Tu m¨®vil, el nuevo mando a distancia que te apunta

El liberalismo tecnol¨®gico propone, como reclamaba en 2011 el por entonces presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, que los reguladores deber¨ªan ¡°quitar sus manos¡± de internet. No tardar¨ªamos en comprobar c¨®mo ese descontrol desemboc¨® en esc¨¢ndalos de privacidad y espionaje sobradamente conocidos por todos.

Es lo que la profesora em¨¦rita de Harvard Shoshana Zuboff ha dado en llamar La era del capitalismo de vigilancia, su ¨¦xito editorial que Paid¨®s publicar¨¢ en castellano. Los programas a los que hablamos y escribimos han convertido el trasvase de informaci¨®n en una caracter¨ªstica cr¨®nica de nuestra sociedad.

En esta guerra, como en todas, los civiles estamos en situaci¨®n de inferioridad. Pero media una gran diferencia entre la actual y la que se libraba con infanter¨ªa y trincheras: creemos disponer de armas para defendernos, sin darnos cuenta de que esas armas las manejan en realidad los propios contendientes y que cada vez que las usamos les damos m¨¢s munici¨®n. Las experiencias humanas se convierten en materia prima para informaci¨®n sobre el comportamiento.

La clave, por eso, no es tanto si los aparatos que nos rodean nos escuchan o no (claro que lo hacen). M¨¢s bien deber¨ªamos preguntarnos c¨®mo estos dispositivos han terminado por ayudar a predecir nuestro comportamiento y a marcarlo como un mando a distancia que en vez de encender y apagar la televisi¨®n (o el aire acondicionado) lo que hacen es dictar nuestros movimientos.