Viaje de la Antigua Roma al museo, con escala en el sal¨®n de una casa
Los vecinos de Medina Sidonia (C¨¢diz) donan m¨¢s de 400 piezas arqueol¨®gicas que ten¨ªan en sus domicilios despu¨¦s de que las autoridades les invitaran a aflorarlas
La peque?a Alejandra de Orellana mira con los ojos muy abiertos la l¨¢pida romana del siglo I que reluce tras el cristal de una vitrina del Museo Arqueol¨®gico de Medina Sidonia. Necesita saber qu¨¦ es lo que pone. ¡°Quinto Cornelio Materno, de 30 a?os. Aqu¨ª est¨¢ enterrado¡±, le traduce Daniel Caballero, concejal en el Ayuntamiento de la localidad gaditana. La abuela de la ni?a, de 10 a?os, Milagrosa D¨¢vila, la acaba de retar en mitad de la visita: ¡°Con cuatro a?os, tu t¨ªa ya lo sab¨ªa decir¡±. Por aquel entonces, hace m¨¢s de 30 a?os, en la familia estaban acostumbrados a ver la piedra en casa, como una de las joyas de la importante colecci¨®n arqueol¨®gica que atesor¨® Antonio Orellana, marido de Milagrosa. Hoy, todas aquellas monedas, trozos de esculturas y dem¨¢s piezas de m¨¢rmol que el aficionado encontr¨® y compr¨® a lo largo de su vida est¨¢n expuestos al p¨²blico como parte los fondos municipales de su pueblo.
La visita de Milagrosa y Alejandra a las piezas que fueron suyas justo coincide con la llegada de un nuevo inquilino en el museo. Una impresionante cabeza romana del siglo II despu¨¦s de Cristo, de pelo ensortijado y un m¨¢rmol extra?o en la provincia, luce sobre la mesa del director del museo, Salvador Monta?¨¦s, desde hace pocos d¨ªas. ¡°Es mayor que el natural, puede ser de un emperador o un dios¡±, acierta a adelantar el arque¨®logo. Poco m¨¢s se sabe del origen de la pieza, aunque s¨ª de su pasado m¨¢s reciente. Ha estado los ¨²ltimos 70 a?os en casa de la familia de Francisco Guerra, un antiguo vecino de la localidad que hoy reside en Sevilla, hasta que tambi¨¦n se ha animado a donarla. Como Milagrosa o Francisco, ya son decenas los asidonenses que, en los ¨²ltimos tres a?os, han cedido m¨¢s de 400 piezas arqueol¨®gicas que hallaron y atesoraron en sus viviendas, antes de que la actual Ley de Patrimonio Hist¨®rico de 1985 obligase a comunicar su tenencia y entregarlas como bienes de dominio p¨²blico.
La idea parti¨® de Caballero, ¨²nico concejal del PP en la oposici¨®n, que decidi¨® iniciar en 2018 una campa?a entre los 11.740 habitantes que tiene el pueblo para animarles a donar lo que d¨¦cadas atr¨¢s encontraban de forma supuestamente espor¨¢dica, en la m¨¢s m¨ªnima obra o arado de tierras. ¡°Y funcion¨®. La mayor¨ªa de las piezas son monedas, pero tambi¨¦n hay desde botones hasta amuletos¡±, relata el edil. Los hallazgos son huellas del pasado milenario de una localidad con asentamientos atestiguados desde la Edad del Bronce Final en la que pr¨¢cticamente toda su superficie urbana ¡ªincluidas las zonas nuevas¡ª son ¨¢reas de prevenci¨®n arqueol¨®gica. D¨¢vila recuerda c¨®mo, despu¨¦s de cada tormenta, su marido Antonio ¡°encontraba monedas por los tajos del Castillo¡±, uno de los n¨²cleos hist¨®ricos m¨¢s importantes de la ciudad. Orellana incluso colabor¨® durante los a?os 80 en la excavaci¨®n de las cloacas romanas de Medina, hoy integradas en su museo.
Guerra recuerda aquellos tiempos en los que lleg¨® a fundar un grupo de aficionados a la arqueolog¨ªa, Gade, que tambi¨¦n particip¨® del destacado descubrimiento subterr¨¢neo. Aunque la cabeza que ahora ha cedido obraba en poder de la familia desde los a?os 60: ¡°Se la dieron a mi padre. No s¨¦ qui¨¦n o c¨®mo¡±. El coleccionista ten¨ªa previsto entregarla a Medina ¡°m¨¢s adelante¡±, pero decidi¨® acceder a la petici¨®n de Caballero el pasado 10 de julio, cuando el concejal se encarg¨® de trasladarla de vuelta al pueblo con la asistencia de la Guardia Civil. En este caso, la pieza se ha integrado en la colecci¨®n municipal como una donaci¨®n, ¡°ya que lo que aparece antes del a?o 1985 es legalizable y propiedad de quien lo posea¡±, como relata Salvador Monta?¨¦s, director del museo de Medina. Posterior a esa fecha, tanto esa ley como las posteriores de cada comunidad aut¨®noma, establecen el car¨¢cter demanial o p¨²blico de lo que se localice bajo tierra, adem¨¢s de obligar a comunicar el hallazgo y entregarlo.
En la pr¨¢ctica, las circunstancias que rodean a la tenencia de estas piezas se convierten en ¡°un acto de fe¡±, como valora Juan Jos¨¦ ?guila, responsable de la Secci¨®n de Patrimonio Hist¨®rico de la UCO de la Guardia Civil. No son pocos los casos judiciales de delitos contra el patrimonio que se enredan en elaboradas pruebas periciales que intentan demostrar si, realmente, los bienes arqueol¨®gicos tienen esa procedencia antigua o familiar. Adem¨¢s, la Ley del Patrimonio Hist¨®rico de Andaluc¨ªa dio un plazo de un a?o, a partir de 2007, para que los poseedores de estos bienes comunicasen su tenencia a la Administraci¨®n andaluza, ¡°pero muy pocos lo hicieron¡±, asegura ?guila. Con todo, el teniente tiene clara cu¨¢l es la finalidad de sus investigaciones: ¡°El objetivo es recuperar bienes, m¨¢s que aplicar penas. Consigues m¨¢s acerc¨¢ndote a la gente, haci¨¦ndoles ver la bondad de entregarlas¡±. Es tambi¨¦n el principio que llevan aplicando en el Ayuntamiento de Medina ¡ªel equipo de gobierno de IU apoya la iniciativa de Caballero¡ª desde que recibieron la primera donaci¨®n. ¡±Nuestra pol¨ªtica es hacerlo de forma amigable, sin instrumentos coercitivos¡±, apunta Monta?¨¦s.
As¨ª fue como hace a?o y medio la colecci¨®n de Antonio Orellana recal¨® en el museo de su pueblo. Su viuda cumpl¨ªa as¨ª la ¨²ltima voluntad del coleccionista y su nieta ahora presume de abuelo en cada visita escolar. La instituci¨®n, agradecida, le ha dedicado una exposici¨®n temporal con su nombre, al igual que pretende hacer con Francisco Guerra, cuando exponga la cabeza por primera vez. Todo parece indicar que estos no ser¨¢n los ¨²ltimos actos de gratitud que har¨¢. El propio Guerra ya avanza que le quedan ¡°algunas cosillas m¨¢s¡± que acabar¨¢ donando al pueblo. Y Milagrosa D¨¢vila sabe de m¨¢s tesoros ocultos: ¡°Hay muchos que tienen cosas y deber¨ªan entregarlas. Los tiempos ya han cambiado¡±.
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