El sol vuelve a salir por Oriente
La expansi¨®n econ¨®mica de China hab¨ªa crecido de forma exponencial como un milagro entre la dictadura pol¨ªtica y el capitalismo de Estado
En la primavera de 1983 me encontraba en Pek¨ªn y una ma?ana en que iba a visitar la Ciudad Prohibida, en la Puerta de la Paz Celestial bajo el retrato de Mao que preside la plaza de Tiananmen, se me acerc¨® un chino pequin¨¦s, a quien las patillas largas y las gafas sin montura le daban un aire de intelectual. Sonriendo, sin mediar palabra, con un gesto en¨¦rgico me ofreci¨® su tarjeta. A trav¨¦s de la int¨¦rprete supe que aquel an¨®nimo peat¨®n, una entre mil millones de hormigas, se llamaba se?or Ding Jie y que era profesor de una escuela secundaria, si bien ¨¦l prefer¨ªa autotitularse ¡°promotor¡±, a secas. Me dijo: ¡°Con unos amigos estoy montando un negocio de comidas a gran escala. Busco un socio capitalista. ?Le gustar¨ªa participar? Aqu¨ª tiene mi direcci¨®n. Si quiere ganar dinero en China, por favor, no deje de ponerse en contacto conmigo. Todo ser¨¢n ventajas¡±.
Tal vez este proselitista de la econom¨ªa de mercado me hab¨ªa confundido con uno de esos ejecutivos occidentales encorbatados, que a veces yo ve¨ªa atravesar las calles de Pek¨ªn con un malet¨ªn en la mano en direcci¨®n a alg¨²n centro oficial. Puede que este sujeto no fuera m¨¢s que un pirado, pero sin duda se trataba de una muestra de esa fren¨¦tica danza mercantil que estaba sacudiendo las ra¨ªces de China. Solo hab¨ªa que abrir los ojos para verlo.
Por todas partes bull¨ªan peque?os negocios privados, tiendas de ropa, peluquer¨ªas de se?oras, restaurantes, mercadillos de verduras, carritos, tenderetes y colmados. Desde los puestos de sand¨ªas hasta las grandes empresas mixtas, emplazadas en los primeros altos edificios que empezaban a brotar en el asfalto, el capitalismo en China parec¨ªa abrirse paso bajo un diluvio de licencias, prebendas, favores, y todo eso junto formaba un enjambre econ¨®mico alentado por el renacido af¨¢n de lucro.
Hac¨ªa solo unos a?os estos comerciantes estaban mal vistos por el pueblo. Ahora causaban admiraci¨®n. Se sent¨ªan tan seguros como el joven promotor que a¨²n se hallaba frente a m¨ª insistiendo en su proyecto con una sonrisa de piedra. ¡°?Cu¨¢nto puedo ganar si invierto con usted?¡±, le pregunt¨¦. ¡°Mucho, se?or¡±, respondi¨®. ¡°Y mucho en China significa mucho. No olvide que este es un pa¨ªs de m¨¢s de mil millones que est¨¢ comenzando a abrir la boca. Medio mundo est¨¢ interesado en llen¨¢rsela¡±.
De los despojos de Mao en medio de la plaza a la esquina de los pollos Kentucky, este era el nuevo trayecto de la Gran Marcha
En el centro de la plaza de Tiananmen se levantaba el monumento funerario que conten¨ªa la momia de Mao y frente a la entrada del pante¨®n aguardaba su turno un centenar de devotos. Su silencio respetuoso contrastaba con la alegre y ruidosa cola kilom¨¦trica que en una esquina de la misma plaza, a escasos metros de distancia del Gran Timonel embalsamado, se hab¨ªa formado ante un establecimiento de Kentucky Fried Chicken, que acababa de sentar sus reales en Pek¨ªn en nombre de la nueva felicidad. Realmente en esa cola funcionaba un mercado ilegal. All¨ª unos tibetanos ofrec¨ªan pies de tigre como remedio de todos los males, polvos de cuerno de rinoceronte para el amor instant¨¢neo; otros vend¨ªan pantalones vaqueros y discos de The Beatles y de The Rolling Stones, retratos de Marilyn Monroe y algunas fotos pornogr¨¢ficas. De los despojos de Mao en medio de la plaza a la esquina de los pollos Kentucky, este era el nuevo trayecto de la Gran Marcha.
Desde los or¨ªgenes de la historia los imperios han rotado de Este a Oeste, siguiendo la ruta del sol. China, India, Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma, el Islam, Espa?a, Inglaterra y Estados Unidos. Si un imperio nunca se ha hecho sin esclavos, preg¨²ntate donde est¨¢n hoy los modernos esclavos para saber d¨®nde estar¨¢ el pr¨®ximo imperio. El sol volver¨¢ a salir por oriente.
Si un imperio nunca se ha hecho sin esclavos, preg¨²ntate donde est¨¢n hoy los modernos esclavos para saber d¨®nde estar¨¢ el pr¨®ximo imperio
Hab¨ªan pasado 25 a?os desde que aquel pequin¨¦s me hab¨ªa ofrecido su tarjeta de promotor de comidas a gran escala. La expansi¨®n econ¨®mica de China hab¨ªa crecido de forma exponencial como un milagro entre la dictadura pol¨ªtica y el capitalismo de Estado. Un nuevo Manhattan brotaba cada a?o en el horizonte de China desafiando la hegemon¨ªa estadounidense.
El 8 de agosto de 2008, en el Estadio Nacional de Pek¨ªn, llamado Nido de p¨¢jaro, se celebr¨® la ceremonia de apertura de los XXIX Juegos Ol¨ªmpicos con un espect¨¢culo apabullante de orden, rigor y disciplina. Puede que un d¨ªa los historiadores se?alen la imagen de esta arrolladora puesta en escena como la representaci¨®n ol¨ªmpica ante el mundo del paso del imperio de Estados Unidos a manos de China.
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