford encontraron evidencias de "campa?as de manipulaci¨®n de redes sociales" por parte de gobiernos o partidos pol¨ªticos en 70 pa¨ªses, frente a apenas 28 pa¨ªses en 2017. Facebook es, como era de esperar, el principal lugar donde se difunde la desinformaci¨®n. Todas las miradas (y la de los investigadores de Oxford tambi¨¦n), se dirigen generalmente hacia Rusia. Pero el informe de Oxford se?ala que China se ha convertido en "un jugador importante en el orden mundial de desinformaci¨®n". Junto con esos dos pa¨ªses, otros cinco, India, Ir¨¢n, Pakist¨¢n, Arabia Saudita y Venezuela, han utilizado Facebook y Twitter "para influir en el p¨²blico global".
- 5. ?Qu¨¦ me puedes contar de China?
Tanto Twitter como Facebook revelaron en agosto una operaci¨®n de informaci¨®n respaldada por el Estado chino lanzada a nivel mundial para deslegitimar el movimiento prodemocr¨¢tico en Hong Kong. En esa ocasi¨®n Twitter dijo que hab¨ªa eliminado 936 cuentas que estaban "intentando deliberadamente y espec¨ªficamente sembrar la discordia pol¨ªtica en Hong Kong". Facebook dijo que hab¨ªa encontrado una operaci¨®n similar respaldada por el gobierno chino y eliminado cuentas falsas para que sus servicios no "se usen para manipular a las personas".
- 6. Y ya que estamos, ?qu¨¦ hace Rusia?
Un estudio de Rand Corp. sobre el conflicto en el este de Ucrania, que se ha cobrado unas 13.000 vidas desde 2014, descubri¨® que el gobierno ruso bajo la presidencia de Vladimir Putin realiz¨® una sofisticada campa?a en las redes sociales que inclu¨ªa noticias falsas, bots de Twitter, comentarios no atribuidos en p¨¢ginas web y promoci¨®n de hashtags para "movilizar apoyo, difundir desinformaci¨®n y odio e intentar desestabilizar la situaci¨®n". Otro esfuerzo ruso es el ya de sobra conocido que tuvo lugar durante la campa?a de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, llegando a millones de votantes estadounidenses con publicaciones falsas y anuncios con los que recabaron datos e influyeron el voto.
- 7. ?C¨®mo est¨¢n respondiendo las empresas de redes sociales?
Pese a ser los principales beneficiarios, han sido los legisladores los que han ejercido presi¨®n sobre las compa?¨ªas. Facebook y Google han comenzado a exigir a los anuncios de contenido pol¨ªtico que se pretendan publicar en Estados Unidos y Europa que se revele qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de ellos. La divisi¨®n de YouTube de Google tambi¨¦n asegura haber ajustado los algoritmos que deciden los v¨ªdeos que se van a ver a continuaci¨®n para limitar las recomendaciones de presuntos v¨ªdeos falsos o inflamatorios, un movimiento al que se hab¨ªa resistido durante a?os.
WhatsApp, filial de Facebook, limita a cinco a las personas o grupos a los que se puede reenviar un mensaje. Su empresa matriz asegura que pas¨® 18 meses prepar¨¢ndose para las elecciones de la India en 2019: bloque¨® y elimin¨® cuentas falsas, busc¨® intentos de intromisi¨®n y se asoci¨® con verificadores externos (aunque relativamente pocos) para combatir las llamadas fake news. Facebook tambi¨¦n anunci¨® recientemente que ha desarrollado herramientas de inteligencia artificial para ayudar a identificar contenido que sea abusivo o que viole las pol¨ªticas del sitio. A ra¨ªz de la masacre del 15 de marzo en Christchurch, Nueva Zelanda, Facebook, Google y Twitter firmaron un acuerdo voluntario con l¨ªderes mundiales comprometi¨¦ndose a combatir el discurso de odio en l¨ªnea.
Facebook, por ¨²ltimo, est¨¢ trabajando en una News Tab, un servicio de noticias que estar¨¢ curado por seres humanos y para el que est¨¢ negociando con las principales cabeceras de EE UU.?
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