El verano sin amor
El miedo al contagio y las recomendaciones sanitarias, que excluyen el sexo ocasional, complican los romances estivales
El verano del coronavirus dif¨ªcilmente puede ser el del amor. Discotecas cerradas, distancia de seguridad obligatoria, no vale ni la vieja excusa de acercarse a pedir un cigarro. A la una de la madrugada ya no se sirven copas, y todos para casa. No una ajena, por supuesto: cada uno a la suya. Corren tiempos dif¨ªciles para el flirteo, y justo en sus meses cumbre. El riesgo de contagio invita a descartar cualquier plan espont¨¢neo. Pero el romance estival es precisamente eso: un maravilloso imprevisto. Aunque, por m¨¢s que la covid-19 haya atenuado la pasi¨®n veraniega, no la ha apagado. Ya se sabe que el amor siempre encuentra alg¨²n atajo, incluso para enga?ar a una pandemia.
Los ejemplos sobran, en grupos de Whatsapp o confesiones entre amigos. Durante la cuarentena, hubo citas en los supermercados o algunos reservaron un peluquero a varios kil¨®metros, solo para visitar el barrio de su ligue. Muchos se volcaron en la Red, tanto que Tinder registr¨® un aumento del 30% de sus conversaciones en Espa?a, y de un 25% en su duraci¨®n. Ahora que la circulaci¨®n es libre, pero el romance no, las excepciones contin¨²an. Un test PCR conseguido a toda prisa alivi¨® a una joven que, tras una tarde de pasi¨®n en un chiringuito, iba a ver a su familia a los pocos d¨ªas. Hay quien se autoimpone una cuarentena entre un encuentro sexual y otro. Y quien, por otro lado, maldice el momento en que acept¨® una relaci¨®n abierta. Al fin y al cabo, hasta investigadores de la universidad de Harvard, en un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine, se rend¨ªan ante la evidencia: ¡°La abstinencia es la opci¨®n de menor riesgo aunque, para muchos, no es factible¡±.
¡°Este verano parece dise?ado por nuestro peor enemigo. Pero el amor sobrevive, siempre¡±, sentencia Javier Ojeda, que canta el fin del est¨ªo al frente de Danza Invisible. Eso s¨ª, la cosa se ha puesto m¨¢s complicada. El mismo informe de Harvard animaba a olvidarse de los besos, ducharse antes y despu¨¦s, y llevar puesta la mascarilla incluso durante el coito. Marc Ros, l¨ªder de Sidonie, que acaba de publicar el sencillo Verano del amor, condensa las diferencias en un recuerdo: lo observ¨® hace un a?o y, sin embargo, suena a pasado remoto. Dice que ella era holandesa, m¨¢s de un metro y ochenta, vestida de lino blanco y ¡°pelirroja como un incendio¡±. La estatura de ¨¦l no resultaba tan impresionante. Un metro y 65, tal vez menos. Catal¨¢n, moreno, destacaba por otra raz¨®n: ¡°Su ropa deportiva llamativa¡±. Se los cruz¨® por la Costa Brava, no los conoc¨ªa, pero le alegraron el d¨ªa. ¡°Eran lo m¨¢s hermoso del lugar. Simplemente se entregaban sin prejuicios, en libertad y en presente¡±, agrega. ¡°?Seguir¨¢n juntos? En este 2020 es improbable que se forme este tipo de parejas de objet trouv¨¦. Es complicado ligar con la boca tapada¡±, insiste.
Un ej¨¦rcito de solteros le dar¨ªa la raz¨®n. A la vez, la mayor¨ªa de epidemi¨®logos invitar¨ªa a olvidarse del amor este verano. A conformarse con la masturbaci¨®n ¡ª¡±t¨² eres tu pareja sexual m¨¢s segura¡±, escribi¨® el Departamento de Salud de Nueva York¡ª, escuchar a Beach Boys y rescatar Grease. O cuando menos, a cambiar la atracci¨®n fatal por una responsable. ¡°El riesgo aumenta estos meses, pero no significa que el sexo casual se haya acabado. Dir¨ªa que se ha acabado el sexo casual sin comunicaci¨®n¡±, explica en la web Instyle el doctor Jarrod Bogue, que afront¨® la covid-19 en primera l¨ªnea, en el hospital presbiteriano de Nueva York. Es decir, se puede ignorar incluso el nombre del otro, con tal de averiguar su historial m¨¦dico. ¡°Si se conoce a alguien nuevo, lo ideal ser¨ªa tener una anal¨ªtica que diera positivo en los anticuerpos para saber que se ha pasado el virus¡±, declar¨® a Efe el director del Instituto Andaluz de Sexolog¨ªa, Francisco Cabello. Muere el romanticismo, cierto. Pero al menos sobrevive el romance. Por decirlo con un anuncio que apareci¨® en marzo en Forocoches: ¡°Soltero de oro en casa en situaci¨®n de coronavirus. Aut¨¦ntica salud¡±.
¡°La sexualidad, al igual que la alimentaci¨®n, el descanso y el ejercicio, es un factor de salud. Una sexualidad equilibrada, aunque requiere de an¨¢lisis y reflexi¨®n, es principalmente pr¨¢ctica. Y ahora eso es complicado. Las opciones para ligar son escasas, especialmente para quienes est¨¢n asustados. Hay usuarios que se debaten entre el miedo al contagio y el deseo de interacci¨®n. Todo esto se est¨¢ detectando en las consultas¡±, constata Natalia Urteaga, bioqu¨ªmica, sex¨®loga evolutiva y miembro de la Asociaci¨®n Estatal de Profesionales de la Sexolog¨ªa.
Los meses estivales aumentan ese impulso. Porque el amor de verano no es solo un mito: entre m¨¢s despreocupaci¨®n y tiempo libre, se exponen la piel desnuda y las ganas de aventuras. ¡°Los cambios estacionales, como variaciones de temperatura y horas de luz, pueden afectar a la regulaci¨®n hipotal¨¢mica y la producci¨®n de determinadas hormonas y neurotransmisores. Estas alteraciones, en determinadas circunstancias, influyen en el estado f¨ªsico, emocional e intelectual y, por ende, en la manera de relacionarse¡±, a?ade Urteaga. Y Ros, que ha ambientado su novela El regreso de Abba durante el final de un est¨ªo, suma otra raz¨®n: ¡°El amor de verano es arte ef¨ªmero. No se transforma en una casa con una hipoteca a 30 a?os o un coche monovolumen. Su pureza radica en que los implicados no tienen en cuenta muchas de las prestaciones que normalmente pedimos cuando buscamos pareja: salud y belleza como base biol¨®gica para mejorar la especie, posici¨®n social o aficiones comunes para no aburrirse¡±. No por nada, en un estudio de Boston Medical Group, el 43% de los espa?oles citaba agosto como su mes de mayor actividad sexual.
A saber si este a?o tambi¨¦n. S¨ª crecen, desde luego, las limitaciones. Reino Unido, por ejemplo, prohibi¨® relaciones ocasionales con desconocidos. Durante semanas, Italia permiti¨® ver solo a los ¡°congiunti¡± (allegados), una f¨®rmula por otro lado tan ambigua que dio via libre a la picaresca. En Espa?a, las recomendaciones en la web del Ministerio de Sanidad lo dejan bien claro: ¡°Evita el contacto cercano, incluido el sexo, con cualquier persona fuera de tu hogar. Si tienes relaciones sexuales con otras personas, debes asumir que los riesgos de contraer el coronavirus son mayores: evita a las personas con s¨ªntomas de covid-19 y el sexo grupal. [¡] Si generalmente conoces a tus parejas sexuales en l¨ªnea o si tu ocupaci¨®n principal es el trabajo sexual, considera tomarte un descanso de las citas en persona¡±. El Departamento de Salud de Nueva York desaconsejaba encarecidamente las org¨ªas, aunque daba por hecho que algunos har¨ªan caso omiso. A esos ped¨ªa que, al menos, limitaran el n¨²mero de participantes, mantuvieran la mascarilla y celebraran sus encuentros en espacios ventilados.
A¨²n as¨ª, el plan ideal a nivel sanitario sigue siendo evitar el sexo improvisado. ?nicamente hay una alternativa mejor. ¡°Por supuesto que el amor de verano existe¡±, se r¨ªe Javier Ojeda. Y explica: ¡°En 1987, me fui al concierto de David Bowie en Madrid con una amiga. Tuvimos un romance. Luego se hizo mi novia. Ahora es mi mujer y llevamos m¨¢s de 30 a?os juntos¡±. Pasi¨®n y fidelidad. Perfecto para el verano del coronavirus. Y para toda la vida.
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