Tecnolog¨ªa contra la exclusi¨®n de una sociedad sin dinero en efectivo
La crisis del coronavirus ha impulsado los pagos digitales, conocidos como ¡®cashless¡¯, aunque han surgido movimientos reactivos para reducir la brecha social y tecnol¨®gica que generan
Los pagos digitales avanzan frente al dinero en efectivo. Una tendencia reforzada durante la crisis del coronavirus. Los gobiernos han recomendado el uso de la tarjeta para combatir la epidemia. Pero la moda cashless esconde entre sus cifras una exclusi¨®n tanto social como t¨¦cnica, y algunas empresas est¨¢n promoviendo soluciones tecnol¨®gicas para cerrar esa brecha.
Una startup sueca, como iZettle, ha sido de las primeras en contestar esta discriminaci¨®n. Desde hace siete a?os, provee a los sin techo de una app o una peque?a unidad que se inserta en el tel¨¦fono ¡ªs¨ª, han de contar con un smartphone¡ª para leer tarjetas de cr¨¦dito y d¨¦bito. Es el mecanismo que emplean para cobrar ejemplares de The Big Issue en Reino Unido y de Situation Sthlm en Suecia, peri¨®dicos similares a La Farola espa?ola. ¡°Al digitalizar estas transacciones, que ni llegan a un euro, podemos lograr que los servicios financieros sean m¨¢s asequibles, convenientes y seguros, as¨ª como atraer a gran parte de la poblaci¨®n por primera vez hacia la econom¨ªa digital¡±, argumentan desde la propia compa?¨ªa.
Por mucho que contribuya a mejorar la inclusi¨®n, sus ingresos provienen de la comisi¨®n que perciben de cada uno de los pagos. Como comentan, no hay cargos ni al principio por instalar iZettle ni peri¨®dicamente. ¡°Nuestro objetivo es que nadie pierda una venta, sea a trav¨¦s de efectivo, chip, tarjeta sin contacto o un wearable¡±, a?aden las mismas fuentes. Precisamente, Suecia es uno de los pa¨ªses donde las monedas y los billetes parecen del pasado. Un informe del Banco Central sueco cifra por encima del 80% el total de la poblaci¨®n que se ha convertido al cashless. Eso s¨ª, la resistencia se ha organizado en torno a movimientos como Kontantupproret ¡ªrebeli¨®n del efectivo, en castellano¡ª y otros que aglutinan a pensionistas.
Los poderes p¨²blicos tambi¨¦n han dado la voz de alarma, en especial en Estados Unidos. Ayuntamientos como el de Nueva York, Filadelfia y San Francisco y Estados como el de Nueva Jersey han prohibido por ley que tiendas y restaurantes solo admitan pagos digitales. El trasfondo de la normativa en todos los casos era el mismo: prevenir la discriminaci¨®n. ¡°Dejar al margen el dinero en met¨¢lico penaliza a quienes tienen menos recursos¡±, afirma Corey Johnson, promotor de la legislaci¨®n en Nueva York.
En Europa ning¨²n Gobierno ha movido ficha en contra del cashless. Incluso quieren acelerarlo. Las restricciones cada vez son mayores con respecto a la cantidad total que puede pagarse en met¨¢lico. En Espa?a, por ejemplo, el PSOE quiere rebajar de 2.500 a 1.000 euros el l¨ªmite, seg¨²n adelant¨® EL PA?S, un tope con el que ya cuentan en Francia y Portugal. ¡°Es muy dif¨ªcil vaticinar cu¨¢ndo desaparecer¨¢ el efectivo o si realmente desaparecer¨¢ alg¨²n d¨ªa. A lo que asistiremos, claramente, es al declive de las operaciones en efectivo en favor de operaciones con medios de pago electr¨®nicos¡±, sostiene Paloma Real, directora general de MasterCard Espa?a.
La soluci¨®n se llama m¨®vil
Una posible salida para que la exclusi¨®n remita es el acceso generalizado a un tel¨¦fono m¨®vil, aunque el analfabetismo digital, aparejado a esta realidad, habr¨ªa que solventarlo al un¨ªsono. As¨ª lo comprende Alejandro Navas, profesor de sociolog¨ªa en la Universidad de Navarra, quien considera que la discriminaci¨®n tiene m¨¢s de cultural que de tecnol¨®gica. ¡°No seria dif¨ªcil que la totalidad del planeta tenga un m¨®vil. No hace falta que sea de ¨²ltima generaci¨®n. Si un Gobierno est¨¢ decidido, con un esfuerzo limitado y asequible, podr¨ªa derribar esta barrera sociocultural¡±.
En su mente hay ejemplos como Corea del Sur y Kenia. Pa¨ªses con realidades casi opuestas, pero coincidentes en una apuesta decidida por la digitalizaci¨®n como pol¨ªtica de inclusi¨®n. Una apuesta que ha llevado a los coreanos a ser un referente mundial de la transformaci¨®n ¡ªah¨ª est¨¢n los ejemplos de Samsung y LG¡ª, y a los kenianos a ser el faro en su continente del movimiento de dinero digital ¡ªcuando la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n ni sab¨ªa hasta hace un par de a?os lo que era una cuenta bancaria¡ª. ¡°Los medios de pago electr¨®nicos ofrecen mayor seguridad y comodidad, permiten luchar contra el fraude, la delincuencia y la econom¨ªa sumergida¡±, zanja Real.
Si existen pocas dudas de que las clases sociales m¨¢s pobres y m¨¢s envejecidas tienen dificultades para integrarse en esta tendencia imparable, tampoco las hay acerca de qui¨¦nes son los grandes vencedores. Como argumenta Navas, la banca y los Estados se benefician por completo. La primera porque ahorra en oficinas y personal. ¡°Incluso ahora con el confinamiento han reforzado su negocio, con lo que mantendr¨¢n estas mismas pol¨ªticas¡±, precisa. Y los segundos por su capacidad de control sobre un pilar tan esencial como el financiero. ¡°Es la manera m¨¢s sencilla de combatir el lavado de dinero y la corrupci¨®n. Ahora bien, al igual que mejora la transparencia tambi¨¦n nos hace m¨¢s sometidos y disciplinados¡±, razona.
Conviene vigilar un modelo imperfecto, que muestra poco a poco parte de las consecuencias negativas. Las reacciones ya han surgido para cerrar la brecha social y tecnol¨®gica. En ning¨²n caso le han declarado la guerra a las finanzas digitales, son conscientes de la comodidad de no llevar efectivo encima; pero s¨ª a que sean los de siempre quienes queden excluidos. ¡°El mundo cashless me da miedo por el control absoluto, la transparencia m¨¢xima y el big data voraz que implica. Todo est¨¢ m¨¢s que pensado y controlado¡±, concluye Navas.
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